Spotlight


En algún momento de la segunda parte de la película que voy a comentar descubrí horrorizado que había destrozado uno de los mitos de mi vida. Hasta ese momento yo siempre había creído que tenía una imaginación infinita, que puedo crear universos paralelos, multidimensionales e infinitos en mi cabeza, que jamás alcanzaría mis límites. Todo eso se fue a la mierda cuando comencé a llorar horrorizado porque no podía creer que la historia que nos estaban narrando era auténtica, que algo tan asqueroso, sucio y despreciable ha sucedido en este mundo y que las personas que lo hicieron son esos que nos venden la idea de Dios. La película de la que quiero hablar y que es una obra maestra se titula Spotlight y se estrena en España este fin de semana.

Maldito sea el Dios de los julays tocadores de niños

La película cuenta como en la ciudad de Boston un grupo de periodistas descubre que la iglesia Católica y Romana es un nido de pederastas protegidos por obispos y cardenales y qeu follan y follan niños sin parar y cuando alguien lo nota, los cambian de iglesia para que puedan seguir follando a su antojo, abusando de los pobres y de aquellos que tienen fe y demostrando, una y otra vez, una y otra vez, que Dios no existe, que es una invención de los más grandes hijosdeputa del universo.

Esta es una de las historias más terribles que puedas ver en un cine. Desde prácticamente el primer instante se va apilando la mierda sobre ti hasta que ya no puedes respirar. Es una sucesión de historias terribles que demuestran hasta que punto la jerarquía católica es una mafia repugnante y asquerosa de pervertidos. Está contada de tal manera que sabiendo lo que sucedió, ni siquiera eso te puede proteger del asco y el desprecio que irás sintiendo, cada vez más y para cuando llega el final, estás desesperado. En cierto punto me eché a llorar, no porque la escena lo requería sino porque ya no podía aguantar más, mi capacidad para absorber escoria se había visto superada. Al salir del cine, si me dan una pistola y me ponen delante seis curas pederastas, no habría tenido ningún problema en pegarle un tiro en la nuca a cada uno de ellos y después irme de copas con los colegas sin ni siquiera mencionar el incidente. La película también me ha hecho cambiar de opinión y creo firmemente que la pena de muerte instantánea y a ser posible cruel es la única respuesta posible con las personas que cometen este crimen. Rachel McAdams es la única mujer en un papel principal en esta historia y tiene una escena casi al final con su abuela, con la que iba a misa, mientras la abuela lee el artículo, que te pone los pelos de punta. Liev Schreiber está fabuloso, es como un imán que te atrae y hace tan bien su trabajo que seguramente esta será la mejor película de su carrera. Michael Keaton sigue en gracia con otro papel épico en el que desarrolla multitud de emociones y que vivimos con intensidad los espectadores y finalmente tenemos a Mark Ruffalo que es la persona con la que nos identificamos, el ser humano corriente que asiste a este espectáculo asqueroso y trata de encontrar un sentido a algo que no lo tiene. Esta película se merece muchísima más atención de la que está teniendo y debería ser de obligado visionado en escuelas. También es un aviso para aquellos que alegremente dejan sus hijos en manos de curas y beatos. No confíes en ellos, son chacales.

No es cine para los miembros del Clan de los Orcos pero es obligatoria sin excepción para todos los sub-intelectuales de GafaPasta, para todos los amantes del cine y para cualquiera con un rastro de conciencia social. Un clásico.


4 respuestas a “Spotlight”

  1. ¡Genial!
    Una película buena con este tema es necesaria para que la vea mucha gente y que la Iglesia se ponga colorada y tomen medidas contra estos cabrones.
    Salud

  2. Es una de las que tienes más nominaciones. A ver qué pasa, a los americanos les gustan mucho las pelis de sufrir, así que a lo mejor sí que lo gana.

  3. En esta sufren los espectadores y los curas follan niños porque eso es lo que al parecer les enseñan en la academia a la que acuden a aprender la profesión.