Distorsiones

Los de la plataforma esa digital y tal y tal que tiene una letra que va antes de la Ñ de truscoluña no es nación ahora estrenan algunas pelis en los cines para ver si así atraen nominaciones a los Oscar y esas cosas, que sin premios como que todo tu contenido no vale de mucho y supongo que también para que la gente se abone porque no es todo contenido basura, aunque igual es más simple y lo hacen por la pasta, que si se gastan un pastizal en una película que no ve nadie, al menos recuperan parte de la inversión con la exhibición en los cines. En mi caso, la película la pusieron como el preestreno sorpresa de la semana y provocó la huida de una parte considerable de los espectadores. se titula Maestro y para cuando salga esto, ya está en la mentada plataforma digital y tal y tal.

Un julay chopúo pierde más aceite que el Titanic mientras se hundía.

Tenemos a un chamo que es director de orquesta y compositor de música y que se acuesta con todo lo que tenga agujero y se hace famoso de chiripa y después se encoña de una pava, se casa con ella y tienen tres hijos, pero vamos, que el chamo cada vez tira más para que se la empeten hasta los pelos de los güevos. A todas estas, el chamo tiene una especie de quilla gigantesca en la cara, fuma todo el tiempo y cuando dirige una orquesta parece más bien estar en pleno ataque epiléptico.

Esto se hizo para que Bradley Cooper, que escribe, dirige e interpreta, se luzca y en el camino se les olvidó que la gente va al cine para ver buenas historias y esta es más bien de las normalillas. De entrada, hay una parte de la peli rodada en blanco y negro y otra en color y yo no tengo ni puta idea de la razón para hacerlo así, pero resultó algo que te distrae porque tienes la sensación que te estás perdiendo algo. La peli se hace muy larga, cansa tanto mariconeo fino y tanta pose del director, guionista y protagonista y bueno, lo que le emplastaron en la cara distrae, un montón, tanto que no se sabe si está actuando porque con la cosa esa tan grande que tiene en la jeta, no le quedan músculos para mover. En un punto determinado hay un novio mariquita que es como su segunda esposa y se le pega de ladilla, pero como que lo ningunean y no le dan diálogos y siguen poniendo a la hembra con la que está casada o algo así y que después se pone mala y la reinona se desbarata y se le activa el modo drama total y ya sobreactúa en cada plano. En la parte final nos tenemos que mamar una actuación en una iglesia en la que solo vemos al director de la orquesta exagerando y exagerando los movimientos y aún no tengo ni idea de la razón de esa escena en la historia.

Puede aterrorizar a los miembros del Clan de los Orcos y seguro que encantará a los sub-intelectuales con GafaPasta, que les molan estas cosas. A mí me pareció floja y jamás me abonaría a una plataforma digital y tal y tal solo para ver esto.

Con el cambio de escenario a España, aunque conseguí mi cuota de pelis para ver durante el año, he aprovechado que al llegar había varias pelis españolas, que todos sabemos que son un castigo divino en muchos casos y he ido al cine a verlas, en muchas ocasiones aterrorizado y considerando emborracharme a conciencia para superar el pánico cerval que producen estas cosas. En este caso creo que se trata de la tercera película, o al menos creo que es la tercera película, pero lo raro es que no me suena nadie y juraría que todos son personajes nuevos y la historia ya no tiene nada que ver con lo que nos contaban en las primeras dos pelis. En esta ocasión la película se titula Ocho apellidos marroquís aunque todos los que aparecen en el cartel tienen apellidos que no suenan para nada a los de esos.

Un julay super-encoñado de una frígida se baja al moro con esta y la madre que la parió.

Tenemos a un pavo que sigue siguiendo a su ex- como un perrito faldero y que cuando se entera, en el funeral del padre, que ella y la madre van a bajarse al moro, él lo ve como una oportunidad para recuperarla y se va con ellas. Allí las otras se enteran que el fallecido le hico un Vitorino a la vieja y tenía otra hija mora y cuando se la quieren llevar de vuelta a España, como no tiene papeles, el chamo se casa con ella para colarla en el país como esposa o algo así pero todo sale muy mal.

Esto es cine buenista y en el que los cristianos somos los malvados y los retorcidos y los marroquíes bellísimas personas que jamás han roto un plato y que jamás han robado un suspiro de otra persona. Toda la premisa de la película es falsa y no se sostiene y el pestazo a buenismo hizo que la parte cómica se fuera a tomar por culo, por no contar que se ríen de los hindúes que no veas con una escena de baile en la boda en plan Bollywood. No hay ninguna química entre los protagonistas y resulta imposible de creer que el pavo se enamore de la mora, que es hacia donde avanza la película. Tampoco resulta creíble la visión del norte de España que nos ponen en la peli en la que todos son racistas empedernidos que odian a los extranjeros. Supongo que cuentan con que los marroquíes acudan en masa a los cines a ver la peli, porque está hecha para espantar a los españoles.

Aquí coincidirán los miembros del Clan de los Orcos y los sub-intelectuales con GafaPasta que lo mejor es no acercarse a los cines que la tengan en la cartelera. Esperemos que no hagan más o que no las estrenen cuando yo visito España.