Distorsiones

Mirando la lista de las ciento treinta películas que ya he ido a ver a lo largo de este año 2015, he contado once películas holandesas, con lo que Distorsiones es sin lugar a dudas, no solo el mejor blog sin premios en castellano sino que además es la bitácora en la que más se habla de cine holandés, el cual, por suerte o por desgracia, casi nunca sale de las fronteras del BeNeLux. Aunque en el verano nadie se arriesga a estrenar una película para adultos en holandés y lo único que hay en los cines son películas infantiles en este idioma, hubo una que apuró al máximo y llegó a la cartelera a mediados de julio. Se trata de De Reünie y por descontado, jamás se estrenará en España, ni siquiera perse a que tradujeron el título al español y la llamaron truscoluña no es nación.

Una julay está más desquiciada que la Princesa del Pueblo de Telajinco

Una tipa que regresa al trabajo tras estar unos meses ausentes por stress, agotamiento o como quiera que se diga, se da cuenta que el trabajo se la suda, que no tiene amigos allí y que el único que le interesa es un tipo en la oficina que en sus tiempos de adolescente era amigo de su hermano. La chama comienza a fornicar con él y eso y debe decidir si quiere ir a una reunión de los chamos del instituto. A vueltas de todo esto le viene al cabezón los recuerdos de su mejor amiga y enemiga, una pava más mala que Angela Channing que le hizo la vida imposible y que desapareció sin más.

Bueno, como esto no lo va a ver nadie, lo digo desde ya y así ahorramos energía. Al final resulta que la desquiciada esta estaba rebotadísima porque su amiga le dio la espalda y la mató después de que le diera un ataque epiléptico o algo parecido. El problema es que para llegar a eso tenemos que sufrir una hora y media de tortura. El director eligió el sistema de los flash-backs que aquí no funciona en absoluto. Salta del presente a la juventud de las pavas sin tón ni són y mata la continuidad de la historia. Hay personajes que se intuyen importantes pero por razones desconocidas, los recortaron tanto que mejor los habrían quitado, como el hermano de la chama, que parece un personaje importante en todo el relato pero del que te quedas sin saber muy bien de qué va. La protagonista da bandazos, el macho que la empala no tiene ninguna química con ellas y hay ratos que más bien que parece que lo que quiere es matarla. Con todo este desaguisado, la película acaba aburriendo.

Jamás saldrá de las fronteras holandesas así que ni un solo miembro del Clan de los Orcos o ningún sub-intelectual de GafaPasta tendrá que sufrir y pasar lo que yo pasé.

Hace la tira de años, allá por marzo del 2007, comentaba en éste el mejor blog sin premios en castellano la película Paris, je t’aime, la cual básicamente me pareció sosa y aburrida. Un par de años más tarde hicieron otro experimento con Nueva York y aunque lo voy a ver todo, el recuerdo era tan intenso que esa me la salté y opté por ver cine malo de terror, que con ese al menos tengo la esperanza de que funcione. Parece que el que cuida la vaca pensó que le podía sacar más leche y se les ocurrió llevar la historia a Rio de Janeiro y como estoy aprendiendo portugués y me venía bien para practicar, aproveché y fui a ver Rio, Eu Te Amo, la cual en Holanda se estrenó con el título de Rio, I Love You y que por suerte para los españoles, no se va a estrenar en ese país, ni siquiera con el título de truscoluña no es nación.

Un montón de comemieldas julays maman del frasco de Carrasco

Cuando la película comienza, lo que te queda clarísimo es que aquí un espabilado consiguió que una ingente cantidad de acarajotados en cargos públicos brasileños diera dinero para producir una película. El tema, supuestas historias de amor, diez o once de ellas, rodadas en diferentes barrios de la ciudad y en muchos casos, con extranjeros que se ganaron unas vacaciones pagadas allí sin aportar mucho.

Si alguna vez quisiste comprobar lo que se puede sentir cuando te exponen al tedio y la mediocridad casi absolutos, lo único que tienes que hacer es ir a ver esta película. Al ser once historias y durar ciento diez minutos incluyendo los títulos de crédito, cada director tiene unos ocho o nueve minutos para desarrollar su concepto. Salvo uno, los demás fallaron miserablemente. Los actores estaban allí por la juerga, las vacaciones y el dinero fácil y a ninguno le interesa lo más mínimo hacer algo decente. La ciudad ni siquiera encandila ya que eligieron rincones mediocres, obscuros y peligrosos y el resultado es más bien que hay cientos de lugares mejores en el mundo y Rio de Janeiro es uno a evitar a toda costa. Los segmentos en portugués son tan patéticos como los rodados en inglés. No hay una línea que nos lleve de uno a otro así que saltamos cruelmente cada poco tiempo. Con mierdas de guiones, con una estructura narrativa mierdosa y con unos directores ahogados en su propia mierda y en la ajena, la película es una mierda en un bonito envoltorio que no puede ocultar el olor a mierda y que al abrirlo nos descubre … mierda.

Esto se lo pones a un miembro del Clan de los Orcos y lo matas ipso facto. Si obligas a un sub-intelectual de GafaPasta a padecer esta cosa, se arrancará los ojos del disgusto.

En los últimos años, el estudio de animación Pixar parecía que estaba perdiendo fuelle. Después de una serie inimaginable de clásicos que llegaron a los cines uno detrás de otros, parecía que se conformaban con segundas y terceras partes, más bien mediocres y con ordeñar la vaca todo lo que podían. Pese a eso, yo soy de los que no me pierdo una de sus películas y así fue como fui a ver Inside Out, la cual se estrena en España la semana que viene con el título de Del revés.

En el interior de la cocorota de una julay púber pasa de todos

Al parecer en nuestros cerebros hay como unos mini-yo que son los que determinan nuestras emociones y sentimientos. Según vamos creciendo ellos también evolucionan y se va creando nuestra personalidad. En el cabezón de una niña, la felicidad intenta mantener el cotarro hasta que la familia se muda a San Francisco y la chiquilla se desquicia toda. En un viaje por sus interiores, la tristeza y la alegría tendrán que encontrar la manera de volver a encarrilar a la pava.

Esta es una de esas historias cuya trama resulta difícil de entender. Hay que ver la película para vivir la inmersión en la vida de otra persona y descubrir que las cosas se pueden contar de varias maneras. La película es simplemente impecable, una perfecta combinación de una buena historia con unos dibujos animados fantásticos y poco más. Pasas de la risa al drama en instantes, de los recuerdos de cosas que vivimos hace un montón de tiempo al presente, de lo triste a lo alegre, vamos como en una montaña rusa que no deja de dar bandazos y por extraño que parezca, la cosa funciona perfectamente. En el corazón de la historia está el viaje por los recuerdos de la niña que hacen la alegría y la tristeza y en el que descubrirán que tienen que trabajar juntas para tener éxito. Hay un montón de emociones en este relato que resulta casi como un cuento de los que escuchábamos cuando éramos niños pequeños. No creo que funcione completamente con niños muy pequeños porque aunque sea animación, hay muchísimas ideas demasiado avanzadas para ellos en esta historia. Es también una de esas películas que o funciona con uno o la detestas, no creo que tenga término medio. Aparte de entretenimiento, con esta película parece que nos pretenden educar, hacernos prestar algo más de atención a lo que hay a nuestro alrededor, a la gente y celebrar la diversidad, la variedad que es lo que nos hace únicos e irrepetibles.

Si los niños ya están algo talluditos, esta es una película perfecta para pasar una tarde en el cine con ellos. Los más lerdos de los miembros del Clan de los Orcos no tienen capacidad neuronal para absorber el relato pero igual se entretienen con los colores y los movimientos. Los sub-intelectuales de GafaPasta sí que no tienen una excusa para no ir a ver una película que si hubiese justicia en Hollywood, estará entre las nominadas al Oscar de este año.

El lunes tenía entrada para una de las sesiones especiales que la cadena de multicines a la que estoy abonado hace cada mes y medio. Es un estreno exclusivo, solo para aquellos que tenemos la tarjeta del cine y además de ver la película, puedes ganar algún premio y te dan comida y bebida, en este caso, un paquete de cotufas enorme y una cerveza Grolsch. La película era lo único flojo en la oferta, la segunda parte de la película Ted y cuyo trailer, barrunta pallufo que no veas. Por supuesto eso no me detuvo y así fue como vi Ted 2, la cual se estrena en España esta semana con el mismo título.

El julay de peluche se casa y quiere preñar a su hembra sin un rabote que no veas

El humano del dúo ya se ha divorciado de su pava y está deprimido y el oso de peluche se casa y quiere tener un hijo, lo cual al parecer activa las alarmas del gobierno, que por fin se entera de que hay un oso de peluche que habla y lo meten en juicio para demostrar que es solo la propiedad de alguien y no un ser vivo. Ayudados por una abogada guapa pero lerda que no veas, tendrán que desenredar el entuerto y hasta un ciego sabe quién será el que le ponga la pierna encima a la abogada.

Todo lo fresco y original que tenía la primera película se ha perdido. La idea no es nueva, todos la conocemos y necesitan mucho más para mantener el tinglado. El problema es que no lo tenían. Hay un par de momentos geniales y también hay muchos de más-de-lo-mismo. La escenas parecen demasiado forzadas en algunos momentos y toda la traca final, que aprovechan para hacer en una de esas convenciones de frikis que hacen en América y en las que la gente va vestida según sus héroes favoritos, es previsible y lenta. Yo sigo sin saber a ciencia cierta si el protagonista humano es Matt Damon o Mark Wahlberg y de verdad, de verdad que creo que son la misma persona que hace el papel de dos actores, como cuando Superman se ponía las gafas y la lerda aquella que trabajaba con él no veía que es el mismo tío. La película no llega a aburrir pero tampoco a encandilar. Se queda en tierra de nadie. Seth MacFarlane vuelve a ponerle la voz al bicho y a dirigir y quizás ese sea el problema, que por más que lo intente, no tiene lo que hay que tener para ser un buen director, se centra demasiado en su personaje y se olvida del resto. El humor de la peli casi siempre va por la ruta de lo grosero, zafio y vulgar peor incluso ese camino, fácil y que siempre funciona, les falla. En fin, que no lo lograron.

No creo que esto divierta a los miembros del Clan de los Orcos. Tampoco es el tipo de cine para los sub-intelectuales de GafaPasta. Básicamente, una película para ver si la dan por la tele y no tienes nada mejor que hacer.