Ca’ Rezzonico es otro palacio a la vera del Canal Grande, en el sestiere de Dorsoduro. Se construyó en el siglo XVII (equis-uve-palito-palito) y en la actualidad hospeda el Museo del siglo XVIII. El edificio es espectacular y su visita debería ser obligatoria. Al entrar retrocedes en el tiempo y recorres salones con frescos y obras de arte preciosas y siempre tienes presente que estás en un edificio que es una obra de arte en sí mismo. Tiene un salón de baile con una lámpara de araña colgando del techo que puede haber servido perfectamente de inspiración para los de las películas de Disney. Tras una azarosa vida y habiendo cambiado de manos un montón de veces (y teniendo en su historia hasta el músico Cole Porter, el cual lo alquiló en los años veinte por cuatro mil dólares al mes), el edificio pasó a formar parte dle patrimonio de la ciudad y lo decoraron con la colección de muebles y obras de arte del siglo XVIII (equis-uve-palito-palito-palito) que estaban en otros palacios, con lo que tanto el edificio como su contenido van a juego. Vuelvo a repetir por si alguno se despista que este es un punto de parada obligatorio, merece la pena visitar este museo.
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Callejones vacíos en el club de las 500
Si visitas Holanda y no reservas al menos un día para ir a ver Volendam y Marken, te irás sin descubrir uno de los rincones más pintorescos de este país. En primavera y verano (y parte del otoño) es posible además cruzar en barco desde Volendam a Marken, un paseíllo precioso. Ambos villorrios son totalmente opuestos, uno habitado por católicos y el otro por protestante y al pasar de uno a otro verás las diferentes costumbres que tienen. En Marken, lugar que fue una isla hasta hace unos años y en donde no habían coches, las casas de madera estaban muy pegadas unas a otras y quedaban separadas por estrechos callejones como el que vemos en la foto de hoy, la cual la hice en julio del 2006 y la vimos en la bitácora por primera vez en julio del 2008 en la anotación Callejones vacíos. Hoy le damos la bienvenida al Club de las 500.
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Fondaco dei Turchi
El Museo di Storia Naturale di Venezia está ubicado en el Fondaco dei Turchi, un palacio de estilo gótico veneciano que da al Canal Grande. Este palacio se construyó en el siglo XIII (equis-palito-palito-palito) y durante un tiempo se usó como residencia para los dignatarios que venían a la ciudad. Después, entre comienzos del siglo XV (equis-uve) y el 1838 fue usado como gheto de los turcos en Venecia, con todos los ciudadanos de ese país bajo el mismo techo. Por supuestísimo les limitaban las horas de entrada y salida y algunas otras cosas. Lo restauraron entre 1860 y 1880 y se usó primero para hospedar la colección que hoy se encuentra en el museo Correr, el cual está en la Piazza San Marco. Como lo del museo de historia natural no me interesaba demasiado, me limité a hacerle fotos por fuera y seguir mi camino.
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Chimeneas en la Casa Batlló en el club de las 500
Para mí Barcelona es una ciudad bonita por la obra de Gaudí. Sin ella no es un lugar al que me gustaría volver. Tiene todos los defectos de la otra gran ciudad española y ninguna de las virtudes de algunas ciudades Europeas que han conseguido alcanzar el equilibrio entre los peatones y los vehículos. En febrero del año 2007 estuve unos días con mis padres y nos pateamos la ciudad de lado a lado y por supuesto, fuimos a todos los edificios y obras de Gaudí para hacerles cientos de fotos. Una de ellas la vimos en la bitácora en abril del 2007 en la anotación Chimeneas en la Casa Batlló y hoy le damos la bienvenida al Club de las 500.