Este año mi rutina de viajes está algo cambiada por circunstancias que no voy a comentar por aquí aún y también por lo de la reorganización, que si me van a dar la patada, aprovecho y empato las vacaciones. Pese a eso, me daba pena perder los escasos días festivos que tenemos en los Países Bajos y los dos últimos eran el jueves de la Ascensión del otro Elegido y el lunes de Pentecostés, que en los Países Bajos se llama el segundo día de Pentecostés. Mirando en las aerolíneas que hacen las rutas desde Holanda a Gran Canaria, encontré que podía viajar con Tuifly, ya que transavia, que es la habitual, tiene precios escandalosos y además ahora cobra un montón por el equipaje de mano. El único problemita lo tenía en el regreso al norte, ya que si quería volver por Ámsterdam, el avión llegaría al aeropuerto sobre las tres y media de la mañana del martes y entre el tren nocturno y demás, regresar a mi keli sería una pesadilla y el martes tengo que trabajar, así que elegí un regreso más exótico al aeropuerto de Groningen (Groninga), en el noreste del país y que llega allí a las cuatro de la tarde y después me tomará dos horas y media llegar a mi keli, pero lo haré por la tarde y el martes estaré tan fresco como la compresa de una menopaúsica. La ida también me venía perfecta porque entre los dos vuelos que podía elegir, opté por el de la tarde, que lo de levantarme a las dos de la mañana para ir al aeropuerto y salir a las seis ya no me convence nada si hay alternativa.
Así, el jueves de la Ascensión, me levanté a las siete y media, me fui a correr, me di un gran desayuno de los campeones, preparé mi mochila en cinco minutos y me relajé hasta que me tocaba marcharme, después de las once de la mañana. Además, reservé hora para pasar el control de Inseguridad a las doce y media, justo dos horas antes de volar, que la reserva es gratuita si la haces en la página del aeropuerto, aunque los tontos y acarajotaos compran eso mismo por las páginas de las aerolíneas de bajo costo y precios abusivos porque son tan bosmongolos que no saben que el aeropuerto permite la reserva gratuita. Fui andando desde mi keli hasta la estación de tren de mi barrio y allí pillé el tren y con tanta suerte que pude hacer una conexión rápida y llegué al aeropuerto quince minutos antes de la hora prevista, con lo que hice alguna compra de ultimísimo segundo y después, fui a donde los del control de inseguridad, les enseñé mi código KúeRre y en noventa segundos, quizás menos, estaba al otro lado mientras los tontos y los pobres hacían su media hora de cola.
Busqué la puerta de salida de mi avión, llené de agua gratis total mi botella de agua y me apalanqué por allí a esperar la hora del embarque. Al Ancestral le alegrará saber que me asignaron en la lotería de asientos uno de ventana, con lo que hay vídeos que veremos cuando les llegue su hora, que los próximos vídeos de aviones, una vez terminemos con las inmersiones de enero, serán el de regreso a los Países Bajos de enero, los de la visita a Málaga de febrero, después tendremos la ida a Gran Canaria en marzo y tras ese, tendremos más buceo hasta el regreso de marzo y a continuación el vídeo de este vuelo.
El embarque fue caótico porque meten primero a los de sillas de ruedas y las familias de niños de HASTA dos años y algunos de los chiquillos supuestamente menores de esa edad, tienen pelos hasta en los güevos y se afeitan hace cinco años, vamos, como los moritos menores que entran en España y que resulta que tienen más de cuarenta tacos y se hacen pasar por menores. Mi asiento era en la punta de atrás del avión, un Boeing de los del modelo ese al que se le caen las ventanas y así. Cuando acabó el embarque, el chófer anunció que despegaríamos por la maldita Polderbaan, con lo que el vídeo para llegar al despegue duró como diez minutos, que fue los que tardamos en cruzar dos autopistas y recorrer varios kilómetros. Una vez en el aire hubo una toma muy linda de la zona, toda verde porque en mayo NO HAY TULIPANES, algo que los bosmongolos no saben y se vienen a los Países Bajos aprovechando el puente del uno de mayo y después se van disgustados porque no vieron ninguno.
El vuelo fue raro porque en lugar de ir sobre Francia, nos fuimos hasta Brexitlandia y bájamos desde allí hacia Galicia, con lo que intuyo que los gabachos estaban de huelga de nuevo. Al pasar junto a Lisboa la vista era espectacular y también grabé un poco. Después ya seguimos por el océano Atlántico acercándonos a Gran Canaria y llegamos en hora. Al estar en la fila treinta de un avión petao, tardé un montón en salir. Lo mejor fueron tres moras-de-mielda en la fila veintinueve que pretendían que las dejaran pasar hasta la puerta delantera para irse ellas antes y un rubio cabeza-de-queso les explicó que si no tienen educación, que se regresen al desierto del que jamás debieron haber salido y se negó a dejarlas pasar y además se aseguró que todo, repito, todo, trípito, todo, cuatripito, todo el avión por delante de él se había vaciado antes de moverse, que aquellas jalal estaban que se las llevaba el profeta follador de niñas de la rabia. Yo iba detrás de ellas procurando poner zancadillas y si se terciaba, algo más. Después de abandonar el avión los neerlandeses están en desventaja porque yo conozco el aeropuerto y salí por patas, enfilé a la parada de guaguas y allí tuve que esperar veinte minutos para que saliera la que va desde el aeropuerto hasta las Palmas de Gran Canaria.
El viaje en la guagua fue sin incidencias reseñables y desde donde me dejó la susodicha, pateé hasta la keli de mi madre y así, en el día de la Ascensión de Cristo, yo ascendí también a los cielos, crucé tres mil seiscientos dieciocho kilómetros y descendí en Gran Canaria, lugar en el que estoy y en el que ya he ido a bucear dos días y me queda un tercero, que el Ancestral si se me acaban los vídeos de buceo le entra la ansiedad. Ahora que cruce los dedos para que me toque asiento de ventana que si no, no veremos el aeropuerto de Groninga, que es minúsculo.
4 respuestas a “Volviendo a bajar a Gran Canaria”
Espero que tu compresa de «ancestrala» esté fresquita por falta de funcionamiento y puedas filmar con comodidad sacando videos espectaculares, como casi siempre, a los de buceo, por mi que les den mucho…
Ya he visto tus heladitos, y que insoporTABLE envidia me entra, lo que me hace ir al super a comprar cajas y cajas… 🙂
Estoy seguro, que como siempre, te lo vas a pasar genial… 🙂
Salud
Genín, en casa de mami siempre está uno genial 😉
Virtu, si es cierto, y me alegro mucho por el cada vez que viaja a Africa… 🙂
Desgraciadamente hace muchos años que yo ya no lo puedo hacer, solo con el recuerdo, todas las noches… 🙁
Salud
Pues el recuerdo también es importante, no has visto Coco?
En mi caso sinceramente no me lo quiero ni plantear, tiene 64 años…. falta muuuucho todavía.
Cuando mi niño era muy pequeño y pasó por la etapa de miedo a la muerte parental se lo planteaba así, falta muuuuuuucho…. 😀