Lo último que me esperaba encontrar al subir al globo en Angkor Wat era una pava con miedo a las alturas. Mi viaje fue con un grupo de chinas y mientras las otras recorrían la plataforma circular haciendo fotos y usando sus móviles a destajo para retratarse en todo tipo de posturas, una permanecía aterrorizada tal como se puede ver en la foto y estuvo así hasta que el trasto estaba de nuevo anclado y bien anclado a tierra. Para más inri, la pobre julay estaba mirando hacia el lado equivocado y en lugar de los templos de Angkor Wat, miraba hacia el aeropuerto internacional de Siem Reap. Visto como temblaba y la cara de sufrimiento, no creo que haya demasiada diferencia ya que dudo que fuese muy consciente de lo que sucedía allí.
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Angkor Wat desde el globo
Apurando al máximo mi objetivo 24-70mm conseguí esta foto de Angkor Wat mientras el globo descendía. Vuelve a fascinarme como el templo se camufla en la jungla con sus torres con forma de flor de loto. La imagen está hecha desde un kilómetro de distancia y ya hay que prestar atención para verlo desde el aire. Desde el suelo es sencillamente imposible porque los árboles lo cubren todo. La subida en globo para hacer algunas fotos en Angkor Wat es extremadamente barato y aunque no tiene la sensación de libertad que imagino ha de producir un globo mientras circula libremente por el cielo, tampoco te clavan los trescientos dólares que hay que pagar en Bagán por el privilegio.
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Feliz Navidad
Después de siete años usando la clásica imagen de las velas encendidas en la catedral de Colonia que podéis ver por ejemplo aquí, este año son las escalinatas de la Piazza di Spagna las que me sirvieron de soporte para la foto, con el árbol de Navidad que preside el lugar y al fondo la iglesia de la Trinità dei Monti y el Obelisco Sallustiano. Como siempre, espero que se cumplan vuestros deseos y que paséis unas fiestas excelentes en compañía de aquellos a quienes queréis.
Feliz Navidad
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Angkor Wat escondido en la jungla
Desde lo alto y pese a estar a un kilómetro de distancia, Angkor Wat se camufla perfectamente entre la vegetación y viendo esto, uno se puede creer que estuviera perdido durante la tira de años. Aquí no es que haya jungla, es que los árboles crecen como hierba mala y lo ocupan todo. Varios de los templos que vimos durante la serie de Angkor Wat están ahí, ocultos entre los árboles y a saber cuántos otros están por aparecer. Para llegar al globo fuimos por una ruta alternativa, ya que ese día no tenía permiso para acceder a la zona arqueológica de Angkor Wat. El coste de la entrada a la zona es de veinte dólares por un día, cuarenta por un pase de tres días consecutivos y sesenta por un pase de siete días. Si lo divides entre la cantidad de lugares que puedes visitar, a menos que seas güevón y te guste sentarte a descansar cada momento, el precio es de pura risa.