Distorsiones

Cuando vi por primera vez el trailer de la película que voy a comentar, inmediatamente reduje mis expectativas un cuatrocientos por ciento porque todos sabemos que no hay nada más falso, aparte de truscoluña, que no es nación, que un trailer de una peli de terror, que te lo ponen todo como de miedo y cuando finalmente la ves, descubres el engaño. Por eso ni me molesté en ir el primer día, o el segundo, bueno, por eso y porque esos días la ponían a las diez de la noche y me da pereza volver a mi casa después de la medianoche y tener que ir al día siguiente a laburar. La película se titula Talk to Me y en España se estrenó la semana pasada como Háblame.

Unos julays reposeídos desde Raticulín las pasan putas.

Tenemos que unos chavales australianos, en lugar de fumar porros y ver pornografía en Internet como todo el mundo, se juntan para agarrar una mano embalsamada de una médium y durante noventa segundos, dejar que los posean espíritus, mientras los demás los graban para el cachondeo. La cosa se desmadra cuando superan el límite de noventa segundos que alguien dice que es por seguridad y después un adolescente se desmadra a darse hostiones a sí mismo reposeido por algo raro.

Como casi siempre con este tipo de cine, estamos en el formato de la hora y media, aunque tardamos en llegar al terror porque primero tenemos que conocer a los personajes y a sus familiares más cercanos que no nos interesan. Para cuando llegamos a la reunión de amigotes, que ellos llaman fiesta pero que más bien parece una tertulia, estamos super-preparados aunque no sabemos qué va a suceder. Hay dos puntos de vista. El que agarra la mano y dice lo de Platéame, de repente ve un espíritu delante, que puede ser horrendo, putrefacto y todo lo demás y cuando le da permiso para que lo posea, el susodicho se le mete en el cuerpo y los demás intentan hablar con él y el espíritu ese igual hace cosas. La visualización de los espíritus es asquerosa, pero en la posesión sí que hubo momentos genuinos en los que te acojonas, no con todas las posesiones, con algunas de ellas, son flipantes, como las del adolescente o la de la protagonista. Después, según avanza la historia, nos embarcamos en una movida hospitalaria que para mí que la podrían haber aligerado algo porque se hace demasiado melodrama, aunque por suerte al final vuelve a haber algo de terror.

Resulta difícil de creer pero es una buena peli de terror y mucho me temo que será el inicio de una saga de tropecientas películas, aunque el problema es que las sucesivas ya no darán miedo. Esto le encantará a los miembros del Clan de los Orcos, que además llevarán a sus hembras para el ritual del magreamiento. Cualquier sub-intelectual con GafaPasta jamás se prestará a ver algo así.

De repente a los de la cadena de multicines a la que estoy abonado les ha dado por volver a poner pre-estrenos sorpresa todas las semanas y además en verano, algo que no hicieron nunca jamás y que imagino que es por culpa de la huelga de actores, que las pelis sin promoción de sus estrellas están languideciendo en la cartelera. Tampoco es que estén poniendo cosas super-hiper-mega conocidas, que la de esta semana nos descolocó a todos porque yo creo que nadie en el cine sabía de la existencia de Bank of Dave, la cual al parecer se estrenará en España en septiembre pero en las plataformas digitales y tales y tales como El banco de Dave y me parece que será en la plataforma de la letra que va después de la eMe de truscoluña no es nación.

Un julay se empeña en tocarle los mondongos a un puñado de bosmongolos.

Tenemos un pavo de barriada periférica inglesa, que tiene algo de pasta y que se empecina y decide abrir su propio banco, en un país en el que no ha recibido autorización para abrir ningún nuevo banco en los últimos ciento y pico años, que lo de la banca es un club de mafiosos y criminales muy selecto y no quieren extraños. El pavo contrata a un bufete de abogados y un panoli acarajotado sube allá arriba y como que se termina encariñando del Dave y de una pava a la que le quiere poner la pierna encima y de ser posible, el cipote bien dentro, como hasta los pelos de los güevos de bien. Aquí veremos todas las peripecias para conseguirlo.

Al parecer esto está basado en una historia real, aunque ya al inicio dicen que está como inspirado, más que basado en la letra pequeña de lo que sucedió. Es más bien como un telefilm, en el que tenemos un panoli al que se le antoja abrir un banco para ayudar a sus amigos pobres, un panoli abogado que lo tiene que ayudar y que parece un friki y que pese a que no quiere hacerlo, cuando huele de cerca el coño de una pava local en el hospital que resulta ser familia o algo así del chamo del banco, ya se encoña y pone empeño en ayudarles y por supuesto, con mucho drama, con mucho karaoke cutrísimo y finalmente con mucho juicio con el que los ricos y poderosos intentaron impedir la creación del banco y hasta con un concierto para recaudar dinero o algo así. Esto es siempre muy agradable y está bien hecha, pero no deja de ser un telefilm y personalmente, pienso que el que hace de abogado está mal elegido, carece totalmente de carisma y es como un objeto raro que está presente en la película, pero de alguna forma, no la termina de cagar.

Esto se lo pones a un miembro del Clan de los Orcos o a un sub-intelectual con GafaPasta y a ambos les da el mismísimo jamacullo. Dicho esto, es perfecta para una digestión lenta de sobremesa de fin de semana.

El otro día pusieron en el cine una peli de Bruce Lee para celebrar los cincuenta años de la peli, que al parecer fue la primera que hizo para el cine occidental y tal y tal y la que le dio la fama. Yo como me apunto a ver casi todo, reservé mi entrada y flipé porque el cine estaba petao. Si en algún momento de mi corta vida he visto una película del chamo este, definitivamente la he borrado de mi memoria. Esta película fue la última que rodó el chamo antes de morir, se titula Enter The Dragon y probablemente el Ancestral y Virtuditas la fueron a ver en su estreno como Operación Dragón.

Un julay achinao gime que no veas mientras reparte hostias.

Resulta que un chamo tiene que acudir a una especie de competición en una isla cerca de Hong Kong y lo hace como agente secreto, para desenmascarar al chamo que organiza la competición y que parece ser un presunto criminal. Allí, de día compite y de noche se escaquea buscando pistas, hasta que las encuentra, se monta un pitote que no veas y hay una mega-pelea en la isla que aquello parece más bien un escrache podemita y truscolán.

Esto llama la atención por ver como se hacían películas de peleas hace medio siglo, que resulta que eran super-cutres. Visto ahora, las peleas son coreografías perfectas de baile, son espectaculares, pero se notan demasiado falsas y los grititos que lanza el Bruce Lee no ayudaban mucho, que no me llegó a quedar claro si gemía porque se había puesto un tampón en el orto y le dolía al dar patadas. La película tiene una historia simplona y un final de pura risa, primero bajamos a las catacumbas del complejo en donde vemos unas celdas petadas de viejos y ancestrales, después esos son liberados y suben a pelear y son chavales y chavalotes, se rejuvenecieron con la luz del sol o algo así y hay alguno que yo creo que moría varias veces. Al parecer sale Jackie Chan, que hacía de papel sin frase en la peli y recibía un hostión de Bruce Lee.

No sé yo si esto molará a los miembros del Clan de los Orcos, es demasiado pachanguera y como que no ha envejecido con clase. Definitivamente no gustará pero que nada a los sub-intelectuales con GafaPasta. Una curiosidad.