Imagino que soy la única persona que lee esta bitácora y definitivamente el único que la escribe que en algún momento de su vida se leyó el libro de A Princess of Mars de Edgard Rice Burroughs y por lo tanto, yo debo ser el único que esperaba con ansia la versión cinematográfica del mismo. Cuando por fin la pude ver (y de eso hace más de un mes aunque por razones logísticas no he podido hablar de ella) aluciné en colores y me encantó. Supongo que pretendiendo crear un héroe y que la gente se enganche más fácilmente, la película la titularon John Carter, el nombre del protagonista de la historia y al parecer costó una millonada y nunca recuperarán el dinero así que no creo que veamos las versiones cinematográficas de los otros libros de esta saga.
Un julay que debe esnifar rayas de escayola, se va de excursión a Vecindario y se cree que ha llegado al planeta Marte y allí conoce a un montón de gentuza que no veas
Un ex-soldado es transportado por algún medio mágico o misterioso desde el lejano Oeste norteamericano al planeta Marte. Allí conoce a unos seres de otra especie y se hace muy amigo de uno de ellos. En ese planeta y sin que venga a cuento de nada, se verá envuelto en todo tipo de aventuras y encontrará el amor de su vida en una princesa de un reino en peligro. Con sus nuevos amigos luchará por aquello en lo que cree y verá como su vida cambia totalmente.
Reconozco que cuando comenzó la película estaba un poco perdido porque la primera escena no estaba en el libro y me temí lo peor pero pasados unos minutos de introducción del personaje enganchamos con la entrañable y conocida historia y a partir de ese momento todo fue bien. El protagonista es Taylor Kitsch, un joven que ha salido en unas cuantas películas peor que aún no es muy conocido. El chaval se pasa la película saltando, corriendo, matando, peleando y poniendo ojitos de cordero a punto de degollar cuando ve a la princesa que es lo que se esperaba de él. La historia es muy dinámica y si hay algo que reprocharle sería lo del 3D ya que no aporta nada y se podía haber omitido sin más problemas. Por lo demás es una película de acción como las que se hacían antes, con aventura y más aventura y más aventura y escenas con discursos dramáticos y piba que quiere que le pongan la pierna encima y pibe que se la quiere poner y además incluir los güevos y el rabo y ella que de la vuelta al ruedo con su triunfo. Pese a las más de dos horas que dura no se hace pesada y de no ser por el final, que raleó un poco y quedó demasiado forzado, la habría convertido en una de mis películas favoritas de este 2012. Aún así, estará muy arriba en mi clasificación.
Una película de acción y aventura que debería encandilar hasta al más bruto de los miembros del Clan de los Orcos. Definitivamente no recomendada para intelectuales de gafas de pasta.
