Distorsiones

Estando en Estambul mi amigo el Turco me dijo de ir al cine a ver una película alrededor de la medianoche. El cine es algo que los dos amamos y durante años fue mi compañero de cine, la persona con la que iba todas las semanas al menos una vez, así que aunque en otro país y en otra ciudad, era como volver a un lugar que ambos nos sentimos como en casa. Fuimos a un centro comercial modernísimo en Estambul en el que había un concierto de un famoso grupo pop del país y después de mirar la cartelera, no teníamos demasiadas opciones y optamos por The Uninvited, película estrenada en España como Presencias extrañas.

Una julay hormonalmente desarretada se despiporra y arma la de san Quintín

Una chica vuelve a casa después de haber estado internada en un psiquiátrico tras la muerte de su madre. Su padre mientras tanto se ha enrollado con una chati joven y guapa a la que le pone la pierna encima para que no levante la cabeza mientras se la chupa y la chica comienza a tener apariciones de su madre en las que al parecer quiere vengarse por haber sido asesinada. La joven se desata y como su padre no la cree, tendrá que buscar la verdad junto a su hermana.

La cosa se sintetiza en la cabezada que eché a media película. Por Dios, hablaban y hablaban y hablaban y esto es una puta película de terror, aquí hay que ir matando a un protagonista cada once minutos y reservar al menos tres o cuatro para el gran final y procurar reducir al mínimo los diálogos, que para tertulias ya tenemos la tele pública. Desde el principio se nota que van de listillos y que al final habrá un giro argumental increíble que a los más lerdos les hará abrir la boca con admiración pero a los que estamos curtidos en este tipo de cine no nos hará ni alzar una ceja y más cuando se ve venir el final desde prácticamente el cuarto minuto. Las protagonistas no dan la talla y el conflicto que parecen tener entre ellas es aburrido y estúpido, los mismos calificativos que se le pueden poner al padre de la protagonista, un pollaboba venido a menos que lo hace tan mal que si cortas todos los planos en los que aparece, la película no pierde nada y puede que gane algo. Después me enteré que es un remake de una peli coreana, imagino que llena de protagonistas con unas cabezas como barreños que sorben fideos haciendo ruido y sueltan pollada tras pollada mientras agitan las cabezas mirando a la cámara.

En fin, que mejor nos hubiéramos quedado tomando cerveza y escuchando el concierto porque la verdad que esta es de las que uno desea olvidar desde antes de salir del cine. Absolutamente no recomendada para nadie. No te dejes engañar, no hay terror alguno, solo aburrimiento.