Lindando con la pequeña Italia tenemos Chinatown, el barrio al que los turistas acuden a comprar los relojes Rolex y Cartier falsos y los bolsos de diseño también falsos. Por allí también se consiguen camisetas y otros recuerdos de la ciudad a precios de risa. La mecánica para comprar cosas falsas es muy sencilla. Caminando por el lugar, alguna china o chino te susurrará si quieres comprar un bolso o un reloj y cuando muestres interés te llevarán a la parte trasera de alguna de las tiendas en donde te mostrarán la mercancía y posiblemente tengas que pagar en efectivo. Todo tiene el encanto de lo peligroso y secreto y por más que salgas convencido de la buena compra que has hecho, es un producto falso y eso no lo cambiará nadie. Después irás por la calle con tu bolsa gris o marrón escondiendo el producto ya que si te pilla la policía te pueden multar por comprar cosas falsas (aunque ellos mismos aceptan sobornos de los chinos, que ya sabéis lo honestos que pueden ser los hombres que han de guardar y hacer valer la ley …). En Chinatown también hay muchos restaurantes de aspecto cochambroso en los que podéis probar auténtica comida china y prácticamente cocinada con las mismas condiciones sanitarias que en el país de origen. Se de una amiga que salió del supuesto «restaurante» y se fue a una cadena de hamburgueserías a vomitar porque no aguantaba el hedor que había en el local.
Si quieres ver otras fotos del viaje a Nueva York las puedes encontrar en el álbum de fotos de Nueva York y si quieres leer el relato de dicho viaje, comienza en Desde Washington a Nueva York