Si a alguien le queda alguna duda del tipo de fauna que pulula por los gimnasios, que mire bien la foto. El aceite más fino que se obtiene hoy en día viene de esos antros pecaminosos en los que una multitud de hombres trabajan sus cuerpos sin descanso mientras babean mirando al que tienen al lado y esperan a que vaya a la ducha para seguirlo y dar rienda suelta a sus más bajos instintos. El de la rosa en la boca lo tiene clarísimo, se afianza bien con los brazotes esos en la ducha y que le desatasquen las cañerías. Al que está detrás de él mirando directamente a la cámara es otro de esos que si te descuidas te la meten doblada y sin doblar.
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La joya de la colección
Año 4008 de nuestra era
La Tierra es un lugar sin vida. Un mundo muerto o al menos eso parece desde el espacio. Cuando la nave desciende en nuestra contaminada atmósfera, nada ni nadie la recibe. Rastrean grandes zonas hasta que eligen el lugar para aterrizar, un enorme descampado junto a lo que parecen ruinas de una civilización anterior. El fuerte viento castiga el lugar y levanta nubes de un polvo que sale disparado contra cualquier cosa que intente detenerlo.Los entes que descienden de la nave lo hacen bien protegidos. Se mueven con decisión, usando extraños equipos que lo capturan todo. Mientras bordean lo que fue en su tiempo una ciudad y que para ellos parece un tipo de construcción anodino. En esa periferia hay un pequeño edificio, derruido casi en su totalidad y junto al que se encuentran unas grandes lozas de piedra de diferentes tipos y creando formaciones geométricas. algunas están rotas y en su interior hay unos hoyos. Se acercan y excavan. En la primera no encuentran nada. Lo que quiera que hubo allí ha desaparecido, es polvo y es una pena que no puedan escuchar un viejo dicho de los habitantes de este planeta que decía que polvo eres y en polvo te convertirás.
Se acercan a otra tumba, aunque ellos no saben que es una tumba y quitan la loza que cubre la sepultura. Hay un agujero y al fondo restos de algún tipo de estructura que al contacto con la atmósfera se degrada casi instantáneamente. Quedan dos piezas, dos objetos relucientes, colocados uno junto al otro. Con delicadeza los sacan y los guardan en un recipiente para estudiarlos posteriormente. Aunque buscaron en todas y cada una de las tumbas y encontraron otras cosas, en ninguna apareció algo como aquello. Los expertos, allá en su planeta, escribieron libros e idearon todo tipo de teorías sobre aquellos dos objetos y la importancia de la persona que fue enterrada con ellos. Debía ser alguien poco menos que divino, si al morir fue enterrado con ellos. Definitivamente eran un símbolo de poder.
Cargados de piezas de metal y de todo tipo de piedras con grabados montaron un gran museo para conmemorar aquella civilización muerta y en el centro de todo, en una sala vacía para engrandecer el descubrimiento, pusieron aquellas dos piezas únicas, las iluminaron y uno de sus grandes artistas compuso una música solemne y dramática para acompañar los instantes que pasaban los visitantes en aquel lugar.
Lo que ellos no sabían es que aquello que les parecía tan importante no eran más que los implantes mamarios de la mujer que había sido enterrada en aquella tumba.
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Un estrellón en el AGP
La mayor parte de los lectores de esta bitácora son de natural incultos, lo cual no quiere decir que no sean bellas personas, tengan un corazón increíble y todo lo demás, pero a la hora de la verdad, somos muy pocos los que hemos reconocido al hombre que está en el centro de ese grupo con la mano levantada y una camiseta negra. Su nombre es Gerard Jolin y es uno de los mayores estrellones del cielo neerlandés. Es raro el día que no lo vemos por la tele anunciando productos, presentando programas o cantando, profesión esta que es la que lo hizo famoso. Este hombre además, se escapó un día del armario porque alguien se olvidó de cerrar la puerta y no veas tú el peligro que corren los que se aproximan a él. Si hay algo cierto en esta imagen es que los tres que están en el centro de la foto tienen unas pérdidas de aceite tan abundantes como el Producto Interior Bruto de cualquier república bananera. Si algún día te tropiezas en un callejón oscuro con uno de ellos, protege tu orificio de salida con una buena chapa de acero y corre todo lo que puedas porque como te descuides te la endiñan hasta los pelos de los güevos. Y si quieres ver al susodicho en acción, vete al buscador de buscadores, escribe Gerard Jolin y alucina con los vídeos que hay en youtube del colega cantando no more boleros y otras lindezas.
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Bitios de realidad
Esta mañana llovía copiosamente y hacía un frío inusual para el mes de agosto en Holanda. Estábamos a quince grados de temperatura, en pleno mes de agosto. Decidí ir a trabajar en autobús y de paso recuperar mi Liefde del aparcamiento de bicicletas en el que la dejé y llevarla al taller para que la reparen. En la guagua me encontré con El chino, que acaba de volver de su mes de vacaciones en la China y aún no se ha terminado de adaptar a la vieja Europa. Me acompañó a la tienda de bicicletas y después de dejarla en buenas manos nos fuimos juntos al trabajo. En ocasiones, cuando hablo con gente que lee mi bitácora, no se creen que El chino exista y esto es tan cierto como que vive en mi misma calle y trabaja en mi empresa. Tengo un montón de historias macerándose sobre el mismo, algunas incluso con prueba documental, pero tendrán que esperar a otro momento ya que en estos días lo único que no me sobra es el tiempo.
Al volver del trabajo recogí la bici y tuve que guardar la chaqueta en la mochila porque la temperatura era de unos veintiún grados y lucía un sol radiante. Mientras volvía a mi casa disfrutando del paseo tarareaba y en ocasiones cantaba a grito pelado las canciones del musical Tarzán en holandés, o en algo que suena como tal. Mis ganas de hablar la lengua son cada vez mayores pero he de reconocer que me da vergüenza, me da miedo equivocarme o que no me entiendan, particularmente los que me conocen. Con mis vecinos no tengo ningún problema en hablar el idioma o con desconocidos pero nunca con aquellos que están dentro del círculo de confianza o en su perímetro.
Cambiando de tercio, la última semana de agosto estaré en Gran Canaria, recargando las baterías para afrontar el otoño en condiciones. Veré a aquellos que se quieran dejar ver y únicamente iré al cine si es que hay algo interesante ya que lo más probable es que pueda decir que he visto casi todo lo que está en cartelera.
Y algo que sorprenderá a algunos. Es más que probable que en octubre visite París durante un par de días, quizás tres. Será un viaje de esos familiares, arrastrando a toda la tropa conmigo y agotándolos para que se acuesten pronto y duerman de un tirón. París es una de esas ciudades que no terminan de despertar mi curiosidad, la tengo prácticamente al lado, puedo llegar viajando muy barato y sin embargo no acaba de convencerme. Antes de eso, estaré en Colonia para el Photokina, la mayor feria fotográfica que se celebra en Europa y también visitaré Oostvaardersplassen en dos ocasiones: una para la berrea y en otra para ver los caballos salvajes, los búfalos y también los ciervos. Para cerrar el año sigo planteándome si visitar los Estados Unidos de nuevo o gastar las casi tres semanas que me quedarán en ir a algún otro país, algo más cálido y exótico. Ya veremos ??