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  • Mujer en bicicleta

    1 de julio de 2008
    Mujer en bicicleta

    Mujer en bicicleta, originally uploaded by sulaco_rm.

    En Marken aún se pueden ver algunas mujeres vestidas con el traje típico de la zona circulando por la calle. Cada vez son menos y más viejas, pero si tenéis suerte, las veréis. Al contrario que Volendam, que es católica, Marken es fundamentalmente protestante y pese a lo diminuto de la villa, tiene dos iglesias. La gente en este lugar suele ser muy religiosa.

    En Zaanse Schans o Volendam y Marken tienes mis sugerencias para organizar una visita a esos lugares. Si quieres encontrar abundante información sobre los Países Bajos y particularmente de Amsterdam y alrededores, te sugiero que comiences por la Guía para el turismo en Amsterdam y Holanda y en el Álbum de fotos de Volendam y Marken puedes ver todas las fotos.

  • El día que subí en dos ocasiones al cielo

    30 de junio de 2008

    Los grandes días de nuestra vida pueden comenzar de cualquier forma. Normalmente no los elegimos nosotros sino que son ellos los que llegan y se plantan afianzando sus raíces y haciendo que los recordemos por siempre. El día que todos recordaremos de este año comenzó despertándome a las seis y media de la mañana. Por ironías del destino, volvía a los Países Bajos desde Gran Canaria. A las siete y cuarto ya estaba en la cola de facturación, el único español entre ciento y pico neerlandeses. la chica que se encargó de mandar mi trolley hacia las cuevas insondables del aeropuerto me asignó un asiento en la penúltima fila y me confirmó que la tendría al completo para mi.

    En el control de seguridad solo se hablaba de una cosa, de lo que sucedería esa noche. Nuestro avión llegó a la hora prevista y salimos con precisión digital. Me gusta sentarme en el lado izquierdo del avión para despedirme de mi isla. Veo el puerto de Taliarte, Melenara, Playa del Hombre, la casa de mis padres en la Garita, la playa de la Garita y justo allí los aviones giran y se adentran en el océano dejando en mi retina la imagen de la playa en la que paso tantas horas. Siempre siento que es en ese momento, cuando miro hacia abajo y un escalofrío me recuerda que aquí queda una parte de mi vida, es ahí cuando comienzo a desenredar un ovillo que tiene un fino hilo que me mantiene conectado a mi tierra aunque viva a más de tres mil kilómetros. Después me relajé y aproveché para ver los tres últimos episodios de la primera parte de la temporada final de Battlestar Galactica, una serie que para mí es sencillamente la mejor serie del mundo, la única que me he comprado y que no me canso de ver.

    Hice una pausa cuando alcanzamos el sur de Portugal y el piloto nos avisó. Miras desde allá arriba y parece increíble que se pueda ver la forma de la península Ibérica, ese mapa que aprendimos a dibujar de pequeños. Ves los ríos y sus nombres te vienen a la memoria sin hacer esfuerzo aparente, aunque detrás hay años de recitarlos, memorizarlos y aprender la geografía de un país que algunos niegan.

    La torre Eiffel jugaba a esconderse entre nubes cuando la saludamos y pronto estábamos descendiendo para tomar tierra en Eindhoven, tras pasar sobre Bélgica. La morriña que se activa al dejar atrás Gran Canaria siempre desaparece cuando veo esa tierra verde y maravillosa que es Holanda. Si además aterrizas y la temperatura es de veintiún grados, esto es lo más cercano al paraíso que puede estar cualquiera en este mundo.

    En el aeropuerto tres aviones de Ryanair acompañaban al nuestro de Transavia. Las maletas salieron pronto, algo que siempre me ha gustado de estos aeródromos pequeños. Me acerqué a la parada de autobús y aproveché para hablar con Waiting y ver como iba a ser la cosa. Me dio un disgusto cuando me dijo que íbamos a ver el partido con el Enemigo y no me refiero al marico hechicero ese que tanto gusta de acosar y después hacerse la víctima inocente acusando a sus propias víctimas y lloriqueando para que los cuatro mamarrachos y pela-nabos que no saben de la historia ni el prólogo salten a defenderlo y justifiquen su acoso. No, por enemigo se entiende que hablamos de fans de Alemania que se sentarían con nosotros para ver el partido, compartir mesa y comida porque a tu enemigo ya se sabe que hay que tenerlo bien cerca y a los otros, a esos como el marico hechicero que te desea todo lo mejor siempre mientras busca la forma de clavarte el puñal, a esos despreciadlos, ninguneadlos y borrad su existencia de vuestras vidas.

    Después de hablar con ella le llegó el turno a mi amigo el Rubio que me pedía que fuera a su casa para ver el partido con doce holandeses, que por descontado, iban por España porque aquí, en esta tierra, España está y estará siempre por encima de Alemania.

    Llegué a mi casa, dejé el trolley, saqué los quince kilos de comida que traía, recogí mi bandera española, esa que todos y cada uno tenemos en nuestra casa y particularmente los que vivimos fuera y sentimos los colores de nuestra patria en el corazón y me puse una camiseta roja con el toro de Osborne, ese que hasta los extraterrestres saben a qué país identifica unívocamente y a lomos de la Vanilly, una de las dos bicicletas de segunda mano que dan el cante y que compré para poder dejarlas en el centro de la ciudad (la otra es la Milly) salí hacia la estación de tren. Allí enganché con el tren que me llevó hasta Amsterdam y después de una combinación de transporte público que llegaba con una puntualidad fantástica llegué a casa de Waiting. Ahora que lo pienso, en el mismo día volé, fui en autobús, tren, metro, tranvía y bicicleta. Todo un despliegue para alcanzar mi destino final.

    Una vez en Amsterdam, desplegamos la bandera en la ventana para que todo el mundo sepa que allí se vivía la fiesta. Mientras llegaban el resto de integrantes de nuestra quinta, nos pusimos a preparar la comida con la que picotearíamos. Yo vine cargado con cosillas para hacer montaditos y en un rato los teníamos listos. Entre los asistentes estaba Miguel Pinto otro espíritu inquieto que deja a la gente asomarse a su mundo a través de una bitácora.

    El enemigo, los alemanes, se sentían algo intimidados por nuestra bulla, por los gritos y el escándalo. Ellos son más silenciosos. Cuando comenzó el partido estábamos todos tensos, sobre todo con los diez primeros minutos. después llegó el gol de la victoria y la locura, la cual se pudo oír en varias manzanas porque si la casa no se hundió, fue por los fuertes cimientos que tiene, aunque os aseguro que esa casa hoy tiene al menos veinte centímetros menos de altura porque hemos saltado hasta tocar el cielo, un cielo de felicidad y alegría que nos unió a todos, españoles y hermanos de América. Después del gol vino el sufrir y rezar para que el partido llegara a su fin, gritar una y otra vez con todas esas oportunidades que no terminaban de cuajar y una vez llegó ese pitido que pedíamos a gritos hacia un árbitro al que acusamos de todos los crímenes del mundo llegó la fiesta, la celebración, la liberación de toda esa tensión acumulada.

    Volví a casa en volandas, cruzándome con grupos que recorrían Amsterdam con banderas y pitas, gritando y jaleando el nombre de España. De regreso a mi casa, con la bandera como capa, atravesé Utrecht tropezando con grupos de despistados que volvían muy tarde a sus hogares y que al verme aplaudían y rendían honor a nuestra bandera. Ha sido un día larguísimo, de casi veinticuatro horas, hermoso como pocos, el día que todos juntos subimos al cielo.

  • Los cronocrímenes

    29 de junio de 2008

    A mi amiga Plus no la vuelvo a engañar para ir a ver cine español por lo menos en tres años después de convencerla y poco menos que obligarla a ir a ver Los cronocrímenes, una película de temática fantástica a la que fui solamente leyendo lo que decían algunos críticos y sin haber visto siquiera el trailer. Venía precedida del aura de un director que jamás había dirigido largometrajes anteriormente y que tiene una base de fans en Internet que adoran sus cortos. Para los que busquen un resumen rápido de lo que allí sucedió y no quieran leer los próximos párrafos, es una mierda de película.

    Un julay se multiplica por cero y ni así desaparece el hijoputa

    Yo soy de los que tienen una fe infinita en el cine español. Tropiezo una y otra vez en películas de las que todo el mundo me dice que me aleje. Tiro el dinero, porque al fin y al cabo, cuando sales de una peli con la sensación de haber visto una mierda sientes que has tirado ese dinero que te cuesta tanto ganar. Nada más comenzar Los cronocrímenes, en los dos primeros minutos, ya teníamos la certeza casi absoluta que iba a ser mala. Se notaba en la cantosa actuación de los dos actores que veíamos, algo que chirriaba en nuestros ojos y casi nos hacía lagrimear porque parecían actores de teatro de instituto sobreactuando debido a la falta de experiencia y formación. La historia que nos contaban es la de un hombre que ve algo anómalo en un bosque cerca de su casa, se acerca a mirar y sin comerlo ni beberlo, tropieza con un edificio de alta tecnología sin vigilancia alguna en el que hay una máquina del tiempo que lo manda directamente una hora hacia el pasado y tendrá que resolver un problema que sucede en un tiempo que ya fue y no será.

    Películas con viajes en el tiempo y sus paradojas ya hemos visto muchísimas y aquí quien más y quien menos es un experto en el asunto y se sabe todos los efectos secundarios que se pueden dar. Bueno, hay uno que cree que nosotros, los espectadores, somos tontos del culo y no tenemos ni puta idea de nada y nos monta una historia absurda, realizada pésimamente y previsible a kilómetros de distancia. No hay un solo golpe de efecto en esta película que no veas venir desde un buen rato antes. Todo fue encajado tan exquisitamente que la cagaron hasta el fondo y mataron el interés. Si a eso le sumas que los actores, dos tíos y dos tías, no parecen actuar sino chirriar como puertas viejas y logran molestar a quienes los están viendo por lo cantoso de sus interpretaciones y que la fotografía hace que cada plano parezca excesivamente trabajado y como si estuvieras viendo una película de esas malas de serie zeta, el resultado final va cuesta abajo y sin frenos hacia el desastre. Una película la hace la suma de un conjunto de cosas y aquí, todas y cada una de las partes apestan y el conjunto hiede a pallufo de los malos. En una sala casi vacía en un viernes por la tarde te das cuenta que el boca a boca despedazará y borrará de los cines esta película en un par de semanas.

    Le faltó un punto adicional de mierda para subir a la categoría de es tan mala que es buena, esas películas que dejas de tomarte en serio y con las que te diviertes de lo mala que son. Esta se queda en mala a secas y ni siquiera hablarás de ella cuando la hayas visto.

    Ni te molestes en ir a verla. Mejor gástate el dinero en una cafetería con aire acondicionado y disfruta de una buena conversación.
    3artuditos

  • Made of Honor – La boda de mi novia

    29 de junio de 2008

    El más trillado de los géneros cinematográficos en esta etapa del siglo XXI (léase como veintiuno o equis-equis-palito) es el de la comedia romántica. Supongo que es por los tiempos que nos han tocado vivir y la necesidad de desconectarte y ver algo insubstancial y vulgar, puro alimento para la risa fácil y que uno pueda olvidar fácilmente. Ya he expresado mi admiración con los directores y guionistas americanos por repetir una y otra vez la misma fórmula y conseguir que siempre parezca distinta. En esta ocasión, el producto final les ha quedado algo flojillo. La película se llama Made of Honor y el intelectual acarajotado que se curró la traducción, después de calentarse la única neurona que debe tener durante horas terminó con el patético título en español de La boda de mi novia.

    A un julay le roban el chi-chi que quiere comer y del disgusto casi abandona el metrosexualismo

    En una comedia romántica siempre tiene que haber una historia de amor problemática que al final se resuelve y aquí paz y en el cielo beatas y curas. En este caso comenzamos con dos amigos (chico y chica), que después de conocerse durante la tira de años y de ser como uña y carne, ven cambiar su relación cuando ella se enamora de un millonario escocés y decide casarse con el tipo. Además le pide a su amigo que sea su Dama de Honor en la boda y el colega acepta. Ese mismo día y mientras se pone las cremitas en su cutis perfecto se da cuenta que ella es la mujer de su vida y a partir de ese momento trabajará las veinticuatro horas del día para hacerla cambiar de opinión y que se case con él.

    Esto es como la boda de mi mejor amigo pero con los sexos cambiados y con un protagonista que muchas veces parece que está allí para pasear el palmito y enseñar lo mono que es. Cansa muchísimo ver a Patrick Dempsey flirteando con la cámara para mostrar lo guapo que es, lo bien que tiene el peinado, lo definidos de sus músculos y demás. Joder, también podría actuar y entretener a los espectadores. Recuerdo a ese hombre cuando era un adolescente y hacía pelis de perdedor y friki y tenía una pinta que daba risa.

    El guión es algo soso porque casi todo se ve venir desde millones de kilómetros de distancia y los momentos de cachondeo están muy contados y más bien a cargo de los personajes secundarios, los cuales no tienen mucho espacio para lucirse porque Patrick Dempsey ha de enseñar el palmito tanto como puede. La chica vivirá su cuento de hadas haciendo de tonta calentorra que solo quiere un miembro que la taladre todas las noches del resto de su vida y le da un poco igual si este es escocés, grande y gordo o americano, pequeñito y resultón. La película se anima algo cuando se van todos a Escocia y tenemos un montón de situaciones esperpénticas en un lugar de costumbres muy distintas a las americanas y en donde algunos hablan un idioma que no es el inglés y que supongo que gracias a los milagros del doblaje, se convertirá en gallego o algo parecido.

    Una historia algo floja y en la que faltaron momentos de cachondeo para redondearla y un protagonista demasiado creído de sí mismo hacen un cóctel perfecto para ir al cine con la parienta a la que le quieres hacer una inspección técnica del potorro, y seguro que después de este sacrificio de más de hora y media lo conseguirás.
    6artuditos

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