El cansancio, la borrachera y la desgana me puede así que quiero aprovechar para dejar esta imagen de mi cuenta GMail que muestra la cantidad de Spam que he recibido a lo largo de los últimos treinta días. Hace unos meses superé los 1000 correos de Spam y casi sin darnos cuenta hemos llegado a los 2000. Un recorrido por ellos impresiona por la cantidad de productos médicos que te prometen erecciones memorables, hipotecas prácticamente regaladas y millones a porrillo. También me llaman la atención la creciente llegada de mensajes en Chino, japonés o coreano. Por suerte el filtro de GMail funciona perfectamente y prácticamente no veo ninguno de estos mensajes en mi bandeja de entrada. A aquellos que los mandan les deseo una vida regada de enfermedades incurables, desgracias familiares varias y una muerte lenta y dolorosa vomitando sus propios pulmones.
Supongo que hay nombres y nombres para las direcciones de correo y la mía es una que se presta a la recepción de spam. Aún así, rezaré para que llegue el día en que mi buzón de entrada solo contenga aquello que me manda la gente que me conoce y no hagan falta los filtros para revisar y bloquear el correo.