Tras tres días de obras las cosas empiezan a tomar forma. Las paredes vuelven a estar cubiertas y el trono ha adquirido su diseño final. También se puede ver la pared que ocultará la lavadora. Aún no hay azulejos puestos. Fuera de la imagen está el plato de ducha ya colocado. En ese trono se dilucidarán asuntos de importancia capital para la supervivencia de nuestra especie. Junto a la ventana y sobre la repisa que cubre la lavadora pondré una planta carnívora o en su defecto una muñeca hinchable.
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Cervezas y algo más
Mi amigo el chino ha decidido por sí mismo y sin ayuda de nadie más que mi éxito en la empresa y mi capacidad para sobrevivir se debe a que a mí me conoce todo Dios menor de la compañía y ha optado por laparme hasta el infinito y más allá y pegárseme como un grano a un culo peludo. Hoy había quedado con mi amigo el manager (gerente en español) para irnos al cine y el chino se nos enquistó sin remedio. No había nada en cartelera digno de ver así que modifiqué los planes y lo convertí en una salida de copas. Es increíble como todo el mundo me consiente. Yo debería ser político y dedicarme a llenarme los bolsillos con dinero negro, blanco o del color que sea e involucrarme en todo tipo de corruptelas y posicionar amigos y familias en todo tipo de puestos de alto sueldo y bajo trabajo pero por desgracia mi impaciencia me puede y no soporto la falsedad más allá de lo justo y necesario. Es una lástima porque mis dotes para convencer a la gente son gigantescas e inexplicables.
Con el chino y el otro de acuerdo para ir a beber convencí a mi compañero de despacho para que se nos uniera. El hombre este del que no hablo por respeto es más raro que un trebol de treinta y cuatro hojas. Compró a su mujer en un catálogo, una rusa con hija que por venir con descendencia tenía descuento. La rusa le salió super-mega-hiper ingeniera de complejos hiper-mega-maxi-super secretos y la tía sabe leer, escribir, chuparla y gemir sin que se note que simula. El hombre está contentísimo con esta familia de catálogo de tres euros y ya ni se acuerda de aquellos tiempos en los que estampaba su lefa contra las páginas de las revistas del corazón mientras una gota de sudor le resbalaba por la cara. Ahora folla de gratis (o no si consideramos que tuvo que comprar la familia para poder hacerlo). Posiblemente madre e hija lo dejen en el momento en el que consigan el pasaporte y la nacionalidad holandesas pero hasta entonces que les quiten lo bailado.
Con el equipo formado nos fuimos al Café Dudok, otro lugar legendario muy vinculado a mi vida. Nos pedimos cervezas de trigo belga y nos pusimos a hablar de temas mundanos y a especular sobre nuestro futuro más inmediato. Sobre el chino pesa una gran responsabilidad porque él es uno de los tres últimos chinos que quedan en la empresa y ellos han de mantener el pabellón de su país muy alto. Sobre mí pesa aún una responsabilidad mayor porque yo soy el ?LTIMO representante de España y la gran comunidad Lationamericana. Cuando yo salga por perder en alguna de las próximas rondas de nominaciones el español desaparecerá como lengua de esos edificios, ya no habrá sangre latina que alegre la vista de las rubias calentorras ni se podrán escuchar los Coño, joder, mierda e hijo de la gran puta que ahora suenan como música celestial por el complejo de edificios. Yo no quiero pensar en el tema para no agobiarme, que ya sabemos todos que soy muy sensible a estas cosas.
El chino aún no me ha perdonado que haya puesto una foto de su regalo en mi bitácora. El hijoputa pretendía que lo mantenga oculto y que yo me sienta muy orgulloso de tremendo regalo y yo no me canso de recordarle que es una mierda del copón. Encima esta semana le dio otro de esos trajes horrorosos de botella de vino al holandés que camina conmigo y el hombre en su inocencia se lo regaló a su hija. La chiquilla se agarró una perreta del quince con aquella mierda y ahora el colega anda resentido con el chino por haberle dado esa bazofia de regalo que no sirve ni para contentar a una niña de cuatro años.
Estuvimos dos horas tomando cervezas a un ritmo de tres por hora y he terminado un poco inestable, así que tendréis que excusar mis faltas gramaticales y ortográficas porque mis dedos avanzan solos por el teclado sin que pueda pararme a mirarlos, que esto de tener una velocidad de más de trescientas pulsaciones por minuto puede ser una maldición en ciertas circunstancias como la de hoy. Frente a mí se encontraban dos rubias en una mesa tomando cerveza y juro solemnemente que eran más putas que la gallina turuleta, se pegaron todo el tiempo abriendo las piernas para que les viera esas bragas micronésicas y esos coños peludos después de un invierno sin saludar al señor Gillette. El chino les daba la espalda y se pensó que me reía de él cuando me llevaba la mano a la boca y hacía una risilla en plan Pierre Nodoyuna. Las tías también se reían, se miraban entre ellas y al cabo de un rato volvían a hacerlo. No sé por qué me da la impresión de que si hubiésemos querido a esas dos les limpiábamos las cañerías y les dábamos cuatro biberones de buena leche. Ya sé que yo tengo un atractivo animal para cierto tipo de mujeres, particularmente las ciegas y las inmaduras pero tampoco es plan que se me exciten de esa forma. Hay que tener un poquito más de dignidad y procurar cerrar las piernas, queridas, que el mundo está lleno de muy mala gente y algunos hasta tienen bitácoras en las que lo cuentan todo.
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Baño día 2
Después de la destrucción viene la construcción. La columna del fondo está cubierta. Las paredes de madera aún siguen abiertas y se han llenado de tuberías, aunque no lo podéis ver en la foto. El detalle que quiero enseñar hoy es el tanque del retrete (y el sostén del mismo porque va a estar en el aire) ya está sujeto a la pared. Ese es el cimiento del futuro trono. Allí reflexionaré sobre los grandes temas que me preocupan: las magdalenas, el chimpún y el final de Lost.
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Exorciza ME
Me pongo a mirar lo escrito en los últimos días por estas tierras y se me pone mal cuerpo. Esta página solía ser un reducto de lo soez, ordinario y vulgar, una ventana al insulto fácil y la pollada estúpida que despliega sonrisas de seres tan limitados neuronalmente como yo. Y qué tenemos ahora: quejas del trabajo y chorradas sensibleras que hacen que esto se parezca más a cualquier programa de tarde de esos en los que los fracasados acuden a lavar sus penas entre aplausos de descerebrados y figurantes con estómagos hambrientos de bocadillo.
ME NIEGO, ME NIEGO Y ME NIEGO a que esto siga así. Tenemos que recuperar el espíritu perdido, cabalgar por lo absurdo, desplegar las antenas de lo estúpido y pisotear el sentido común y la corrección siempre manteniéndonos en los límites proporcionados por la gloriosa y fantástica lengua española, la misma que hablaba Jesucristo allá en su Belén natal o Santiago Apóstol antes de emigrar a Galicia.
Si fuera un gerente os echaría la culpa de todos los males que nos asolan. Os diría que es culpa vuestra que la temática sea tan panoli, que la página se parezca a esas otras bitácoras en las que se lamentan porque les duele la punta del nabo o han salido de compras al supermercado y han vuelto a casa tan contentos con un paquete de harina caducada comprado con descuento. Como no soy un gerente también os pienso echar la culpa porque lo creáis o no aumentan las visitas cuando se tratan estos temas personales. Sois como hienas que huelen la sangre y se lanzan sobre una pobre víctima del sistema que soy yo mismo y mi ser intrínseco y caéis en mi página y reincidís porque os gustan estas cosas, os gusta ver a la gente sufrir y padecer y revolcaros en el fango ajeno.
Como no soy rencoroso y soy de espíritu impráctico voy a plantear una solución. Tenemos que exorcizar la bitácora, echar a estos malos espíritus que han capturado mi corazón y mi alma viajera y devolverlos al fango del que nunca tendrían que haber salido. Cada uno de vosotros lo tendrá que hacer allí donde se encuentre y entre todos sacaremos esta gangrena que nos carcome y volveremos a los temas mundanos, a las frases contundentemente ordinarias a las muecas de asco al imaginarnos esas escenas entrañables que solía describir en un pasado no tan lejano.
No nos retrasemos más. Buscad dos velas y traerlas al lado del ordenador. Mejor si son color vino o azul ojos de rubia holandesa deseosa de chorizo cantimpalo. Si sois pobres o limitados en recursos os tendréis que apañar con dos velas blancas e imaginar esos colores. Si ya habéis cruzado el umbral de la insolvencia y el dinero no os alcanza ni para velas tendréis que imaginaros incluso las velas. Poned una a cada lado del ordenador y encendedlas. Apagad las luces de la habitación o de la oficina en la que os encontráis. Inspirar y espirar diez veces seguidas de forma rápida para hiperventilaros y que vuestras chacras se posiciones adecuadamente. He dicho espirar y no expirar así que mucho ojo que no quiero que se me mueran lectores y menos aún tantas veces seguidas. Tras el ejercicio respiratorio dejad las manos caídas para que la energía cuantitativa de la tierra haga lo que le de la gana, aflojad el esfínter y soltar aire que eso siempre ayuda y mirad fijamente a las velas hasta que la imagen de un glorioso jamón serrano pata negra se forme en vuestras retinas. Cuando llegue ese momento estaréis listos para el exorcismo y como sumos sacerdotes de esta bitácora tendréis que seguir el ritual sin dudar un solo instante.
Los hermanos americanos lo harán desde ese grandioso continente, los canarios desde su paraíso frente a las costas del norte de África, los españoles en su piel de toro y los expatriados allí donde se encuentren. La suma de los factores altera el producto si lo logramos y volveremos a reírnos y olvidaremos pronto estas semanas infames de Reality sucks.
Cogeros de las manos virtuales con los otros cientos de hermanos que entran aquí cada día y repetid conmigo:
Por el poder que me ha conferido el gran sacerdote SULACO yo reclamo la atención de las grandes distorsiones. Espíritu de las palabrotas, yo te invoco
Polla ven a mí, Chocho vuelve con nosotros, Julandrón aparécete ante nosotros, Puta sal de allí en donde te escondes y vuelve a tu trabajo.
Por la gloria de mis lamparones yo exorcizo esta página, expulso la realidad, la coherencia, el sentimiento y todo esa bazofia que se ha escondido en este rincón reservado a lo inane.
Por el himen impoluto de la Veneno yo exijo a la maldad, la zafia ironía, la chabacanería y el mal gusto que vuelvan a este su Reino.
[Repetir lo anterior trescientas veintidós veces]
Si todo va bien mis amados lectores volveremos a surcar las aguas de lo mundano e insulso, nos regodearemos con contenidos de baja cuna y penosa cama y levantaremos una o ambas cejas con títulos legendarios que esperan contenido como carne de machorra, leche machanga, leche mangorra, iVagina, pajeando a Miss Daisy, las pollas al sol, cabrón de mierda y muchos más que aún no han nacido pero que ciertamente esperan su momento en algún lugar de mi retorcido cabezón.
Espero que todos hayáis realizado el exorcismo porque tenemos que reencauzar este barco y dirigirnos de nuevo hacia nuestro norte que no se trata de que nos lean muchos sino de que lo que lean esté a la bajura que esperan los pocos que aún se atrevan a hacerlo.