Hoy tenemos una aberración. Al parecer esto se hizo para plataforma digital y tal y tal, concretamente la de la letra Hache de truscoluña no es nación pero alguien pensó que es grandiosa y la han estrenado también en los cines, pero no nos engañemos, es un telefilm y presuntamente, una comedia, aunque puedo confirmar y confirmo que no me reí una sola vez y que durante los cien minutos que dura, hubo gente que se marchó del cine y mira que con lo que cuesta la calefacción, casi que mejor te quedas que allí se está tan calentito y si eso te echas una siesta. La película se titula House Party y no tengo ni pajolera idea de si se estrenará en cines en España, pero espero que no.
Un puñado de julays negros se comportan como gorilas que han olido el coño de la Weaver, pero sin chimpún.
Tenemos dos negros fracasados y presuntamente criminales que trabajan para una empresa de limpieza y cuando descubren que la keli que limpian es de un famoso jugador de baloncesto negro y que no está en su casa, cometen un crimen, uno entre muchos y organizan una fiesta en el casoplón del negro famoso para hacer pasta. A la fiesta acude toda la chusma y escoria negra de la ciudad y hasta de las ciudades de los alrededores y aquello será una debacle.
El humor aquí brilla por su ausencia, no hay una sola escena con la que te rías, eso sí, esto es un producto altamente educativo que se centra en demostrar, sin ningún atisbo de duda, que los negros son criminales, facinerosos, rastreros, gentuzas, viles y de lo peor y lo hacen ellos solitos, que la película está hecha por negros y para los negros. Es increíble como nadie, al ver el montaje final, no ha dicho nada, esto es un anuncio de cien minutos en el que tan mil razones para temer a los negros que hay en tu barrio. Mira que es difícil conseguir que no haya un solo personaje honesto y decente, pero lo lograron y con nota. El director debía estar hasta el moño de drogas porque toma decisiones absurdas, los guionistas quizás aprendieron a escribir tres días antes y aún no controlaban el concepto y el humor, que supuestamente hay, lo podemos ubicar a sesenta y seis galaxias de distancia del mío. En muchos momentos me dio pena por los que puedan ir a ver la película y descubrir que quizás al enemigo ya lo tienen entre sus huestes y no lo tienen que buscar afuera.
Si eres un miembro del Clan de los Orcos, procura no ponerla en la tele en tu keli cuando la den porque definitivamente, te entrará un ataque de rabia y seguro que la rompes. Si eres un sub-intelectual con GafaPasta, esto es una blasfemia. La primera puta mielda del copón del año y una película que le deseo a todos mis enemigos.
