La plantación de Laura es un conjunto de casas. Estaban las que pertenecían a la familia y las de los esclavos. El complejo está rodeado por palmeras Canarias, la Phoenix Canariensis. Parece ser que los Canarios que fueron obligados a emigrar a aquel lugar del mundo llevaron algunos ejemplares con ellos y a los dueños de las plantaciones les gustaban porque son palmeras esbeltas y bastante fuertes. Volviendo a la plantación, aquello es todo verde y los edificios tienen colores chillones. Te podías imaginar a Escarlata corriendo sujetándose el traje esperando que un galán la apalancara en el catre y la pusiera a parir hijos ….
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Top 5 de bodrios españoles
Reanudamos las listas de películas y esta vez no miramos las buenas, sino las películas malas. Acotamos el tema y solo hablaremos de cine malo malísimo español, es decir, aquel que ha sido gestado en la península ibérica. Además, queda excluido todo el cine de José Luis Garci ya que sería injusto y los demás no podrían competir, que este hombre se ha hecho una carrera a base de crear basura. Soy consciente que voy a dejar grandes bodrios sin nombrar porque su título, su trailer o una combinación de los mismos no consiguió atraerme a una sala o porque gracias a Dios emigré y estoy a salvo de la mayor parte de esos pallufos. Yo soy de los que creen que habría que cortar de raíz todas las subvenciones y si no se pueden hacer más de dos películas al año porque no hay dinero o aún más importante, no hay espectadores, pues se hacen dos películas. De esta manera la ley del mercado eliminaría toda esa mierda que mancha las pantallas de cine y quedarían solo los productos que nosotros los espectadores queremos ver. No hay más que sentarse en una sala cuando comienza una película española para flipar con los cinco minutos de productores, mayormente instituciones públicas que tiran su dinero para que cuatro hijosdeputa metidos a artistas hagan esas mierdas. Esos mismos desgraciados son los que gritan para que nos frían a impuestos por comprar CDs, DVDs, Ipods, discos duros y cualquier cosa que pueda almacenar información. Si yo gobernara muchos de ellos acabarían limpiando letrinas en colegios masificados y veríamos si son capaces de hacer algo de provecho por esta sociedad a la que parasitan sin vergüenza.
Una vez ha quedado claro el tema, decir que yo sí que veo cine español y si un trailer me llama la atención no tengo ningún problema en pagar la entrada y ver la película. Eso sí, la mayor parte de las veces salgo del cine acordándome del director, de su madre y de gran parte de su familia e imagino que ellos dirán que yo soy un bruto y un inculto y es culpa mía por no saber apreciar el arte y que su obra está creada para espíritus afines e instituciones entregadas a regalar y dilapidar el dinero de los impuestos de los ciudadanos para subvencionar esas creaciones.
Mi capacidad para recordar basura es muy limitada. Mi cerebro elimina la basura de la misma forma que nosotros vaciamos el cubo cuando está lleno. Por eso no recuerdo mierdas de hace unos años y he tenido que tirar de los archivos para construir mi lista, así que será de productos muy recientes. Si alguien se acuerda de alguno que merezca la pena que lo anuncie en los comentarios. La lista de las cinco peores películas de cine español es:
- El asombroso mundo de Borjamari y Pocholo. Yo disfruto con las comedias chorras y no les hago ascos, pero en esta el listón calló tan bajo que asusta. Intentaron imitar ese estilo de películas americanas pero el tiro les salió por la culata y hay momentos en los que sientes vergüenza ajena por la mierda que estás viendo.
- Cámara Oscura. Supuestamente debía ser una película de terror pero durante los títulos de crédito iniciales algo se torció y acaba siendo un bodrio intragable mal hecho, peor interpretado y tan patético que asusta. Lo mejor son las carreras por el barco pasando siempre por la misma esquina, la cual parece estar por todas partes. Después de un cuarto de hora no puedes dejar de mirar el reloj y rezar para que acabe pronto.
- Tuno negro. Otra película de supuesto terror que acabó como una gran mierda. Mezclaban las tramas estas de tipo de juego de rol y jóvenes universitarios intelectualmente subdesarrollados pero del revoltillo no salió nada bueno. Una mierda de las que se recuerdan mucho tiempo. Hay momentos en los que si me dan un cuchillo soy yo mismo el que mata a los protagonistas para aligerar las cosas.
- Azul oscuro casi negro. Una mierda reciente, con unos meses de vida. Te aburres tanto que si no llega a ser porque en la calle hacía calor y en el cine había aire acondicionado me hubiera marchado. El protagonista consiguió exasperarme con su patética interpretación y el guión si es que lo hubo, hacía agua por todos lados. La sigo recomendando a todos mis enemigos y creo que debería ser obligatorio su visionado doscientas veces y la escritura de una tesis sobre la misma antes de conseguir el permiso de residencia en España. Veríais como caía el número de inmigrantes drásticamente.
- Lucía y el sexo. Dios, que pesadilla más grande. Por ver un puto coño en la pantalla pasé dos horas traumatizado. Aquello no avanzaba, estaba estancado en la misma escena y así una y otra vez hasta el infinito. Le pido al Creador que jamás vuelva a permitir que se junte este equipo a destrozar más celuloide.
Mención honorífica para las siguientes películas que podrían pertenecer a la lista anterior sin ningún problema:
- El refugio del mal. Una mierda de hotel en la montaña. Unos cuantos hijosdeputa sueltos y mucho mal rollo. Casi me producen una úlcera con esta basura. REcuerdo que la vi en el cine del centro comercial de la Ballena y que por los tres Euros que constaba la entrada te daban hasta un cubo de roscas (palomitas de maíz) y refresco. Ni con esas se salva la película.
- Ouija. El mejor ejemplo de película de terror sin sustos que existe. Una banda de gilipollas se pone a jugar a la Ouija para poder morir y ni eso saben hacer bien. Todo amenizado por un cura julandrón y cabroncete que se podría haber despeñado por un risco antes de comenzar el rodaje. Después de cinco años todavía me estremezco cuando pienso que estuve en una sala viendo esta basura.
- Aquí llega Condemor, el pecador de la pradera. Qué se puede decir de este engendro. Cogieron a Chiquito de la calzada y se propusieron hundirlo y casi lo consiguen. La película iba de golpe malo en golpe malo y los decorados se notaba que eran falsos, los actores parecían ir a su propia bola y la música provocaba arcadas. Fue como volver a los bodrios que se rodaban a principios de los ochenta.
Y tú, ¿que bodrios españoles has sufrido?
Otras listas de películas en esta bitácora:
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Caimán
En el paseo en barco que dimos en Henderson vimos un caimán. Era un ejemplar de tamaño mediano. Los tipos que manejaban el barco le tiraron marshmallow (nubes o malvavisco) pero el animal no estaba por la labor de comer y se hundió grácilmente en el agua desapareciendo. Por lo que nos contaron no son animales particularmente peligrosos a menos que te acerques al lugar en donde tienen sus crías. Fue en Abril y el agua aún no estaba muy caliente por lo que no pudimos ver muchos.
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Jennys
Hoy damos un giro de ciento ochenta grados, algo radical y diferente para refrescar un tema algo manido y hablaremos de las Jennys, también conocidas como Yenis, otro de los grupos en los que se divide el amplio universo del Hembrario. Hasta ahora hemos recuperado palabras y expresiones que en muchos casos son usadas por unas mujeres contra otras, todo por culpa de esa envidia que negamos todos pero que está en la base de cualquier relación. Ya se sabe que el mayor enemigo del perro es el propio perro y con una pizca de reglas lógicas y algo de magia extendemos la regla a las marujas de barrio y afirmación demostrada de manera aplastante.
Nuestro idioma se mueve de manera sinuosa y gusta de pescar palabras de otras lenguas y pervertirlas y retorcer su significado para que encuentren una nueva vida. Es lo que le ha sucedido a las Jennys, palabra que llegó del inglés y que originalmente es un nombre de mujer y aquí ha servido para bautizar a las hembras de entre trece y dieciséis años.
Una Jenny es una chavala que acaba de eclosionar y está descubriendo el mundo. Viste casi sin ropa o más bien se desviste para mostrar las carnes y atraer las miradas de los machos circundantes. Les gustan los colores brillantes y su proximidad a la infancia las pone que parecen versiones putorras de la Barbie. Jamás verás a una Jenny andando sola por la calle. Son seres gregarios y se agrupan en manadas que arrasan los lugares por los que se mueven. Las Jennys se dejan notar, primero por la cantidad de las mismas que ves y porque gritan continuamente. Estas jóvenes parecen verduleras, se gritan entre ellas y a cualquiera que vean cerca. Su estrategia de éxito parece centrarse en dar la nota continuamente, ya sea con la ropa, con las carnes que enseñan, con esos maquillajes pasados de vuelta y con los gritos. Sus berridos las delatan y dejan visibles sus carencias. Las Jennys, como cualquier otro grupo que ha evolucionado a lo largo de la historia de la humanidad, han sufrido transformaciones drásticas en su composición. No se puede lograr esos cuerpillos y esas maneras sin pagar un precio y el de ellas está en la falta de masa cerebral. Las Jennys son tontas del culo, carecen de actividad neuronal conocida e incluso las funciones motrices más básicas no se han desarrollado plenamente. Las Jennys no poseen la gracia natural de las jóvenes bien educadas al andar, ellas patean las calles aullando sus ordinarieces y por no conocer, ni siquiera saben hablar su propio idioma, por eso se han inventado el Español compacto también conocido como la lengua SMS. Para una Jenny no hay diferencia entre una «k» y una «q«. Han comprimido el idioma y lo han dejado en un puñado de letras y vocales. Ni lo saben hablar ni por supuesto escribir. Ellas se sienten orgullosas de sus carencias y se revolverán como ratas arrinconadas si las intentas encauzar por el buen camino. Somos nosotros los que debemos cambiar, los que estamos equivocados, los que perdemos el tiempo usando palabras que no pueden comprender y escribiendo con un exceso de letras que no tienen razón de ser. Ellas viven en su mundo abstracto, mandándose sus mensajes y dando la nota allí donde van.
Las Jennys únicamente se separan de la manada cuando están agarradas a un macho, generalmente un pedazo de carne con ojos del que desconocemos si sabe hablar pero que la mayor parte de las veces tiene una motocicleta en la que traslada a la hembra a la que se folla, porque una Jenny no hace el amor sino que folla, se agarra de la polla de su macho y no se suelta hasta que queda satisfecha. La Jenny además no tiene vergüenza y carece de las zonas del cerebro que regulan la discreción y la intimidad así que no es extraño escuchar una conversación de Jennys a más de doscientos metros en la que están contando con todo lujo de detalles su último encuentro sexual. No le hacen asco al sexo y gustan de practicarlo en grupo. Ellas lo ven como una forma de interacción con los de su raza y no le dan mayor importancia. Sin embargo, es muy importante el que los otros miembros de la manada estén al tanto de su vida sexual y por extensión, toda la gene que escucha los gritos mientras cuentan la aventura.
Las Jennys son todo fachada pero tras tanto emperifollamiento y aspecto de Barbie hay unos dientes que jamás han visitado un dentista, un cutis reventado de granos y unos pelos con las raíces más abiertas que el coño de su propietaria. Estas pobres infelices viven sus pocos años de gloria y las que tienen suerte se reciclarán como culo coche y las demás se convertirán mayormente en Potrancas.
Si tienes la suerte de pulirte a una Jenny no te olvides de ponerla a cuatro patas y tirarle del pelo mientras la embistes por detrás abobáncala con música de Reggaeton que es algo que las pone mucho. No te molestes en hablar con ella y si abre la boca, ya sabes lo que le tienes que meter dentro.
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