Distorsiones

  • Inicio
    • Contactar
    • Acerca de
  • Lo imprescindible
    • Visitar Holanda
    • Índice de álbumes de fotos
    • Índice de viajes
    • Recetas de cocina
    • Hembrario
    • El club de las 500
    • Álbum de fotos de bicicletas
    • Álbum de fotos de cervezas
  • Destacados
    • La Arbonaida
    • Comida en fotos
    • Mi herencia
    • uno+cero
    • Visitar Holanda
    • Mis ratos en la cocina
  • Playa de la Garita

    9 de agosto de 2006
    Playa de la Garita

    Playa de la Garita, originally uploaded by sulaco_rm.

    Hoy llegamos a la playa de la Garita, en el municipio de Telde. Una pequeña playa de arena negra en donde suelo tomar el sol cuando visito Gran Canaria. El ayuntamiento la ha adornado con fastuosas estatuas como la que se puede ver en primer plano para recordar a los vecinos que aunque roban de las arcas municipales a manos llenas, también se gastan algunos duros de cuando en cuando en artistas del partido que se aseguran de afear lugares bien hermosos.

  • Trasmallos

    8 de agosto de 2006

    El solitario camino que comencé hace unos meses me lleva hoy a hablar de los trasmallos, otra de las subespecies en las que se organiza el Hembrario, ese proyecto que acabará por consumir la escasa capacidad intelectual de la que puedo alardear. Quiero recordaos que no debéis confundir a los trasmallos con las rebenques, que como ya se dijo en su momento, es el paso necesario para toda hembra que quiera avanzar de niña a mujer, al menos cuando este cambio es visto desde los ojos de otras hembras.

    Los trasmallos aparecen unos años más tarde y de nuevo he de decir que esta palabra es seguramente de uso muy local en las Islas Canarias. Seguro que en otros lugares se han forjado otras expresiones para definir el mismo tipo de comportamiento. En tiempos del caudillo dudo mucho de la existencia de estas hembras. Llegaron con la democracia, el despiporre y el socialismo. Hasta entonces una se casaba y se jodía ‘pa los restos si le tocaba una manzana podrida. De repente apareció la ley que permitía el divorcio y unas pocas pioneras se lanzaron a la piscina de las divorciadas. Eran tías que se habían casado muy jóvenes, o las habían cazado aún de chavalas, seguramente porque les entró algo de frío en el chumino y el miembro cavernoso que crece por fricción que usaron para calentarse acabó vomitando provocado por el olor a pescado y de aquellas leches surgieron esos bombos. Estas chicas no tenían otra opción que casarse con el panoli de turno, generalmente un descerebrado más próximo al mono que al hombre y después de unos años ambos eran infelices, tenían dos chiquillos y no se podían ver. El divorcio les permitió recuperar sus vida.s Ellos salieron en estampida a buscar una nueva lolita a ser posible descerebrada y con labios grandes para que la chupe mejor y ellas se echaron a la calle a recuperar el tiempo perdido. Para ellos la sociedad machista no creo una marca pero a ellas se les reservó la de trasmallos.

    Los trasmallos se ganan ese título cuando llegan a la treintena y de repente son libres, madres y divorciadas. Se ponen los zapatos de tacón, se equipan con una de esas minifaldas minúsculas que no consiguen tapar las bragas, se acoplan un buen top en colores vivos y a ser posible que marque pezones para abobar a los machos, se pintan como indias dispuestas a entrar en batalla, se arreglan el pelo con tanta laca como pueden conseguir y de esa guisa se lanzan a la calle al anochecer. Sus zapatos taladrarán el silencio del barrio y las alcahuetas y marujas las verán pasar desde detrás de sus persianas torciendo el gesto. El trasmallo es visto por las otras mujeres como un caso perdido, un alma errante cuya brújula se ha vuelto loca y no sabe hacia donde debe ir. Ni siquiera saben que sucede cuando sale del barrio parra entrar en batalla pero se imaginan lo peor, que irá por ahí a putear, como cualquier otro arretranco. La realidad es bien distinta. El trasmallo va directa a la discoteca, casi siempre en el día de las mujeres y allí se reúne con otras como ella. Permanecerán en manada bebiendo y procurando que cualquier macho despistado les pague las copas. De cuando en cuando bailarán con los machos que las cortejan, sabedoras de su poder, con sus encantos acentuados por las luces de la disco y camuflados por la belleza que surge de la borrachera. Los machos las idolatrarán y quizás tengan suerte y podrán encontrar otro hombre para calentar sus camas. Mientras llega ese momento, se lo pasarán bien y disfrutarán de las cosas que debieron hacer durante la juventud pero que no tuvieron oportunidad por ese embarazo tan temprano que las sacó de la circulación.

    Aunque en el barrio se le da una connotación despectiva a la palabra trasmallo por parte de las otras mujeres, os aviso que para nosotros los hombres, espíritus insensibles y de una gran simplicidad solo hay que recordar una cosa: los trasmallos entran de lleno en la categoría de follables y eso es lo único que importa. Si te encuentras con una y tienes la oportunidad de enfundarla en caliente no lo dudes ni un momento. Hazte una foto con la cámara de tu móvil para enseñársela a tus amigos y que flipen y puedan envidiarte por haber disfrutado de tremenda pieza. Respeta a los trasmallos porque son madres, mujeres que lo han pasado crudo y porque saben darle a su cuerpo alegría y cosa buena y no como esas bordes que se creen que su chumino es una pieza de museo que no se puede tocar y que solo está ahí para admirarlo.

    Puedes leer más anotaciones relacionadas con este tema en elhembrario

    Technorati Tags: desvaríos

  • Palmera canaria – Phoenix Canariensis

    8 de agosto de 2006
    Palmera canaria - Phoenix Canariensis

    Palmera canaria – Phoenix Canariensis, originally uploaded by sulaco_rm.

    La Palmera Canaria es única. Es resistente, crece muy lentamente y cuando está plenamente desarrollada es preciosa. Sobrevive en las islas tanto cerca del mar como en el interior. Hay palmerales en los sitios más insospechados. De ellas viene la miel de palma, esa delicia culinaria. El ejemplar de la foto vive en Fataga, rodeada de montañas.

  • Hasta la vista, amigo

    7 de agosto de 2006

    Este fin de semana pasado estuve con el Turco. El próximo domingo abandonará Holanda definitivamente y volverá a Turquía. Allí se casará el mes que viene con una presentadora de televisión. Aquellos que han seguido su vida y obras seguramente encontrarán este final, el auténtico, más falso que muchas de las cosas que yo he escrito sobre él. Le debo acabar todas sus historias pendientes y creo que me sentaré un día de estos para trabajar en ellas. El Turco ha sido durante todos estos años nórdicos uno de mis mejores amigos. Hemos pasado un montón de cosas juntos. Andamos diez kilómetros mar adentro hasta alcanzar la isla de Ameland, estuvimos en Madrid de fin de semana largo, hemos visitado Bélgica, Alemania y prácticamente toda Holanda. No era extraño encontrarnos de copas por Hilversum o Ámsterdam. He ido con él al cine más veces que con cualquier otra persona en los últimos seis años. Estuvimos juntos en el concierto de Madonna, en otro de Eminem y vimos a Elvis Costello en Utrecht, visitamos el gran Circo de Asia y alucinamos con los trapecistas cabezudos norcoreanos. Nos lo pasamos bomba en Duinrel con Helen y navegamos en lagos y canales en más de una ocasión. Recorrimos Giethoorn en nuestra falúa medio hundida por el peso de Helen.

    Resulta extraño pensar que alguien que ha sido como un hermano durante todos estos años ya no estará ahí para escuchar tus neuras, que no descubriremos nuevos lugares ni nos reiremos juntos en cualquier peluquería chic de Ámsterdam mientras él intenta que le corte el pelo la chocha que hemos visto y acaba siendo atendido por la maricona fea y lasciva que se esconde en la trastienda.

    El domingo nos sentamos como siempre en la cafetería que está junto al hotel Ámstel y recordamos todos esos momentos. Volvimos a vivir escenas increíbles con un montón de gente que pasó por este país y que ya volvieron a los suyos. Es oficial: soy el único que queda de aquella remesa que llegó a los Países Bajos en el año 2000. Todos han sucumbido a la morriña, al deseo de echar raíces, volver a escuchar su propio idioma y vivir en sus países de origen. ?nicamente un descastado como yo parece que permanecerá en estas tierras. Me alegro por el Turco porque sé que eso es lo que él quiere pero también me da pena perder un compañero de viaje. Ámsterdam se me va a hacer una ciudad extraña, vacía de amigos. No creo que vuelva a menudo por allí. Hay plazas, locales, rincones, que asocio con los míos y ya no quedará ninguno de ellos.

    Por supuesto que intentaré por todos los medios ir a la boda del turco. Ni él me lo perdonaría ni yo deseo faltar. Sé que serán más de trescientos turcos y un único español, el único bautizado y con la religión adecuada para ir al cielo. Su boda promete ser el evento más fastuoso del año 2006 en el hemisferio norte. La flor y nata del famoseo otomano estará allí. Si puedo pasaré unos días en Estambul para hacer algo de turismo. El Turco ya me ha dicho que tengo donde quedarme, que sus padres ya han reservado una habitación para mí en su casa pero me parece muy fuerte quedarme allí. En estos años he conocido a toda su familia. Su hermana vivió en Holanda casi un año y de vez en cuando nos reíamos de ella. La pobre chiquilla nos debe odiar a muerte por las trastadas que le hacíamos. A la madre del Turco la llevé en una ocasión a Groeneveld en un día de invierno con todo helado y alucinó con los canales congelados y el castillo recubierto de hielo. Esa mujer hace las albóndigas de cordero más ricas que he comido en mi vida.

    El Turco se va pero deja una puerta abierta a su regreso. No va a vender su casa. La alquilará. Si alguien está dispuesto a gastarse dos mil quinientos euros al mes podrá vivir en un apartamento de lujo con un dormitorio y medio en una de las zonas más exclusivas de Ámsterdam, con vistas directas al canal Ámstel y a cinco minutos de Rembrandtplein. Ya le he dicho que me parece una pasada lo que pide pero como él dice, el apartamento tiene hasta Home Cinema y ¿quién no está dispuesto a pagar un poco más por esos caprichos? Yo le respondí que Yo no lo estaba y me dijo que yo soy un gitano y no cuento, que cualquier ejecutivo estiloso que venga a trabajar a la ciudad conseguirá que su empresa le pague dicha casa. El Home cinema lo compró de segunda mano a través de una de esas páginas web de venta de todo tipo de objetos. Tuve el placer de acompañarlo el día que lo fue a buscar. El vendedor vivía en una barriada marginal de Ámsterdam, al Sur de la ciudad, todo antenas parabólicas y gente con pinta de maleantes en las aceras. Nosotros con nuestros politos de marca, nuestras gafas de sol fashion y en el BeMeTa del turco con los cristales bajos y escuchando 50 cents a todo meter. Cuando llegamos a la casa del tipo y compramos el Home Cinema yo flipé. Aquel tío seguro que vende cosas robadas porque la casa era un enorme almacén. Nos dijo que permaneciéramos en contacto, que de cuando en cuando tiene cosas interesantes para vender y nosotros parecemos gente guapa. Salimos de allí a escape. Siempre me pasan estas cosas cuando nos embarcamos en aventuras.

    El sábado cuando nos reunimos en su casa yo ya le expresé mi poco interés en salir a la calle. Prefería tomar unas cervezas en la seguridad del hogar.

    – ¿Por qué? – me preguntó.

    – Asómate a la ventana y lo descubrirás – le dije.

    Aquel día era el Amsterdam Gay Parade y la cabalgata de barcos pasa por delante de su casa. Nos asomamos al balcón y nos encontramos un canal abarrotado de embarcaciones y todo tipo de julandrones desmelenados. Estuvimos toda la tarde tirando rollos de papel higiénico y recogiendo las cosas que nos lanzaban desde los barcos. Aquello fue un despiporre. El domingo pensamos que la cosa estaría más tranquila y nos atrevimos a ir a Rembrandtplein. Fue un tremendo error. Había un escenario y en el mismo cuatro locazas cantaban canciones de Abba mientras un par de miles de tíos con la cabeza rapada y la mitad de ellos con pantalones que dejaban ver sus culos coreaban aquellos clásicos y nos lanzaban miradas lascivas. Tuvimos que escurrir el bulto rápidamente. Acabamos en el Burger King, como siempre, comiéndonos un menú y quejándonos por todo. Tantos años y aún no hemos conseguido que en dicho restaurante de comida rápida mejoren el servicio. También arrastramos al menos una despedida del mismo. Tantos recuerdos.

    Los cambios siempre llegan en tandas. Este miércoles es casi seguro que tendré un nuevo puesto en mi empresa, el domingo se marcha un gran amigo y todo mi mundo está experimentando una transformación. Seguro que será muy interesante ver lo que sucede en las próximas semanas.

←Página anterior
1 … 3.290 3.291 3.292 3.293 3.294 … 3.615
Página siguiente→
  • Genin en Until Dawn: Noche de terror – Until DawnPasando… Salud
  • Genin en El contador 2 – The Accountant 2La primera, aquí, la titularon «El Conta…
  • Genín en Día 7 – Lankan Finolhu – Manta Point 4No, yo nunca duermo siesta… 🙂 Salud
  • sulaco en El anuncio de lo que está por venirMás bien, vas a tener una semana sin víd…
  • Genín en El anuncio de lo que está por venirQue maravillosa noticia, mas videos de p…
  • Genin en Día 7 – Lankan Finolhu – Manta Point 3La emoción continua… 🙂 Salud
  • sulaco en La fiesta del quinquenioTe tienes que caer por la PATRIA de los …
  • Genín en La fiesta del quinquenioQue curioso, osea que si yo viajo a Ámst…

Únete a otros 15 suscriptores
Licencia Creative Commons
Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional.
  • YO NUNCA – Fui ninguneado
    12/06/2023
  • YO NUNCA – Jiñé a oscuras
    22/05/2023
  • YO NUNCA – Hablé meando
    01/05/2023
  • YO NUNCA – Viví la transición
    10/04/2023
  • YO NUNCA – Conté un secreto de algún colega
    20/03/2023
This website uses cookies
Esta página web usa cookies para recordar tu nombre si comentas. Asumimos que no te importa pero si te molesta, puedes elegir quedar fuera.Aceptar Rechazar Leer más
Privacy & Cookies Policy

Privacy Overview

This website uses cookies to improve your experience while you navigate through the website. Out of these cookies, the cookies that are categorized as necessary are stored on your browser as they are essential for the working of basic functionalities of the website. We also use third-party cookies that help us analyze and understand how you use this website. These cookies will be stored in your browser only with your consent. You also have the option to opt-out of these cookies. But opting out of some of these cookies may have an effect on your browsing experience.
Necessary
Siempre activado
Necessary cookies are absolutely essential for the website to function properly. This category only includes cookies that ensures basic functionalities and security features of the website. These cookies do not store any personal information.
Non-necessary
Any cookies that may not be particularly necessary for the website to function and is used specifically to collect user personal data via analytics, ads, other embedded contents are termed as non-necessary cookies. It is mandatory to procure user consent prior to running these cookies on your website.
GUARDAR Y ACEPTAR