Mira que a veces las veo venir pero termino cayendo igualmente. Ya desde el trailer se me puso mal cuerpo y medité el abstenerme, pero me pudo el nombre de Ridley Scott y terminé yendo a ver Kingdom of Heaven, traducida al español con el rimbombante aunque supongo que certero título de El reino de los cielos.
Ya en los primeros cinco minutos te das cuenta que es mala y que has tirado el dinero. En mi caso, como fui con una entrada gratuita pues duele un poco menos, pero sigue doliendo. Desde ya quiero felicitarlos por la única cosa buena que hubo en las dos horas y media. No hubo una sola canción con tipa gimiendo como una perra en celo, algo que suele ser muy habitual desde que en el año 2000 Gladiator lo estableció como elemento base del cine épico. Es la única concesión que le hago a la película y por eso nada más, merece la puntuación que le he dado. Por lo demás, cada vez tengo más claro que Ridley Scott hace una película buena y después se pasa años viviendo del cuento y haciendo basurilla con la que pagar la hipoteca y los onerosos antojos de su parienta. Por desgracia esta peli cae dentro de ese cupo de olvidables. Es más, podría haber hecho algo normalito, vulgar, aburrido, pero es que se le fue la mano y creó un espectáculo patéticamente despreciable que merece un buen escarnio público. Hay que destacar lo mierdosas que resultaron las escenas de batalla, con mucho plano en cámara lenta y cámara con vista aérea, efectos que jodieron completamente la continuidad de esas escenas y únicamente conseguían despertar lástima en los espectadores.
Al frente del elenco, en una de esas decisiones de juzgado de guardia, pusieron al deleznable Orlando Bloom, mala bestia que merece mil años de prisión en el archipiélago Gulag. Este cachorro ya jodió Troya y aquí continúa por la misma senda. Si yo fuera su padre estaría muy preocupado con su criterio de selección de papeles, que es fundamentalmente aquellos en los que debe llevar falda. Este metrosexual de mierda pierde aceite por todos los agujeros del cuerpo. Como actor, es peripatético. Su capacidad para expresar emociones es tan próxima al cero absoluto que salvo que tengáis una buena lupa no podréis distinguirla del mismísimo cero. Me imagino que lo pusieron ahí para que las hembras obtusas se restregaran el vaso del refresco por el coño al mirarlo y para que los disfrutadores del sexo ortal tuvieran buena onda.
Trataron de apañar la cosa un poco con Liam Neeson y David Thewlis, pero ambos estaban allí para coger el dinero y salir por patas y no creo que estuvieran muy interesados en la película.
Hay muy poco más que decir. Es una mierda de película, aburrida, con una historia patética, una puesta en escena de puta pena, unas batallas que dan sueño, unos actores más malos que los de mi instituto y que os sugiero que recomendéis a todos aquellos a los que tengáis manía.
