Desde que los americanos descubrieron que hay un tipo de películas que les gusta a las mujeres, los cines reciben con regularidad nuevas remesas de estas películas que siempre buscan tocar alguna fibra sensible y están llenas de sensibilidad y cosas de esas. Yo si caen dentro del grupo de comedias románticas suelo verlas porque entretienen y uno pasa un buen rato pero de cuando en cuando se me cuela alguna que no tiene gracia alguna y en esas ocasiones lo único que podemos hacer es encomendarnos y esperar que la suerte nos acompañe. Algo de eso fue lo que sucedió con P.S. I Love You.
A una julay se le muere el maromo y lo pasa fatal por no tener dildo
La historia es un tanto rebuscada e increíble. A una colega feliz como una lombriz y pobre como una rata de cloaca se le muere el julay con el que está casada y le entra la depre post-funeral. Se encierra en su casa a ver pelis de los canales esos que las ponen en blanco y negro y no quiere hacer nada hasta que un buen día le llega una carta de su difunto y éste le explica que le va a mandar una serie de las mismas para ayudarla a superar el trauma de haber perdido el rabo que cabalgaba y de paso ver si puede encontrar una más gorda y más dura que la consuele. A partir de aquí tendremos un montón de escenas predecibles en las que ella irá descubriendo lo buena, chachi y chimpona que es y lo mucho que tiene que disfrutar su vida. Su marido le soltará unos rollos de que te cagas en las cartas y ella va y se los cree y ni se pregunta cómo o de dónde salen las mismas. Entre medias hay un julay que se la quiere endiñar hasta los huevos pero ella como que no se presta y así pasaremos las dos horas que dura la peli, con esta mujer aprendiendo a vivir sin su marido y el resto de la familia sufriendo por su ñoñería.
A ratos es una historia entretenida y en otros momentos te miras las uñas para ver si te han crecido demasiado y esperas que todo acabe pronto. Lo mejor son los paisajes de Irlanda y la familia de la colega y lo peor son las melosas cartas que recibe y que en ocasiones te dan ganas de potar. Aún así, tiene un pase y uno la puede ver sin dormirse.
Procura ir con la chama que te camba la peluca y olvídate de los amigotes porque no te lo perdonarían.