No quiero que los despistados pierdan tiempo. Si te gusta el cine de terror deja lo que estés haciendo y corre como una cabra por el monte hasta el cine más próximo para ver [Rec] antes de que la quiten de cartelera. Es una de las experiencias más terroríficas de los últimos años y no recuerdo estar en un cine con todo el mundo gritando aterrorizado y acojonados con lo que estaba pasando y eso exactamente es lo que sucedió en esta peli. También decir que la he visto dos veces para poder disfrutar las partes en las que cerré los ojos en la primera ocasión y en el segundo pase me llevé los mismos sustos que en el primero y quizás hasta lo pasé peor porque sabía lo que venía.

Una julay se mete en un piso de protección oficial y no veas la gentuza que vive allí

Los primeros cinco minutos de esta película son un poco chorra, con una periodista de telelevisión local intentando aparecer como profesional y hacer su trabajo siguiendo a una patrulla de bomberos por la noche. Estos instantes iniciales nos descolocan y te hacen pensar que lo que vendrá a continuación será pura basura. Y en esas estamos hasta que suena la alarma y los bomberos se van a realizar la primera misión de la noche y nuestros periodistas de telelevisión local los siguen. Lo que viene a continuación es la mejor película de terror que he visto en mucho tiempo y no tengo problemas en reconocer que grité como un poseso en algunas escenas y me tuve que tapar los ojos por momentos porque me cagaba por las patas pa’bajo. El estilo con una única cámara nos agobia porque dependemos totalmente de ella para ver lo que sucede y nuestro punto de vista es el que le permiten. Hay veces que disfrutamos de la escena en primera fila y en otras vemos las cosas con una distancia que se vuelve aún más terrorífica porque nos anticipa aquello que los protagonistas no pueden ver.

La historia es un clásico, algo de cine de zombies, algo de enfermedades víricas, algo de edificios tenebrosos y un pequeño grupo de los que solo puede quedar alguno y una pizca de periodismo de reality-tv. Hemos visto todas estas cosas juntas o por separadas en casi todas las películas de terror de los últimos diez años. Aquí sin embargo la mezcla funciona tan bien que pasado un rato te olvidas por completo, te metes en el problemón en el que están ellos y no dejas de gritar y encogerte y te preguntas qué podrás hacer cuando vuelvas a casa y te tengas que enfrentar a la oscuridad de la noche.

Aún más mérito tiene porque es cine español y ya sabéis que en nuestro país a base de subvenciones y de come-mierdas se produce mayormente basura (la cual suelo ver porque no aprendo).

Resumiendo, todo un peliculón, una joya del cine de terror, una experiencia terroríficamente maravillosa que no te puedes perder si te gusta el género y tienes pulmones para gritar. Prepárate porque lo terrible será el salir del cine y enfrentarte al mundo después de haberla visto. Llévate a tantos amigos como puedas porque os lo pasaréis bomba.