Reduciendo el paso


Desde que regresé de las Filipinas hace cuatro semanas, he estado en una ola de actividades variadas que terminó por convertirse en un tsunami. No he parado y he ido dando bandazos de aquí para allá. Esta semana parece que por fin ha llegado la calma, estoy bajando el ritmo y buscando el hacer menos y tener más tiempo para rascarme los mondongos. La semana que viene es la primera en la que he logrado no quedar con nadie, no tener ninguna cita y con algo de suerte la pasaré sentado en mi jardín, escuchando un audiolibro mientras mis moras maduran. Esta semana, tras regresar de Málaga, he ido dos días al cine, uno lo pasé procesando las fotos del cumpleaños y del día después para calmar a los que las querían y otro día lo dediqué a cocinar. Hoy he quedado con el Rubio para comenzar el fin de semana con él y sus unidades pequeñas y como tenemos un día de verano tropical, con temperatura superior a los veinticinco grados, haremos una barbacoa y gandulearemos en el jardín hasta las diez de la noche mientras los niños saltan en la cama elástica, se tiran al agua emponzoñada del canal, corren por la hierba y queman tanta energía como sea posible.

La semana que viene, se me mete el Tour de Francia en el jardín y pasan prácticamente por la puerta de mi casa. Desde el miércoles, la ciudad de Utrecht estará cerrada al tráfico de vehículos en su centro y los culo-coches las pasarán canutas, ya que a menos que usen el transporte público, no pondrán llegar a la zona. Esta será la sexta vez en que la mayor concentración tecnológica de drogas de diseño para mejorar el rendimiento comienza en los Países Bajos y la primera en Utrecht. Parece que van a tener suerte y a menos que cambie el viento, la previsión meteorológica es de sol, calor y poca lluvia, algo raro para el mes de julio.

Y ahora que tengo tiempo, a explorar nuevas recetas de cocina y esperar a que mis zarzamoras tengan listos los kilos y kilos de moras que necesito para toda la mermelada del año que viene.


Una respuesta a “Reduciendo el paso”

  1. Las zarzamoras nuestras ya están dando los últimos coletazos, ya estamos hartos de ellas y no apetecen… 🙁
    Salud