No me importa reconocer que soy más básico que las bragas de Cicciolina, se entiende que en el hipotético caso de que ella las haya llevado alguna vez. Por eso no me importa ir a ver todas esas comedias bastas en las que sabemos que el humor grosero estará presente en proporciones desmesuradas y no hay moraleja que nos enseñe algo. Estas películas por desgracia tienden a ser más bien malas y muy pocas veces consiguen el balance justo entre cachondeo a raudales y un buen guión que sea capaz de mantener nuestra atención. Esto es lo que han logrado con Role Models que se estrenó en España a finales de enero como Mal ejemplo.

Dos julays poligoneros han de pervertir niños para salvarse del trullo

Todos ponemos tener un mal y el de Danny fue terrible. Comenzó con su novia dejándolo por panoli y acaba con detención cuando tienen un accidente con la camioneta de la empresa. El juez les da a escoger entre un mes en chirona o 150 horas de trabajo social con niños y eligen esto último. Al llegar a esa organización conocen a la directora, una tipa exdrogadicta, ex-putorro y ex-de todo que parece seguir bajo los efectos de las drogas y que les asigna a los dos niños más problemáticos. Uno de ellos es un chaval obsesionado con juegos de rol, tímido y acarajotado a quienes sus padres ven como un bicho raro y el otro chiquillo suelta palabrotas todo el tiempo y no acepta órdenes de nadie. Los cuatro vivirán una aventura increíble y en el camino como que se solucionarán sus vidas.

Desconozco como pudo haber quedado esto al doblarlo al español porque está llena de palabrotas y golpes que quizás no resulten fáciles de traducir. Lo cierto es que desde el primer instante comenzamos a reírnos y no paramos hasta el final. Las escenas absurdas se suceden unas a otras, con los dos chiquillo, diametralmente opuestos y aportando el punto necesario para compensar a dos adultos que quizás sean más niños que ellos. Uno es directamente un desecho humano, solo interesado en fiestas y sexo y el otro se siente insatisfecho con su vida pero en lugar de dar el paso y cambiarla, amarga a su novia y a todas las personas que lo rodean. Al tener que ayudar a los niños para evitar la cárcel, descubrirán eso que tan bien se han ocultado a sí mismos y tendrán que decidir si quieren madurar y cambiar a mejor o quedarse estancados en sus mierdas de vidas. Ambos protagonistas bordan sus papeles, tienen infinidad de momentos cachondos y los chiquillos aportan el toque impredecible.

Una excelente oportunidad para ir al cine con los amigotes a divertirse sin más intenciones.