Ronda de iglesias y arte en el centro de Nápoles


El relato comenzó en Viaje a trompicones a Nápoles

Mi segundo día en Nápoles comenzó temprano, ya que todos sabemos que hay que aprovechar el tiempo y particularmente la luz. El concepto de la previsión meteorológica no parece estar muy desarrollado en Italia y los tres programas que tengo coincidían en que iba a llover, pero variaban en la cantidad y el momento. En cualquier caso, con un día así decidí retrasar la visita a Pompeya y Ercolano para el domingo. Todo comenzó con el clásico encochinamiento mañanero y para cuando salí de la pensión, llevaba las calorías suficientes para sobrevivir un mes sin comer.

Enfilé directamente hacia el Pio Monte della Misericordia ya que quería ver las Siete obras de misericordia de Caravaggio, una pintura fascinante hecha por este genio en el barroco después de huir de Roma. En la iglesia éramos cuatro gatos, o más exáctamente, siete. Aparte de esta obra maestra, en el lugar tienen un pequeño museo que no tenía nada interesante.

Después regresé al Duomo porque el día anterior la parte de la catedral reservada al famosillo San Genaro estaba cerrada y bien cerrada. Esta vez la pude ver e incluso hice fotos, pese a que creo que estaba prohibido, aunque en Nápoles, no hay leyes e igual que un julay fuma en un edificio público o en los medios de transporte, tu haces fotos en donde no te lo permiten.

En una configuración bastante extraña, en un lateral de la catedral se entra a la Basilica di Santa Restituta que era la catedral anterior y que es del siglo IV (palito-uve). Si pagas puedes entrar a ver el Battistero di San Giovanni in Fonte, con unos mosaicos antiguos muy bonitos en las paredes, supuestamente mandado a construir por el emperador Constantino y del que se dice que es el más antiguo de Europa. Obviamente hoy en día el PoZero los hace mucho mejor y en truscoluña que no es ni será ni ha sido nación los tienen mucho mejores, pero ninguno de esos es el mas antiguo de Europa y éste sí que lo es.

Desde allí fui a ver la Basilica di San Lorenzo Maggiore y subí a ver el claustro de la Chiesa di San Gregorio Armeno, la cual tiene un convento de clausura y hacen obras de caridad. Este complejo de edificios es uno de los más importantes del Barroco en Nápoles y es ninguneado por los turistas. Para visitarlo te acompaña una chama que no es monja de clausura pero que vive con ellas y te explica las cosas. El claustro es precioso y tiene un montón de detalles bizantinos y árabes, aparte de los restos de un templo romano. Desde la parte superior se puede ver la iglesia por las zonas en las que las monjas de clausura atienden a los servicios y es simplemente espectacular. El coro es de tipo español y es uno de los pocos que hay en Italia así, en forma de «U«. En el suelo del mismo hay una representación tridimensional de una escalera imposible, ya que independientemente del lugar en el que te pones, siempre la ves subiendo y se supone que es un símbolo masón. En el claustro hay una fuente bellísima de Matteo Bottiglieri. No te cobran nada por enseñártelo todo y al salir si quieres dejas un donativo y ellos usan el dinero para comprar comida para los pobres y para un colegio que tienen allí para niños pobres.

En esa misma zona están los callejones en los que en cada casa hay una tiendita que vende figuritas para hacer portales de Belén o de cualquier otro lado. Es muy curioso de ver pero como alguien que no colecciona este tipo de cosas y que prefiere los recuerdos, únicamente compré un par de imanes de nevera para mi madre que está obsesionada con ellos y quiere batir el récord universal. La foto en la que se puede ver uno la hice el día anterior pero aprovecho para colarla aquí. En mi caótica ruta cristiana, fui a la Chiesa di Santa Maria delle Anime del Purgatorio ad Arco y me apunté a la visita guiada en italiano. La nave principal de la iglesia se puede visitar gratuitamente pero aquí hay que bajar al sótano en donde está el purgatorio y que es un enorme osario en el que durante siglos, los napolitanos metían los cadáveres y los veneraban. Hay huesos, cráneos y unas movidas llenas de morbo. La estatua de uno de los chamos que pagó el altar está exáctamente sobre sus huesos que están debajo expuestos junto con los de su hembra. La iglesia tiene un toque curioso, sobre todo cuando te cuentan las cosillas. La siguiente parada fue en el Museo Cappella Sansevero para ver el Cristo velato. Aunque en esta capilla hay un montón de obras de arte, esa imagen de Cristo hecha en mármol es bellísima. En el sótano de la capilla hay dos cuerpos que son modelos anatómicos o metalización julaya. Básicamente, de alguna manera se las apañaron para meter algún producto que preservo todas las venas y arterias, retiraron la carne y lo que quedó fueron los esqueletos conteniendo toda las venas. Según la página en la que buscas información, son reales o son construidos con cera, hierro, seda y más falsos que truscoluña. Sea uno u otro, están perfectos para una película de terror.

El relato continúa en Visitando Nápoles el día del ensayo del diluvio universal

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4 respuestas a “Ronda de iglesias y arte en el centro de Nápoles”

  1. Me sorprende que todavía no hayas hecho mención de algo muy típico de Napoles: las meadas que se echa la gente en ciertas calles, perfumandolas sin ningún escrúpulo, o a lo mejor es que ya les han quitado la costumbre a base de multas, que algo de eso he escuchado, pero me extraña…
    Salud

  2. Genín, con más de tres mil leuros de electrónica encima, probablemente esas calles estaban dentro de las zonas a las que no me acercaría ni muerto. Aparte de la basura, de los contenedores vaciados buscando cosas y con toda la basura en el suelo y de las mierdas de perro, no vi ningún callejón con meados. Aunque la ciudad es bella, es MUY peligrosa y salirte de las vías principales para explorar es un claro síntoma de estupidez en grado máximo.

  3. Que va, nada de callejones, recuerdo que era una avenida paralela al mar, es que hace años de eso, tenia un murete, y los tios lo meaban a todo lo largo del paseo, con una peste que no te puedes imaginar, yo no estaba explorando calles exóticas ni nada de eso, paseaba con un mapa que me dieron en la oficina de turismo, fíjate si han pasado años y no se me borra la impresión, pero en fin, me alegro que ya no sea así, era muy desagradable.
    Salud