Secretos de Estado – Official Secrets


Hoy en día, de prácticamente cada noticia que leemos o que vemos por la tele se hace una película. Ahora, lo único mejor que las noticias son las novelizaciones de las mismas, mucho más dramáticas y fascinantes que la aburrida realidad. Todos sabemos que la guerra para tumbar al dictador de Irak fue un invento gringo y que un primer ministro brexitiano mintió y engañó y falseó la realidad para darle apoyo. De aquellas diarreas mentales llega la película Official Secrets, que al parecer se estrenó en España hace un par de semanas como Secretos de Estado.

Una julay novelera mete la gamba que no veas cuando se le va la lengua en su CaraCuloLibro

Resulta que una pava que trabaja para los servicios secretos traduciendo coñas que espían cuando no escuchan nuestras conversaciones, que cuando se trata del gobierno todas las frases hay que escribirlas en negativo, pues la pava recibe un correo corporativo en el que un gringo ordena a los brexitianos que tienen que mentir más y mejor para conseguir que las Naciones Unidas apruebe una resolución y atacar Irak, sí o sí. La pava no se lo toma muy bien y filtra la noticia a una amiga marrullera que tiene, esto sale a la prensa y cuando consiguen que la chama asuma su culpabilidad, le montan un juicio por traidora, aunque finalmente el gobierno se retira del mismo porque tienen miedo que toda la mierda que saldrá durante el juicio a la superficie acabe por pringarlos, como al final sucedió. A todas estas, la pava chinga con un moro al que el gobierno brexitiano, en un alarde de sus respetos por los derechos y por la democracia, amenaza con expulsarlo del país para presionar a la chama.

La película cuenta algo que todos sabemos, solo que lo vemos desde el punto de vista de la tipa que sopló a la prensa las noticias falsas y que lo hizo porque tenía una gran conciencia o algo así y le daba igual lo que le podía pasar. El guión entretiene pero le falta la chispa que convierte estas historias en un clásico, todo está como demasiado calculado o teatral o quizás fue el director que lo hizo a propósito, con el resultado que logra una buena película pero sin más. El personaje del marido me pareció demasiado forzado y lo de las movidas del gobierno jodiéndole la vida se veía como muy extremo. El que mejor lo hace es Ralph Fiennes, que roba todas las escenas cuando finalmente aparece, que es el último en llegar a la coña y además el que menos minutos tenía. Su escena final es épica

Esto no es el tipo de cine que van a ver los miembros del Clan de los Orcos porque aquí la gente se pasa la peli hablando y hablando sin efectos especiales o tetones con los que alegrar la vista. Tampoco estoy muy seguro que guste a los sub-intelectuales con GafaPasta, me quedó la impresión de que es demasiado comercial para ellos.