Sin ninguna relación


Un río es una corriente natural de agua que fluye con uniformidad o algo parecido. Los pensamientos de los seres humanos e incluso los in-humanos también suelen fluir con uniformidad. Esto se aplica incluso a alimañas miserables como los truscolanes, esa raza inferior que hemos esclavizado durante siglos y que ahora clama que eran país y emporio antes de la construcción de las grandes pirámides de Egipto y que van liderados por un iluminado que en casi todos los universos paralelos o tiene paga de subnormal o es un criminal encarcelado. Este rollo de los pensamientos como corrientes que fluyen con universidad no parece que vaya conmigo y mi cerebro es como un universo independiente y aislado que va a su propia bola. Esta mañana estaba en la ducha pensando en lo que quería escribir hoy y las líneas de pensamiento fluían en un sentido, algo normal y hasta serio y no sé como pero de repente llegó a mi cabeza la película Frozen: El reino del hielo – Frozen, la cual he visto tres veces lo que me convierte en uno de los grandes expertos del planeta en la misma. La cosa es que estaba pensando en que la Princesa Anna ponía en algunas escenas con el chamo Kristoff cara de esta polla la quiero chupar yo. No es algo que sucedió de manera casual, yo creo que hubo una intención expresa y decidida por parte de los que la diseñaron porque esa cara de chupapollas es muy específica. Seguramente las pavas no saben de lo que hablo pero los chamos saben a lo que me refiero ya que quien más o quien menos ha estado en esas situaciones en las que una pava te pone la carita y tú empiezas a analizar el entorno buscando un rincón discreto en el que bajarte la bragueta y dejar que te chupe el miembro allí mismo. La hermana, la reina Elsa no ponía la carita, con lo que la diseñaron para vestir santos y esa como no se busque una buena verdura substitutiva, lo va a tener crudo, ya que a ver quién es el valiente que le pone el rabo en las manos a una tía que te lo congela y te lo deja como un témpano. Mi cerebro, esa máquina malvada que no para de generar líneas argumentales tan absurdas e imposibles como la anterior hizo una nueva conexión y de repente me vi pensando en la princesa Ariel, otro personaje de película y que muchos conocen como la Sirenita. Esa también ponía cara tras cara de querer chupar polla, es que no había escena con el macho del que se encoñaba en la que no pusiera la típica cara de esta polla la quiero chupar yo. Un servidor y mis ochenta más-mejores amigos siempre lo hemos tenido claro, esa pobre ponía las caritas porque por más que la miramos en la película, por ningún lado le vimos la pipa del coño ya que los que le dieron vida fueron muy crueles y optaron por castrarla sexualmente y la abocaron a sorber penes como única forma de satisfacción sexual, ya que si alguien pudiese llegar a querer pulírsela, no hay otra rendija por la que endiñarle el instrumento. Pensé en lo interesante que podía llegar a ser explorar estas líneas argumentales en versiones peculiares de ambas películas, por supuesto no para todos los públicos pero sí para algunos muy específicos. Yo pagaría por ver en IMAX Tres-Dé cualquiera de estas dos películas debidamente retocadas, con las princesas Anna o Ariel trabajándose el maromo a base de bien.

Mi cerebro decidió retorcer un poco más algo ya totalmente retorcido y llegué a la conclusión de que la carencia de hachazo de la princesa Ariel es por su propio bien, ya que de vivir en el agua y tener el susodicho, podría suceder y sucedería que estando en el agua tan tranquila haciendo su pollates, le da un apretón y suelta un trusco como una rama de árbol centenario y no tiene que ser nada agradable estar justo al lado de una cosa así, por más que la hayas parido tú mismo. No me extraña que la Ariel estaba frita porque le crecieran las piernas y poder salirse del agua, es que no le veo ninguna ventaja a eso de ser sirena.

A esas alturas de mi línea argumental ya desvariaba a velocidades galácticas y en algún momento pensé que estas cosas debería grabarlas en audio en caliente, ya que la versión actual es meramente un resumen breve de todo lo que se me ocurrió. En el origen, la idea que lo comenzó todo, esa la guardo para otro día porque no tenía nada que ver con el tema.

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4 respuestas a “Sin ninguna relación”

  1. Bueno, siempre puedes escribir otra entrada explicando el significado de esta porque yo no he entendido un coño 🙂
    Salud

  2. ¡Vaya!… Me voy unos días fuera, y cuando vuelvo me encuentro unas 60 entradas por leer (aparte de las 20 que me quedaban); y, cambiando de táctica, decido empezar por la última, y me encuentro con esta…
    En fin, que como dice Genín: No entiendo nada. Espero que las anteriores sean más claras.

  3. Por eso es un desvario. No lo escribo para que haya una información clara, busco simplemente provocar una reacción en base a un estímulo absurdo o estúpido.

    Genín, la referencia a la cara que ponen algunas pavas te debería sonar pero si no, te remito a películas con Scarlett Johansson que es la reina absoluta del género o las primeras películas de Angelina Jolie, antes de que le estiraran la piel con operaciones de cirugía patética y le quedaran los pezones a la altura de los oídos.

  4. Porque has puesto que era temprano y en la ducha, porque vamos, me hubiese creído perfectamente que estabas de madrugada y en algún pub… buffffff…