Slumdog Millionaire


La facilidad con la que un director puede tocar nuestras almas y hacernos vibrar como cuerdas de una guitarra es lo que distingue a los mediocres de los magníficos. Los buenos saltan de tema en tema y la mayor parte de las veces consiguen impactarnos y quizás hacernos ver la vida de una forma distinta. Una de esas películas que te dejan sin aire en los pulmones y al borde de una experiencia mística es Slumdog Millionaire, estrenada en España con el mismo título y que os recomiendo encarecidamente que no veáis doblada al español. Más que nunca, ésta es una película que hay que ver en versión original.

Un julay pordiosero gana un concurso de mongolos con tal de follarse a la chocha del jueves

Un joven que ha salido de los guetos de Bombay se presenta al concurso ¿Quién quiere ser millonario? y de una forma increíble, llega hasta la última pregunta y de acertar, ganará veinte millones de rupias. La policía lo detiene para interrogarlo porque no se pueden creer que un Don Nadie pueda acertar todas las preguntas y están seguros que ha habido trampa. Durante el interrogatorio iremos viendo el puzzle que nos ayuda a comprender como sabía las respuestas y en este viaje iniciático veremos toda su vida.

En muchísimos momentos de la película no hay ninguna concesión al espectador occidental. Vemos la miseria, la crueldad, el odio, la corrupción y todas esas lacras que se reproducen entre los humanos como ratas y que todos llevamos dentro en mayor o menor medida. La historia nos va mostrando las diferentes etapas de la vida de un chiquillo que sin ser nadie llegó a lo más alto, si es que por triunfo se entiende el estar a punto de conseguir un premio en un concurso televisivo. Hay una terrible carga de tristeza en la manera en la que la cámara nos deja participar en los eventos que tienen lugar y en que sabemos que en nuestra mano no hay nada que podamos hacer para cambiarlos. Al mismo tiempo, el sol siempre sale tras la tormenta y la gente que sufre los palos, uno detrás de otro, se recuperan y siguen intentando ser felices, vivir la vida que les ha tocado y aprovechar aquello que tienen. A través de los ojos de los tres actores que interpretan al protagonista en diferentes etapas viviremos un viaje por un mundo mágico, cruel y lleno de esperanza. Danny Boyle ha bordado un clásico. La película es buenísima en su primera hora y media y cuando piensas que ya no puede mejorar más, hay un significativo salto cualitativo que nos lleva durante toda la traca final en volandas y alucinando en colores. Una auténtica pasada.

Recomendadísima para todos aquellos a los que les gusta el buen cine y las historias con un trasfondo social. Vuelvo a repetir que resulta aberrante ver esta película doblada, hay que disfrutarla en versión original.


2 respuestas a “Slumdog Millionaire”

  1. Cuando dices peliculón tomo nota, pero como soy un desastre, se me olvida donde anoto…jajajaja
    Me lo voy a tener que tomar en serio, de verdad.
    Salud

  2. Fue la última película que vi antes de finalizar mi erasmus y la verdad es que no creo que pueda haber mejor final.

    Coincido contigo en que es todo un peliculón.