Sobrenatural – Supernatural


Si para el encierro en el que vivimos me hubiesen dicho que solo tenía derecho a ver una serie de televisión, por largo que sea el encierro, yo sin lugar a dudas escogería Supernatural, que este año anda a trompicones por la decimoquinta y última temporada, que por culpa de eso que estamos viviendo todos, no han podido terminar de editar los cinco últimos episodios de una saga que comenzó en el año 2005 y que tiene una de las bases de fans más fieles del universo conocido, entre los que me incluyo. No tengo ni idea de si la ponen en España o en qué canal o plataforma pero el título allí parecer ser Sobrenatural, que no sé por qué no la titularon truscoluña no es nación.

En el año 2005 conocimos a dos hermanos, Dean y Sam Winchester, cuya familia se había dedicado desde siempre a ser cazadores que luchan contra el mal y lo desconocido. A partir de ahí, semana a semana, su universo se fue agrandando y lo que iba a ser un arco de cinco temporadas, ha llegado hasta ahora, en donde terminan, tras quince años, porque les da la gana, ya que los que la seguimos podríamos ver otros quince años más. Esta es una de las series más longevas en la televisión y que lo ha hecho con su elenco inicial, con Jensen Ackles como Dean y Jared Padalecki como Sam. A su alrededor hay otros personajes que fueron llegando y siguiendo su camino hasta que apareció en la tercera temporada el ángel Castiel, que forma parte del equipo y en las tres últimas temporadas Jack. En quince años, los Winchester han salvado el mundo y el universo en multitud de ocasiones, han muerto varias veces, han bajado al infierno y subido al cielo y se han defendido con uñas y dientes. En esas quince temporadas hemos conocido a Dios, a sus profetas, a sus ángeles y arcángeles, al diablo y a sus ejércitos, todo, en episodios que pese a alguno que flaquea o incluso alguna temporada en la que parecía que se les acababa el fuelle, siempre se recuperan. Tan fabuloso como seguir sus aventuras en la serie es ver sus apariciones en todos las ferias de ciencia ficción y misterio y en las que la química entre los protagonistas es brutal.

Supernatural es como una religión. Si te gusta, la sigues con devoción y sabes apreciar cada uno de sus episodios y hasta te pueden hacer alcanzar la gloria. Si no te gusta, la dejarás pasar sin más. En quince años y más de trescientos episodios, en decenas de ocasiones he llorado, me he partido el culo de risa o me he indignado y algunos episodios los he visto varias veces solo para disfrutarlos. En esta última temporada, con Dios amenazando con destruir su creación y ellos luchando para pararlo, para derrotarlo, han vuelto personajes que vimos desde el inicio y que resucitan o reaparecen en los episodios de esta temporada, para que también nos digan adiós. No creo que alguien vuelva a hacer una serie con la que me identifique tanto. En sus quince temporadas, esta es para mí la definición de obra maestra televisiva y cuando miras su puntuación en IMDb o en Rottentomatoes, alucinas por un producto que tras tres lustros, sigue en lo más alto.


Una respuesta a “Sobrenatural – Supernatural”

  1. A mi es que no me da tiempo ya para series, o cualquier otra cosa, mas allá de en lo que estoy ocupando mi tiempo…
    Salud