En el cine siempre están buscando excusas para poner pelis viejas, que supongo que ganan mucho más con ellas ya que se ahorran el corte de las distribuidoras y como en febrero era San Valentín, pusieron unas cuantas pelis románticas y entre ellas, llegó esta, que puedo confirmar y confirmo que nunca jamás antes la había visto, aunque me han dicho que Genín y Virtuditas fueron juntos al cine cuando se estrenó allá en su día. La peli tiene a dos leyendas, aunque yo pondría a la Streisand más en la música que en el cine, pero bueno, aquí la tenemos con Robert Redford que definitivamente, es una leyenda viva y un actor y director al que yo hasta quiero de respetar y respeto. Creo que es la primera vez que lo veo tan joven, que yo pensaba que él de siempre es viejuno porque me tocó verlo en su segunda mitad de la vida. La película se titula The Way We Were y en España, allá por los setentas, se estrenó como Tal como éramos, con el añadido de truscoluña no es nación.

Unos julays chingan y se emputan, con mucho chimpún.

Resulta que un pájaro guapo y joven conoce a una pájara fea y espabilada en la universidad, en donde están en grupos opuestos y como que acaban casi-chingando, que lo intentaron pero él estaba tan cansado y ella es tan fea que se durmió. Después la cosa entre ellos cuaja y los seguimos a lo largo de los años, durante la segunda Guerra Mundial, durante la época en la que se persiguió en Hollywood a los rojos y más tarde o así. Ellos se quieren y chingan, pero al final, amistad y folleteo no es suficiente para mantener una pareja, necesitan algo más o eso dicen en la peli.

Vayamos por partes. La peli empieza en la universidad, con Robert Redford y Barbra Streisand haciendo de estudiantes cuando se ve que los dos están por encima de los treinta, que se les ve viejunos que no veas, tanto ellos como sus amigos, que aquello parece una universidad para jubilados. Después ya en los otros tramos de la vida esto no da el cante tanto, pero en la primera parte de la peli, es un poquito criminal poner a Robert Redford en un equipo deportivo cuando se ve claramente que no puede, que no puede y que además, ya tenía barriguita, que en aquella época no se hacían implantes de abdominales como ahora. La película la dirige Sydney Pollack y en el guion está hasta Francis Ford Coppola, con lo que esto es liga de campeones total. La historia interesa pero en algunos momentos es muy simple y la canción, que ganó el Oscar allá en su día, la repiten hasta que te la incrustan en el kabezón. No sé si Sydney Pollack le tenía tirria de la peor a Barbra Streisand pero lo parece, que se harta a poner planos en los que la proa de la chama ocupan toda la pantalla, que todos sabemos que tiene un narizón, pero joder, que si llega a ser una peli en 3Dé, habría temido por mi vida al sentarme tan adelante en el cine, que esa cosa es gigantesca y monstruosa. Puedo confirmar y confirmo que Robert Redford tiene un carisma brutal y que la cámara lo adoraba, hasta cuando la caga consigue salir en pantalla como una bellísima persona. Pese a los fallos, la película es muy entretenida e interesante. No soy muy fans del final, me pareció que podrían haber tirado para otro lado, pero bueno, que se les perdona.

Si eres un miembro del Clan de los Orcos, que sepas que puedes perder la vista si te exponen a esto. Supongo que casi todos los sub-intelectuales con GafaPasta ancestrales la han visto varias veces.