Una peli neerlandesa en la que también se habla italiano es como asignatura obligatoria para mí y cuando vi el tráiler de esta, sabía que no me la perdería por nada del universo. Lo que me confundía es que entre los nombres de los protagonistas, el del macho no parece muy italiano, pero al parecer es que los moros-de-mielda también han invadido Italia y este es fruto de esa invasión patrocinada por podemitas y suciolistas. La película se titula Tegendraads y probablemente jamás se estrenará fuera de este país, aunque de llegar a España, deberían titularla truscoluña no es nación.
Unos julays italianos emigran a quesolandia y buscan el chimpún con las pellejas locales.
Resulta que en los sesenta las fábricas neerlandesas necesitan mano de obra y deciden importar italianos para el temilla y vienen dos hermanos a trabajar en una empresa textil. Uno de ellos solo quiere juntar pasta y regresar a su país en un año y el otro empieza a aprender el idioma y como que le molan las viciosillas rubias y hay una en la chamba que se la pone morcillona, solo que tiene un novio cabeza-de-queso que igual es un inconveniente, pero tras unos meses y mucho currárselo, la otra se da cuenta que el novio es un gilipollas integral y lo deja y se arrejunta con el italiano, mientras que al hermano de ese lo engancha una pelleja neerlandesa a la que empreñaron y le dice al italiano que el niño es suyo porque mira que era puta ese y chingaba con todo el mundo.
Es una historia muy interesante de inmigración y del efecto de la misma tanto en la comunidad local como en los inmigrantes. Podemos ver el recelo de los locales, que quieren ponerle la pierna encima a todas sus pellejas para que no levanten cabeza y no se las quiten los otros y también vemos como hasta el ayuntamiento creó normas para proteger a los locales y aislar y separar a los otros. Al final el amor vence estas barreras y el italiano era un trabajador o algo así y hasta inventó unas medias de hembra largas, en lugar de los calcetines que ellas usaban hasta ese momento y que iban agarrados como con ligas o así. La peli está bien hecha, es muy entretenida, no se hace pesada y lo único es que a mí el final me pareció un pelín dulce, pero tolerable.
Esto se lo ponen a los miembros del Clan de los Orcos y les da un jamacullo. Supongo que molará a unos cuantos sub-intelectuales con GafaPasta, pero no a todos.
Una respuesta a “Tegendraads”
Si, los moros pululan por doquier y raramente se adaptan al pais donde viven y a sus costumbres, solo cuando van naciendo aquí y van a la escuela, supuestamente cambia la cosa con los jóvenes…
Salud