La primera película que vi en un cine holandés cuando llegué al país allá por el año 2000 fue Final Destination. Era la segunda vez que la veía ya que también fue la última película que vi en Gran Canaria antes de dar el salto de 3000 kilómetros y encontrar mi hogar. Como imdB permite desde siempre el clasificar las películas y mi historia con esa base de datos de cine se remonta muy pero que muy atrás hoy he comprobado que en aquel momento le di a la película un 10/10 y a día de hoy se lo mantengo. De esa historia surgió una de mis supersticiones: nunca le quito las etiquetas de equipaje facturado a las maletas ni permito que nadie lo haga a no ser que la maleta se encuentre en el mostrador de facturación y la mano que ejecuta la tarea es la de la persona encargada de esa tarea. Seguro que no pasa nada pero por si acaso prefiero no arriesgarme que yo vi la película y se lo mal que acabaron todos. Con los años vi la segunda y la tercera parte. Cuando supe que la última y definitiva parte sería en 3D, no dudé ni un solo microsegundo en que la vería tan pronto como estuviera en cartelera. A esta última le han dado el demoledor nombre en inglés de The Final Destination y el más de andar por casa en español de Destino final 3D.
Un grupo de julays saludan cuando van a morir
Un gupo de amigos va a pasar un día a las carreras de coche en un circuito decrépito. Uno de ellos tiene una horrible premonición sobre un accidente que va a ocurrir y en el que morirá un montón de gente y después de un ataque de histeria y una pelea salen del circuito con el tiempo justo para ver que todo es cierto y que allí dentro se montó una escabechina. Su súbito golpe de suerte se acabará cuando uno a uno van cayendo todos en terribles accidentes con los que la muerte parece querer recuperar los cadáveres que le corresponden.
Estas películas tienen una línea muy simple. Evento espectacular al comienzo y después elaboradas muertes cada ocho minutos para mantener el interés y las ganas de carnaza del público. En este caso tenemos el aliciente añadido de las gafas para poder verlo todo en tres dimensiones lo cual le da una profundidad de campo inesperada y gozosa a la muerte. La carrera de coches del comienzo y el accidente que vemos por duplicado son espectaculares y uno las disfruta como un enano. Las muertes están bien orquestadas y son crueles y sádicas como esperamos todos los espectadores y sin embargo se nota que la idea se ha agotado un poco y para cuando llegamos al final nos llevamos la gran decepción ya que la película termina de una forma muy cutre. Después de todo lo que hemos vivido, después de casi una década de muertes sin pies ni cabeza, deberían haber acabado con algo más de estilo y no concluir esta saga de una manera tan pobre.
Como siempre, los actores están ahí para enseñar cuerpo bonito y morir cubiertos en sangre y en trozos de cuerpo y lo hacen muy bien y la dinámica de la película no permite mucho más ya que aquí las historias secundarias son solo prólogos de las formas en las que irán muriendo los personajes que no llegan hasta el último plano.
Pese a todo, merece la pena por disfrutar con un poco de carnaza en 3D y aunque no la recordaremos como una gran película se deja ver sin más problemas.
Una respuesta a “The Final Destination – Destino final 3D”
Uff!
Salud