The Inspection


Después de que terminó la pandemia podemita truscolana, regresaron al cine los preestrenos sorpresa, solo que ya no son semanales, sino de cuando en cuando y como echaron a todos los empleados que filtraban los títulos de las pelis en los foros, ahora sí que es un preestreno sorpresa y nunca sabes lo que te puede tocar. En el caso de la que voy a comentar, estaba previsto su estreno en la sesión mensual del cine de julandros, probablemente y junto con las pelis para menores de cinco años, las únicas películas que no voy al cine porque en la sesión de julandros, ni pegando el culo a la pared te salva. La peli de hoy se titula The Inspection y no parece que se vaya a estrenar en España, aunque de hacerlo, se puede traducir perfectamente por truscoluña no es nación.

Una julay acaban en el desierto por culpa de un inmigrante ilegal y allí hasta hay chimpún.

Tenemos que un mariquita gringo lo pasa muy mal y sufre mucho, aunque no se sabe si es porque tiene una almorrana que lo pasa muy mal con sus hábitos sexuales o por otra cosa. El chamo se apunta a los marines y ya desde el primer día, en la primera hora, el sargento se entera que es julandrón y le hace la vida imposible para que se marche. Él que por dos instantes se cree como un musulmán en el paraíso, rodeado todo el tiempo de pollas, pollitas y pollones, no se quiere marchar y como que se considera el pastor de todas esas pollas tan necesitadas. Lo veremos durante todas esas semanas de entrenamiento y aprenderemos unas cuántas cosillas.

La película está escrita y dirigida por el chamo que inspiró la historia, aunque no la interpreta porque ya está muy mayor. En principio, esto ya lo hemos visto anteriormente, las movidas de los entrenamientos de los marines y como están hechos para cribar y desechar a los que no son lo suficientemente estúpidos para seguir las reglas a rajatabla y a los ñangas y endebles. La peli comienza con el pavo en Nueva York y visitando a su madre, que es una talibana cristiana que ve al hijo como un pecador o algo así y por más que él busca el amor de ella, como que lo rechaza. Ya en el cuartel, empalmarse en la ducha mirando todos aquellos nabos seguramente no fue la mejor de las ideas que tuvo el pavo para pasar desapercibido, aunque después y según pasa el tiempo y recibe hostias, como que se va curtiendo y va cribando entre la chusma y la gentuza del lugar y creando su círculo de colegas. El chamo lo pasa muy mal y para cuando llegamos a la graduación, tenemos otra dosis de drama. La historia entretiene, pero siempre te da la impresión que es más bien un telefilm, que no está pensado para el cine sino para la tele.

Si eres un miembro del Clan de los Orcos, totalmente pasable, pero sí que puede despertar la curiosidad de los sub-intelectuales con GafaPasta, sobre todo de aquellos que tiren del mismo palo que el protagonista. No es una mala historia, pero tampoco es un peliculón.


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