The Whistleblower


Que nadie lea esto en voz alta no sea que se descubra la Gran Mentira pero yo desde que era pequeñito siempre quise y deseé y anhelé tener un perfil en el CaraCuloLibro como la mayor parte de pollabobas que fui conociendo a lo largo de mi vida y que definitivamente se merecen una buena plaza en las primeras líneas de cualquier guerra en la que haga falta mucha carne de cañón para reventar a bombazos y así justificar los presupuestos. O quizás no, que a cada día que pasa me sorprendo a mí mismo con lo asocial que puedo ser. Todo esto pilla muy de refilón a la película de la que quiero hablar hoy pero vamos, los conceptos del borreguismo y del aislamiento social seguro que os han quedado claros. La película de la que quiero hablar se llama The Whistleblower y no tiene fecha de estreno en España ni es probable que llegue nunca a menos que la nominen para algún premio importante ya que de todos es sabido que España sí que es país de Orcos y solo se estrenan las películas que gustan a estos.

Una julay más novelera que Julita (y mira que ésta tenía una lengua negra que se la pisaba de lo larga que era y de lo mucho que la usaba para criticar…) se muda a la periferia de un poblado de Orcos y allí descubre que hasta el más santo toca niños y por eso no se puede decir aquello tan manido de que el que sea inocente que tire la primera piedra ya que de ser así, nos quedaríamos con las ganas de apedrear

Una policía americana con una vida algo complicada consigue un trabajo como miembro de una especie de fuerzas de paz de las Naciones Unidas en Bosnia y cuando comienza su trabajo va descubriendo que la corrupción y el crimen están profundamente enquistados dentro de las fuerzas de la ONU y de las contratas que están haciendo dinero a manos llenas en el lugar. Su investigación la irá convirtiendo en una amenaza para todos aquellos que cometen crímenes allí y llegará a poner su vida en peligro.

Una historia de corrupción policíaca es algo como que muy visto. Sin embargo, siempre se trata de policías locales y todos asumimos que las fuerzas de paz de las Naciones Unidas están conformadas por héroes, idealistas que creen en un mundo mejor y que harán lo imposible por conseguirlo. Falso. La misma chusma y gentuza que roba de los recursos de nuestros países está representada en la ONU y están trincando a manos llenas del dinero que se debería usar para ayudar a las gentes de pueblos que lo pasaron y lo están pasando muy mal. El guión es una llamada de atención que nos abre los ojos a problemas que normalmente ignoramos y está estructurado de una manera muy inteligente, permitiéndonos conocer a los personajes antes de lanzarnos de lleno en una carrera fascinante en la que en casa esquina surge un montón de mierda que hay que esquivar. la protagonista absoluta es Rachel Weisz en un papel por el que deberían darle algún premio. Curiosamente, cuanto más brilla y mejor lo hace, peor queda Monica Bellucci, la cual da un poco de grima y me produce la sensación de haberse pasado con el cirujano plástico. La tercera mujer de este elenco es Vanessa Redgrave en un papel corto pero contundente y decisivo.

Buen cine, con buena historia, buenos actores y una trama interesante inspirada en hechos reales debería ser suficiente garantía para que llegue a las salas de cine pero como lo que realmente cuenta es que esa gran masa conocida como el Clan de los Orcos vayan al cine y estos ni saben leer ni escribir y malamente los podemos catalogar como seres humanos, pues seguramente tendréis que esperar a que se estrene en DVD o en la tele.


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