The Wrestler – El luchador


Una maquinaria tan bien engrasada como es la del cine, crea mitos y los abandona continuamente. Si os paráis a pensar un poco recordaréis a aquel actor o actriz que solía gustaros tanto y del que no habéis vuelto a saber. En mi caso, gente como Kathleen Turner o Michael Biehn a los que adoraba y de los que no me perdía ni una sola película han caído en el baúl de los recuerdos y solo los veo en viejas películas. Uno de estos actores que lo fue todo y después desapareció en la infamia de títulos deleznables fue Mickey Rourke, el actor que le puso la pierna encima a Kim Basinger en 9 semanas y media y también el protagonista de la fantástica Angel Heart . Por algún extraño giro del destino alguien le ofreció un papel en una película que sin quererlo tiene mucho de autobiografía y lo volvemos a ver en toda su gloria en The Wrestler, que en España se estrenará la semana que viene como El luchador.

Un julay acabado apaga las luces antes de irse y pone su granito de arena en la lucha contra el cambio climático

Randy «The Ram» Robinson es un luchador casi acabado. Su cuerpo ha recibido tantos golpes a lo largo de su vida que ha de vivir a base de drogas y calmantes que le suministra un camello. Durante la semana es un reponedor de supermercado y los fines de semana hace lo que realmente le gusta, luchar. En un momento lejano de su vida llegó al éxito pero después lo perdió todo y ahora lo único que le queda es su orgullo. Se siente atraído por una stripper de un club al que acude regularmente y ella también se interesa por él. Sabiendo que el fin está cerca, trata de poner algo de orden a su vida y afrontar la etapa final aunque el destino lo llevará por otros derroteros.

La palabra que me viene a la cabeza cuando pienso en esta película es compasión. Mickey Rourke consigue dotar de una gran ternura a el luchador roto que interpreta, un hombre que siempre tiene una sonrisa para todos y que es capaz de reconocer sus errores. Los trata de enmendar lo mejor que puede pero hay heridas que no se pueden cerrar con una tirita, que necesitan tiempo y paciencia para que sanen. Una historia muy sencilla, la de un hombre caído, que consigue arrancar lágrimas de los espectadores en algunos momentos. Las dos tramas secundarias son también muy potentes y encajan perfectamente con la historia principal. La stripper demasiado mayor para resultar atractiva a los clientes del club en el que trabaja y que sabe que ha de buscarse algo diferente para ganarse la vida, que ha de seguir adelante y reinventarse a sí misma y que al enamorarse del luchador, lo niega y trata de evitarlo. La tercera historia es la de la hija, amargada por una infancia miserable, incapaz de perdonar aunque lo intenta y también atormentada por su pasado. Todo un cóctel de emociones fortísimas, de hombres que aman lo que hacen y se lo toman con humor, que además nos enseña el interior de un deporte que tiene mucho de teatro.

Una película muy buena que recupera a un gran actor y nos recuerda que el cine puede ser grande sin grandes presupuestos. Sólo hace falta una idea y la voluntad de sacarla adelante. Absolutamente recomendada para todos los que les gusta el buen cine y definitivamente no apta para espíritus sensibles y aquellos que no soporten escenas violentas o grandes dramas.

08/10


2 respuestas a “The Wrestler – El luchador”

  1. Me cuesta tanto creer que el Rourke, después de lo extraviado que ha estado, recoja premios como champiñones y esté a las puertas del Oscar…

    En fin, caso de reciclaje tremendo, ni Pajares, habrá que verla.

  2. Joder…
    ¿Ahora que hago?
    Porque sensible siempre lo soy, pero es que encima últimamente me conmueve si veo que le arrancan el ala a una mosca…
    ¡Que dilema!
    Y encima el tio que me gusta tanto como actúa…
    Salud