Till: El crimen que lo cambió todo – Till


Por razones que escapan a mi entendimiento, que además es muy limitado, la de hoy es una película que han promocionado masivamente, durante meses, creo que no ha habido una sesión en la filmoteca en la que no viese el trailer pero también en mi ciudad, lo ponían también en los cines comerciales y como que barruntaba un mega-éxito que cuando llegó a los cines no sucedió y en el caso de mi ciudad, la quitaron pronto de la cartelera. La película se titula Till y en España estiraron la palabra hasta tres metros más allá del infinito y llegó a las pantallas a final de febrero como Till: El crimen que lo cambió todo, que supongo que hace referencia a que truscoluña no es nación.

Una julay mueve cielo y tierra aunque sin mucho éxito.

Resulta que una negra del norte de Gringolandia con un hijo adolescente, lo manda de vacaciones con su familia al sur, en los años cincuenta en los que aquello todavía era poco menos que tierra del KKK. El chiquillo va de chulo y malaje y cuando le hace un comentario a una blanca que trabaja en una tienda, acaba desapareciendo y después de un tiempo encuentran su cadáver. La madre se coge un empute que no veas e irá a juicio contra los que mataron a su hijo y contra la zorra que directamente ordenó su muerte, pero claro, aquello es el sur de los Estados Unidos y la justicia no es la misma para todos, así que los blancos se irán de rositas o algo así.

Aunque en la peli lo ponen como algo super-especial, yo jamás había oído hablar del asesinato del chaval. Esta es una historia de racismo pero que en mi caso no funcionó para nada, me aburrí y hasta me quedé dormido un rato porque la estiran y la estiran y la estiran hasta niveles dantescos y dura ciento treinta minutos cuando se podría haber contado en noventa. Es más bien un telefilm y con tanto estirar la historia y marear la perdiz, los momentos realmente dramáticos quedan diluídos en eternas sucesiones de escenas redundantes. Para mí la escena del funeral fue lo mejor de la peli pero todo lo del juicio como que no me interesaba y tampoco las movidas del hijo en el sur antes de su asesinato, que además, tal cual lo contaron, se lo buscó, que provocó a la mujer blanca en un lugar en el que los negros eran ciudadanos de tercera o cuarta. Hay muchísimas escenas en las que se les rompieron los frenos dramaticos y melodramatizaban demasiado hasta que parecía una parodia.

Si eres un miembro del Clan de los Orcos, el único posible escenario para que veas algo de esta película es que te tengan que dormir para una operación y esto te noquea en treinta segundos. Si eres un sub-intelectual con GafaPasta, tampoco es para ti, demasiado telefilm o poco artisteo. Perfecta para las sobremesas de fin de semana de Antena Triste o Telajinco.