Tremenda espera


Para cuando esto aparezca publicado, es posible que continúe la espera. Resulta que como se sabía desde hace días, que las reuniones secretísimas del gobierno neerlandés para tratar los temas de la pandemia podemito-truscolana son tan secretas que se sabe todo antes de que lo piensen los políticos, una cosa increíble y por eso, todos sabíamos que hoy se da la vía libre a reabrir, por no-se-cuanta vez, los cines (y también teatros y restaurantes, pero esos me la sudan enormemente). Aunque la rueda de prensa del gobierno era a partir de las siete de la tarde, sobre las seis, me llega un correo de la cadena de multicines a la que estoy abonado felicitándonos por la reapertura aún no anunciada de los cines e informando que pese a que no están abiertos, ya puedo reservar en exclusiva única y universal y tal y tal mis entradas, así que temblando más que una penca podemita cuando ve un macho con una visa platino, entro en la página gué del cine, que tengo en mis favoritos directamente apuntando a la sección de cartelera para los cines de la ciudad de Utrecht y no veas, cinco minutos, quizás diez hasta que la página cargó. En paralelo cojo el telefonino y con el programa del cine, hago lo mismo y de nuevo, esperando. Finalmente, se me abre la del PéCé y aunque ya lo he visto todo en esa cartelera, decido que es hora de ver por tercera vez Spider-Man: No Way Home, que la ponen por la mañana en el centro de la ciudad y me viene de farándula porque lo puedo combinar con una visita a la tienda esa de deportes con nombre de mandamientos o así. Hago clic en la sesión que quiero y la página tarda un rato en cargar hasta que me sale una pantalla en la que me dicen que me han encolao y que tengo que esperar y entre la información que me dan, resulta que hay más de diez mil julays por delante de mí en la cola y que esperan que la espera sea de alrededor de cuarenta minutos. Se me bajó la tensión de tremendo disgusto, para que después digan que la gente tiene miedo de ir a los cines, que aquí la mascarilla en el interior no es ni necesaria cuando te sientas y eso que durante los últimos siete días la cantidad de positivos ha batido todos los récords habidos y por existir y está en unos cuatrocientos veintiseis mil en los últimos siete días (en un país de diecisiete millones de julays), solo que de ese número, hay sesenta mil que son «supuestos positivos» porque la infraestructura no estaba diseñada para números positivos tan altos y tienen sesenta mil positivos sin registrar, que al parecer cuando das positivo no solo cuentan uno más, parece ser que apuntan muchas cosillas sobre tí, como si eres retardado o simplemente gilipollas y no te vacunaste o cosas así. O sea, que por fin se han dado cuenta que da igual que hayan ocho contenedores frigoríficos repartidos por ocho mortuorios del país, a la entrada de los susodichos, para congelar y guardar los cuerpos porque los tanatorios están al cien por cien mil de capacidad y ahora, cuando alguien se muere, se le congela y Dios mediante, algún día de algún futuro más allá de dos semanas, se le sacará de la nevera y se procederá al funeral y entierro y en el caso que el julay sea joputa-terrorista-musulmán, pues irá al infierno del que jamás debió salir por ser enterrado más de tres días después de morir, que aquí no se salta uno la cola por ser terrorista.

En el tiempo que me ha tomado escribir esto y navegar un rato por las internetes, han pasado más de veinte minutos y todavía tengo más de seis mil julays por delante, dice que todavía me queda más de media hora y lo más terrorífico, ha aparecido un mensaje en la pantalla que avisa que en este momento hay PROBLEMAS con la compra de entradas, que son inconscientes del problema y que tienen al becario ocupadísimo intentando arreglarlo, así que ya me están preparando para el disgusto con el fracaso después de la espera. Ya me veo comprando la entrada a las siete de la mañana.

ACTUALIZACIÓN: Después de esperar eones y meones, me llegó el turno y me dieron DIEZ MINUTOS de barra libre, así que ya tengo reservada películas para el miércoles, jueves, viernes, sábado y domingo, aunque en ese grupo solo hay dos nuevas y las otras serán viejas y amadas conocidas.


2 respuestas a “Tremenda espera”

  1. A mí me pasó algo parecido cuando salieron los primeros billetes para el AVE, y hacían una promoción que los dejaban a 15€, cuando ví lo de 7000 y pico por delante supuse que ya no iba a llegar, pero se ve que muchos pensaron lo mismo, desistieron y los acabé pillando.