Uno de los momentos más gloriosos del año para mí es cuando comienzo a cosechar moras y como además, tengo una cantidad considerable de zarzamoras para proteger el perímetro de gatos indeseables que quieren entrar en mi jardín a mear y que al parecer no puedo asesinar porque está moralmente mal visto, aunque un jodeputa que jamás pudo conseguir una zorra de su barrio se casa con una rumana, monta un golpe de estado en España y un pùñado de gilipollas hacen un vídeo asombrando al mundo con su gilipollez, incluido el gilipollas mayor, que es el que tiene a la zorra de su hermana mamando del erario público en una embajada de cuatro provincias petadas de rebeldes. Volviendo al tema, en el año 2016 lo comentaba en Mermelada de moras, en el 2017 lo hacía en Comenzó la cosecha y este año repetimos el ritual y esta semana, después de volver de las vacaciones en Gran Canaria, me encuentro que tengo un montón de moras y ayer cosechaba tres kilos:
Y hoy coseché tres más, con lo que por ahora, llevo seis kilos de moras recogidos en unas veinticuatro horas y por supuesto, los he procesado inmediatamente para abastecer mi despensa y asegurarme un suministro constante durante los próximos doce meses. Las preparo siguiendo una versión ligeramente rectificada de mi receta de Mermelada de moras en la que he reducido la cantidad de azúcar a cuatrocientos gramos por kilo y me sigue saliendo igual de esplendorosa. El mayor problema es que con el calor tan grande que estamos padeciendo, tener dos fogones a fuego alto hirviendo envases y haciendo la mermelada es un infierno, pero he logrado que ese calor no se transfiera al resto de la casa y como siempre, el objetivo es lo que cuenta y en mi caso, la misión ha sido todo un éxito:
En la foto anterior tenemos el resultado de cocinar tres kilos de moras, mil doscientos gramos de azúcar y el zumo de dos limones enormes. Cada uno de esos once botes pesa unos cuatrocientos gramos y su contenido es altamente adictivo. Ya se me acabaron los botes, que son los de las aceitunas españolas del Lidl con tapas compradas y en la tanda de hoy usé los tres últimos y después cambié a otros recipientes y ya he activado la alarma para que la gente me pase más porque pese a que creía que estaba bien surtido, entre los once de ayer y los trece de hoy (varios son más pequeños), he llenado veinticuatro botes de mermelada de moras.
La alerta la he lanzado porque gracias al clima tropical que gozamos y a que mi parra está literalmente eufórica, es más que probable que coseche entre diez y veinte kilos de uvas y voy a necesitar muchos más botes para la nueva, épica y legendaria mermelada de uvas verdes que haré y que tengo clarísimo que será la sensación de las sensaciones y quizás hasta logre mejoras mis Magdalenas, algo difícil de conseguir porque la receta ya está muy trabajada y con varios miles de magdalenas realizadas, si hay algo que puedo hacer hasta inconsciente y que siempre clavo, son estas pequeñas delicias para el desayuno. Ayer hice una sesión de control de las uvas, las cuales aligeré de ramas y quité hojas para que les de el sol y lucen así:
Y así van pasando los días, currando en la cocina como si fuera el primo-hermano de la bruja Avería, esa de la que uno no se ría y estoy haciendo en lugar de pociones, mermelada.
8 respuestas a “Tres kilos de moras para mermelada”
A lo mejor podrías considerar la posibilidad de hacerte con uno de esos hornillos eléctricos baratos y poner a cocer el perol en el jardín… 🙂
Salud
Y si echaras semillas de chía, en lugar de pasarte tantas horas cociendo, lo harías en media hora.
Montse, se tarda porque hay que hervir el agua para esterilizar los envases y dejarlos en agua hirviendo al menos veinticinco minutos. Después uso el mismo super-caldero para hacer la mermelada, que tardo cuarenta minutos, con lo que no es tanto. Después limpio el caldero y lo vuelvo a llenar de agua hirviendo que uso para sellar los botes dejándolos en la misma durante veinte minutos, con lo que entre pitos y flautas, hora y media es el mínimo. Ayer, después del primer hervor y mientras cocinaba, pasé el agua hirviendo a otro caldero, la dejé al fuego mínimo y así, después de llenar y cerrar los botes la siguiente fase comenzó instantáneamente. Con eso, llegué a las dos horas.
Mira que eres tacaño, en cierta página que tuvo este lunes su día premium te venden lotes de botes de cristal para conserva con tapa, todos igualitos para que los puedas apilar perfectamente, por dos duros.
Mi madre hace muchísima conserva de tomate, y sobre todo, de atún.
Por cierto, mucho presumes, pero yo sigo sin haber probado ninguna de esas mermeladas, so miserable!
Yo se que llevas tu ritmo y ya lo tienes estudiado todo, pero se que además de almacenar tarros para que te dure todo el año, sueles regalar también, porque tienes una buena cosecha,.
Pues con la forma de hacerlo que yo se tardas 10 minutos, porque las semillas de chia gelatinizan la mezcla y solo tiene que hervir 5 minutos.
De ésta manera te evitas el marrón de estar tanto tiempo cociendo tarros, porque no lo necesitan. La mermelada dura 10 días en el frigo, queda estupenda y es la que puedes regalar y la otra la haces a tu manera para quedartela tu.
Virtuditas, y que te dure mucho tiempo lo de no probarlas ….
Aquí los botes se venden carísimos y les compro tapas a unos, aunque hoy acabo de descubrir que la cadena que vendía las tapas está cerrando, con lo que se acabaron las tapitas esas tan preciosas.
Montse,
Hago la mermelada a fuego lento. Tarda treinta minutos en comenzar a hervir y después la dejo diez minutos hirviendo, con lo que de nuevo, no hay una ganancia sistemática de tiempo. Ni siquiera está sólida, hasta dentro de una semana o un poco más no se pondrá espesa. El contenido de los botes es totalmente líquido, si los miras hoy.
… y Montse, si dura diez días en la nevera NO ES UNA MERMELADA, la definición de la misma palabra dice que es una conserva de fruta cocida en azúca y está pensada para que dure un montón en el tiempo.
Por eso te he avisado, porque a la hora de comerla es igual que una mermelada, ero no en la conservación.
Es entre otras cosas para cuando tienes fruta que se va a estropear y la puedes aprovechar de esta manera o para hacerlo de forma rápida.
Yo planifico mi mermelada con 12 meses de antelación. Ya he empezado a adoptar botes de todo quisqui, que me los traen a la oficina, a casa o a donde me vean. Tengo unos treinta botes reservados para las uvas, si al final maduran, me pilla preparado.