Todos sabemos que en el competitivo mundillo corporativo, la triple mentira es uno de los ejercicios más difíciles de realizar y uno que ha hundido a muchos. Conseguir en una sola acción colársela a tres departamentos distintos es algo que está al alcance de muy pocos y hoy nos ha quedado claro que cierta zurriaga en mi oficina no pertenece a ese grupo. Todo sucede en el país ese donde nace el sol, ya que ha cambiado el campo de batalla y los cuchillos ahora vuelan y se clavan por allí. Resultó, que el jefe de la pava, habla con mi vicepresidente y otros dos y después de hacerlo y no decirles nada, les manda un correo explicándoles que se le olvidó comentarles algo. Que la gente comercial les estaba poniendo la zancadilla y se negaban a ayudarles y desviaban la pelota a mi terreno. Que un servidor, el Elegido, el único que puede decir con orgullo que escribe el mejor blog sin premios en castellano, se negaba a ayudar y bloqueaba la pelota y la devolvía con un arte y un poderío que no veas y que finalmente, la pobrecita y sufrida, la víctima, ella hacía todo lo posible por trabajar en equipo y echar los restos pero que nadie estaba por la labor. Una, dos y tres mentiras. Los de comercial, cuando leyeron el correo, enloquecieron y su jefe contactó a uno de los suyos en Holanda que contactó conmigo. Me mandó el mensaje, en el que con gran alevosía no se nos había incluído a ninguno y yo respondí a los comerciales, explicándoles que el segundo punto era una falacia, una mentira, un bulo, una noticia falsa y que además, en mi modesto y sencillo caso, yo me preocupé de no decir nada, jamás, sin al menos dos testigos presenciales que puedan corroborar lo que dije, testigos a los que mencioné para que les puedan preguntar. Como a veces la gente si escribes mucho no capta el concepto, el mío fue sencillo, claro y diáfano: en lo relativo al segundo punto, la S-U-S-O-D-I-C-H-A, que espero que el demonio la acoja en su gloria, MIENTE, MIENTE y MIENTE y tras esta declaración de intenciones, explico el punto en el que estamos atascado, al que me referí como punto zerolo y las cuatro actividades que esa pelleja, rastrera y deleznable a la par que truscolana, tiene que hacer para llegar al punto quinto, que es en donde nuestros caminos se vuelven a cruzar y en donde yo soy la única persona que puede ejecutar la acción porque ella, con su ponzoñosa rabia, destruyó la confianza que las otras dos Casas tenían en ella y decidieron revocar sus privilegios de super-usuaria y la han convertido en una pelandunga, una juan-nadie y mi acción, que haré por imperativo legal, solo se puede realizar después de que las cuatro anteriores hayan terminado con éxito y como ella no las quiere hacer, pues que no me acuse a mí de bloquear lo que no bloqueo. Los comerciales, construyeron sobre mi correo y explicaron como ellos tampoco le ponen la zancadilla, que ella se las puso a ellos y a partir de ese momento la han puesto en cuarentena por ser un animal bípedo peligroso para la empresa y seguramente una enemiga de la misma. El tercer punto, aquel del sufrimiento, ese se resuelve solo con mi lista de actividades ya que demuestro que no está haciendo su trabajo, que está tan ocupada intentando sufrir y padecer que se ha olvidado de trabajar. Mañana por la mañana, cuando todos lleguemos a la oficina, habrán correos, muchos y versiones y versiones de las versiones, ya que lo maravilloso de la diferencia horaria es que todo sucede en diferido. En paralelo, los comerciales han decidido incrementar la seguridad de sus sistemas, con lo que si antes lo tenía difícil, ahora lo tendrá imposible y yo ya informaré a mi jefe en Holanda que no puedo trabajar con una mentirosa y que por favor, me aleje de la misma, tanto física como laboralmente, ya que por circunstancias de la vida, está sentada detrás de mí y su proximidad me provoca arcadas y vahídos y vivo sin vivir en mí y lo mejor sería que yo me exilie a otra planta del edificio, cuanto más lejos, mejor y de suceder eso y considerando que yo trabajo con más de la mitad de la gente que está en esa sala, todos tendrán que ir en peregrinación allí donde yo estoy cuando me necesiten y lo tendrán que hacer por su culpa, por su culpa y por su grandísima culpa. A partir de ahora, ajo y agua.
2 respuestas a “Triple mentira”
En tu empresa van a acabar organizando una convención judeo-masónica para decidir a quien de los dos sacrifican en el altar, o un club de la lucha donde directamente os deis de hostias y se quede el que sobreviva!
Parecen historias de los programas «culturales» de la tv de Telajinco que se cuentan entre sabanas mientras copulan… 🙂
Salud