Un experimento


Durante todos los días desde que empezó el cautiverio e incluso antes, yo mantengo un bombardeo intenso tanto de las historias de mi istagrame como de los estados de mi güazá, con la comida que voy papeando e intercalando fotos que hago en el jardín o cuando salgo a pasear o correr, que aquí se nos permite siempre y cuando estés solo y siempre, siempre, siempre a más de metro y medio de cualquier persona que te cruces. Como hoy no tengo ganas de recalentarme las neuronas y tengo un evento poco social en casa de mi amigo el Turco, de nuevo, explico para ignorantones, se puede visitar gente siempre que la visita sea de menos de tres julays y dado que ambos y su hembra hemos estado cuatro semanas en aislamiento, aparte de las diferentes enfermedades venéreas, está cristalinamente claro que no tenemos el virus ese real y por tanto y por consiguiente, manteniendo la distancia de un metro y medio y sin darnos arrumacos, podemos visitarnos y ellos ya pasaron por mi casa la semana pasada, así que hoy toca devolver la visita, con la diferencia que en lugar de ir en transporte público y jugarme la vida de mis vecinos, me vendrán a recoger y a traer de vuelta.

Por eso, tiramos por el caminito sencillo y tras descubrir que puedo seleccionar un montón de fotos en mi GooglEVIL fotos y ellos las convierten en película y le ponen hasta música, pues lo hice y a posteriori le añadí la mosca cojonera y un título y tenemos en exclusiva galáctica todo lo que fue pasando por mi ventana social durante la semana en cuarenta segundos. Se me olvidó titular el vídeo, truscoluña no es nación


6 respuestas a “Un experimento”

  1. Aquí ya no pueden ir más de uno por vehículo a no ser que sea por causa de fuerza mayor… aunque bueno, estoy pensando que ellos podrían alegar que, como estás así de mal de la cabeza, eres una persona que necesita cuidados específicos 😛 Tengo unos vecinos abajo que pasan la tarde con otros que tengo al lado, única y exclusivamente por la terraza, que aunque es pequeña, en estos días es como un oasis donde te da el sol y el aire en la cara al menos, se reúnen para merendar con las crías, ellos sabrán, supongo que al igual que tú, habrán valorado el beneficio-riesgo. Ayer acabé la serie y un libro, hoy el niño ya tiene clase «normal», así que se pasará las mañanas con las videoconferencias y yo aprovecharé para poner al día el papeleo… yujú!!!

  2. Virtuditas, si en un mes no he estado en contacto con nadie y el Turco y su novia tampoco y todos estamos sanos como rocas, la probabilidad es menor que cuando voy al supermercado,que lo veo como zona de alto riesgo y además me obligan a coger un carro que solo Dios sabe quién ha tocado. En este mes, he recuperado el hacer gimnasia todos los días y ahora estoy ya cogiendo un ritmo de ir a correr cada dos días después de la gimnasia, 4 km dos veces y la tercera 6 km, aunque creo que esta semana comenzaré a alternar 6 km con 4 km y si sigo encachándome, en un par de semanas ya corro 6 km cada dos días y hasta estaré pensando en añadir 4 km los días entre esos. No creo que haya hecho tantas flexiones ni cuando tenía gimnasia en el colegio o el instituto.

  3. Yo he visto las fotos y videos que pones en el estado del guazá, lo hago desde que me enteré hace tiempo de que el guazá tenia eso del estado porque me lo dijo una amiga, pero yo ni comento ni publico nada, ya no me queda tiempo para nada.
    En cuanto a las medidas que cada país tiene con el encarcelamiento, yo que sé, no estoy de acuerdo con muchas, pero como lo que yo piense no tiene la menor importancia pues allá cada quien que haga lo que le de la gana, mientras no jodan a terceros, claro, o a primeros y segundos… 🙂
    Salud

  4. También tiene que ver con la cultura de cada país. Aquí son de muchísimo espacio personal y menos tocamientos y eso ayuda. Ahora, aún menos. Según las reglas, los habitantes de una casa pueden permanecer juntos en la calle porque al fin y al cabo, viven juntos. En la realidad, cuando salen a la calle, mantienen el 1,5 m entre ellos, algo que no es obligatorio si pueden probar que viven juntos.

  5. Pues otra cosa que hacemos un poco mejor por estos lares… aquí no puedes coger el carro del súper, te lo da un empleado después de desinfectarlo y de que te hayas puesto guantes desechables después de echarte el líquido desinfectante. Y que vivan los tocamientos!! Como los echo de menos… cuando salgamos de esta pienso pasarme horas repartiendo mimos entre los que quiero.

  6. Aquí a veces el empleado los está limpiando pero vamos, que es igual que no hacerlo para lo que hacen. No hay guantes en el super obligatorios, aunque algunos van con guantes de silicona. En muchos supers y tiendas solo se admite el pago con tarjeta y en plan sin contacto para evitar mover dinero con las manos.