Un sapo real


Sapo

Sapo, originally uploaded by sulaco_rm.

¿De dónde vienen las ideas? En mi caso, esta escultura de un sapo que vi en el Keukenhof en la visita de este año fue el detonante de las historias Deconstruyendo el cuento de la princesa I, II y III.

A este sapo le hice otra foto en la que se puede ver al amigo con el que fui a hacer fotos al keukenhof ese día abrazando al sapo para darle un beso, con el claro objetivo de convertirlo en princesa (en este caso debería ser una rana). La gente que tiene invitaciones para ver mis fotos en flickr seguro que la encuentra en el álbum del Keukenhof. Cuando vi el sapo se me ocurrió la idea de escribir el cuento, pero quería hacer algo raro y distinto, algo ?distorsionado??. Para ver que tal quedaba la cosa, le hice la foto a mi amigo. Estamos hablando de un lugar muy concurrido y en donde la gente se empezó a parar cuando nos vio haciendo la parodia. Más tarde, cuando nos marchamos, nos comenzaron a imitar y las chicas se ponían a darle besos al bicho mientras sus hombres las retrataban para la posteridad. El incorporar a Samanta en la historia y hacerla la princesa del cuento sucedió posteriormente.

La escultura del sapo estaba a la venta. Por poco más de doscientos euros puede adornar cualquier jardín. Es el precio que hay que pagar por tener un príncipe junto a vuestras flores. No me parece muy caro si lo comparamos con el dinero que sale de las arcas nacionales en las monarquías constitucionales europeas para mantener a las familias iReales, familias que últimamente se reproducen hasta el infinito.

,

Una respuesta a “Un sapo real”

  1. ya ves… tener hijos que salen gratis es un chollo… a mi que mi padre me decía una piara de cerdos por cada año que podríamos habernos financiado… refiriendose a cada año de mi vida y su consecuente financiación… en fin…