Vendiendo sandías y piñas


Vendiendo sandías y piñas

Un vendedor y su parienta o empleada se acercan con su barca a un grupo de barcos para vender lo que ofrecen, que parece ser sandías y piñas. Lo que se ve flotando en el agua es comida de pescado Panga, que pillan todo lo que cae en esas aguas tan puras que hay una visibilidad bajo las mismas cercana al infinito. El hombre se agarra al motor de esa manera porque hunde y saca a flote la hélica para mover el barco y evitar obstáculos. Esos motores hacen un ruido que no veas, sobre todo cuando el chamo le mete candela.


Una respuesta a “Vendiendo sandías y piñas”

  1. Claro, esos motores no llevan tubo de escape, pero esa solución para manejar la hélice y acoplarla al motor, les permite usar cualquier motorcito, y navegar a una profundidad mínima, es genial… 🙂
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