Esta en realidad es la tercera película de una serie que comenzó en Verliefd op Ibiza, que para mí fue normalita, siguió en la patética Verliefd op Cuba y llega ahora a otro destino. Aunque las pelis se llaman igual, los personajes son siempre diferentes y siempre los mismos, neerlandeses que buscan pareja, o solucionar sus problemas matrimoniales, o simplemente chingarse una pelleja hasta que se agite. La primera peli se estrenó alrededor de San Valentín del 2013, la segunda en las mismas fechas del 2019 once años más tarde tenemos la tercera, que se titula Verliefd op Bali y que como las otras, jamás se estrenará fuera de las diminutas fronteras de este país.
Tres julayas buscan chingarse un macho en Bali mientras el fantasma de la abuela le toca el chichi a la más vieja.
Resulta que una vieja la diña y se había criado en Bali, así que su hija y sus nietas deciden regresar al terruño para esparcir las cenizas de la vieja o algo así. Una de las nietas es acarajotada y la otra influenser y la madre es panoli. Una vez allí, cada una encontrará un maromo, la madre pillará a un panoli que es soso, la influenser a uno con los güevos azules de tanto esperar para empetársela y la otra a uno que parece que le falta un hervor y es medio bosmongolo y no me llegó a quedar claro si esos dos llegarán a consumar el acto dado que esas cosas no se explican en barrio sésamo.
Esta es la misma fórmula solo que en su tripitición y lo mejor son los paisajes de Bali, aunque también aprovechan para mostrar algo que no se suele ver y que es que todo el mundo va a esa isla y hacen las mismas fotos, pero nadie enseña lo que hay alrededor, que yo recuerdo perfectamente que está contado en el mejor blog sin premios en castellano lo de la playa de las puestas de sol y los surferos fabulosos y que cuando la vez de día, estaba asquerosa y llena de plásticos y tampones y basura en el agua, que sin la penumbra y el sol en el horizonte, no tiene nada de nada de idílica. De las tres parejas, la madre además ve el fantasma de la abuela, que al parecer estaba encoñada de uno local, pero nunca llegó a consumar el encoñamiento. Esa es la parte más tonta y aburrida de la peli, que lo de la influenser entretiene y la bosmongola también entretiene por su competición con su macho por demostrar quién vence y es el más estúpido de los dos. Los actores como siempre son conocidos neerlandeses y el humor es para la tropa local, aunque se nota muy trillado y la película es más bien sosa, sin llegar a mala, pero perfectamente prescindible.
No creo que les guste ni a los miembros del Clan de los Orcos ni a los sub-intelectuales con GafaPasta.