Viajando a Atenas


En años pasados el aeropuerto de Eindhoven ha estado en el epicentro de la mayor parte de mis escapadas pero este año parece que lo visito poco y la culpa seguramente la tiene Ryanair, que no ha añadido nuevos y excitantes destinos e incluso mis viajes a Gran Canaria resultaron más baratos con otras aerolíneas y desde otros aeropuertos. Para este tramo final de escapadas del 2016, elegí el aeropuerto de Eindhoven como el punto de partida hacia Atenas con Transavia un viernes y regresando el domingo a Amsterdam. Cuando uno observa y conoce sus aerolíneas, se da cuenta que el mismo día, el mismo avión, con dos tripulaciones distintas sale como a las siete de la mañana desde Amsterdam a Atenas, desde allí vuela hasta Eindhoven, aeropuerto desde el que vuela a las tres y cuarto de la tarde de regreso a Atenas y finalmente el avión vuelve a su casa en Amsterdam y está allí sobre las once. Como Transavia te permite combinar segmentos con diferentes aeropuertos, en vez de pegarme la noche sin dormir y reventarme para estar en el aeropuerto de Amsterdam a las cinco de la mañana, elegí salir de Eindhoven y regresar a Amsterdam para tener un montón de horas más en Atenas el domingo por la tarde. El vuelo lo compré a precio de pura risa cuando hicieron sus ofertas de otoño. Comencé el día trabajando desde casa durante medio día y sobre las once y algo de la mañana me iba en bicicleta a la estación central de Utrecht, desde allí tomé el Intercity a Eindhoven y después la guagua al aeropuerto. En el camino me compré algo para almorzar y también algo para tener un poco de comida en mi keli griega. El avión salió por la mañana en hora y regresaba en hora con lo que no esperaba retraso alguno y efectivamente, a la hora indicada se procedía al embarque. Debería haber hecho la foto que no hice porque han puesto un sistema automático para pasar el control de la tarjeta de embarque, con puertas con escáners para los códigos de barra y el sistema funciona, salvo con los acarajotados y totorotas que van en manada y uno lleva todas las tarjetas y ahora se ven que solo puede pasar una persona a la vez. En mi caso y dado mi minúsculo coeficiente intelectual, estaba el primero en la cola y sus movidas me pillaron esperando por ellos en el avión. Elegí asiento en ventana para poder hacer algún vídeo y así fue, espectacular vídeo yendo hacia el lado opuesto de la pista de despegue y aterrizaje y despegando con una vista del aeropuerto y de la ciudad de Eindhoven a lo lejos. El vuelo fue sin incidencias y al aterrizar seguí a la tropa en dirección a la estación de metro/tren, me compré un billete de tres días con trayecto al aeropuerto incluído y pillé el metro de la línea 3, que es el que para allí y que me llevaba tras creo que dieciséis paradas hasta la estación de Monastiráki que está a unos cien metros del Attalos Hotel, que fue el que reservé. En el metro noté algo extraño. Todo el mundo agarraba sus mochilas y bolsos con saña, los llevaban pegados al cuerpo y no dejaban nada a su alrededor sin contacto físico. Me hizo sentir inseguro, cuando los locales están tan obsesionados conque alguien te puede robar seguramente es porque hay gente robando por allí. Al salir del metro en Monastiráki aquello era la zona cero de los turistas y en alto se podía ver la Acrópolis. Me acerqué al hotel, me asignaron mi habitación y lo primerísimo que hice fue subir a la azotea/terraza/bar del hotel para ver la Acrópolis y hacerle fotos iluminada. El teléfono odia este tipo de imágenes pero aún así lo obligué a capturar una:

La Acrópolis desde la azotea del hotel Attalos

Después salí a la calle para husmear en la barriada y cené en el Thanasis un plato de kebab, tal que así:

Kebab en el restaurante Thanasis

Ese día no daba para mucho más y como al día siguiente no me quería hacer un Virtuditas y tenía pensado lanzarme a la calle, opté por retirarme a mi habitación. Hay un vídeo tanto con el despegue como con un poquito de la vista de la Acrópolis desde el hotel. Está acompañado de la canción March of the Resistance de John Williams y que forma parte de la banda sonora de la película Star Wars: El despertar de la fuerza – Star Wars: The Force Awakens. El vídeo está AQUÍ:

El relato continúa en El día que visité la Acrópolis de Atenas


3 respuestas a “Viajando a Atenas”

  1. El vídeo me ha dejado flipando en colores, no voy a decir nada para no destriparlo y que los millones de gente que pasan por aquí flipen como yo… 🙂
    Salud

  2. Todo el mundo sabe que las pistas de aeropuerto miden al menos doscientos dos metros, quizás alguno más. En el viaje a Roma no disfrutaremos con ella porque los de Ryanair me han puesto en pasillo, ya que yo no suelto un leuro extra por reservar asiento ni jarto de gofio.