Viajando a Gran Canaria por Navidad


Cada año por estas épocas hay migraciones masivas de julays que van de un lado a otro de Europa. Se trata de los desplazados que regresan a sus casas. Cada año, conseguir billete es una aventura que toma meses de alertas diarias en Kayak hasta que encuentro el billete que me conviene. Todo el mundo sabe que yo trato de evitar como la peste al grupo liberia porque les mola una huelga navideña más que un niño a un cura pero este año no hubo opción, ya que en KLM se han chiflado con los precios y no me arriesgo a volar Ryanair ya que a poco que se tuerza el clima en el continente, lo cancelan todo y te quedas tirado. Mi avión salía temprano y para llegar al aeropuerto contraté un taxi que me recogió a las cuatro de la mañana. Como en ocasiones anteriores, conseguí un precio fabuloso pidiéndolo una semana antes por Internet y después de levantarme a las tres y veinte, ducharme y desayunar, llegó el taxista y comenzó la aventura.

El butacón de Genín

El butacón de Genín, originally uploaded by sulaco_rm.

Al entrar al aeropuerto me fijé que se habían acordado y pusieron un butacón por si Genín se quiere pasar por allí a saludar a la basca. Schiphol es todo un mundo que no parece dormir y a las cinco de la mañana está lleno de actividad, con gente que llega desde lugares muy lejanos y otros que nos vamos.

Después de facturar mi maleta, tuve que andar desde la terminal 3 a la 1 para entrar a la zona segura. Lo que han hecho en Schiphol en los últimos tres meses no tiene nombre, han reinventado el concepto de pasar el control de seguridad y lo han convertido en algo simple, dinámico y elegante. Se acabaron las movidas chungas de antes y las prisas y apuros. Han creado unas islas especiales con puestos separados y cada pasajero va a uno de ellos y allí recibe las bandejas para poner sus cosas, sin molestar a nadie y cuando se ha deshecho de todo, pasa por el arco ese en el que te ven super-desnudo en América y que te obliga a unos pocos tocamientos para pasar con el orgullo morcillón y al salir, las cestas pueden ir por dos caminos. Si vienen directamente hacia ti es que no encontraron nada y si siguen la otra ruta van a un empleado del aeropuerto que querrá ver algo. Tras este proceso que no toma mucho tiempo comenzó la Larga Marcha. Los aviones del grupo liberia salen desde el quinto coño, más allá del fin del mundo y se tarda al menos veinte minutos en llegar allí. Comparten la zona con otras aerolíneas míseras. Es la parte del aeropuerto más cutre, sin ninguno de los lujos que hay en las otras. En la foto se puede ver el pasillo infinito por el que te hechas a caminar en dirección a Bélgica y en el que, después de un tiempo, llegas a los aviones.

El embarque siguió el sistema extraño de zonas que no acelera para nada el evento porque meten al mismo tiempo a toda la gente de un lugar del avión y se monta un cuello de botella en el mismo. Por ser más listo que el resto y estar mejor colocado, fui el primero en entrar al avión y así viví los tres cuartos de hora del suceso sentadito y relajado. Salimos con unos minutos de retraso porque al parecer dos que habían facturado maletas no se presentaron y hubo que sacarlas. Supongo que iban muy pasados de porros y se quedaron dormidos, algo que pasa continuamente en los vuelos a España con esos turistas que vienen a los Países Bajos no a admirar el país sino a ponerse ciegos a fumar hierba y enseñar sus piercings y tatuajes. El vuelo comenzó con vientos fuertes que agitaban el avión y después se calmó algo. Esta era mi primera vez con liberia Express, que básicamente es lo mismo que antes solo que en lugar de una azafata de sesenta y dos años de humor agriado y que te trata de mala hostia ahora son azafatas de treinta años con el mismo humor agriado y que te tratan con la misma mala hostia. Los asientos del avión eran los deleznables Recaro, esos por los que yo ejecutaría una y otra vez al capullo que los hizo, que no sirven para nada, son incómodos y convierten la experiencia en una tortura. Casi que preferiría que me pongan una silla de playa o un taburete, al menos estaría más cómodo. En el vuelo, aproveché para ver unas series y jugar un poco y alrededor de la hora prevista, aterrizamos en Madrid y llegamos a la infumable T4.

Estupidez en grado absoluto

Estupidez en grado absoluto, originally uploaded by sulaco_rm.

Los años no han hecho que mejore mi opinión sobre ese edificio. Es odioso, asqueroso y una tortura para los pasajeros. Un aeropuerto es un lugar por el que pasa gente con maletas y en ocasiones con prisas y que llega a su destino o está saliendo del mismo, con los que pasan de largo en ambos casos como era yo. La T4 nos odia a todos por igual. Mucho diseño de arquitecto pero nada más. Si quieres cargar el teléfono o tu iPad, ya puedes practicar el aguantar la respiración. El lugar en el que hay enchufes a destajo es en los baños. El problema es que no los limpian como deberían, al menos los de hombres y el hedor a orina en los mismos es insufrible. Probé tres baños antes de desistir y aguantar la respiración para mear. Me caminé la terminal al completo y en un punto determinado tienen unas pocas mesas con enchufes y en dos lugares vi unas enormes teles de la compañía de los cabezudos koreanos copiones de mierda que tenían también tomas de corriente pero ambas teles estaban desconectadas y no se podían usar. Los bares y restaurantes son los más careros de Europa con diferencia. En uno te ofrecían un vaso de medio litro de refresco aguado con una hamburguesa que parecía provenir de vaca famélica y verduras recogidas en un contenedor de basura por DIECIOCHO leuros. La norma es que todo sea a precios abusivos. En la foto que hay un poco más arriba también se puede ver una de las estupideces que abundan en los aeropuertos de AENA. En cualquier otro lugar del mundo (y lo dice alguien que este año ha estado en treinta aeropuertos y que cada año viaja un montón), todos, todos, todos indican cada vuelo con una sola línea y gracias a la magia de tener pantallas o dispositivos digitales, el número de vuelo y la compañía aérea van cambiando en la línea adecuada. En España, el sistema es de poner para el mismo vuelo, dos, tres, cuatro, cinco o veinte líneas según las alianzas, algo absurdo y que no se ve en ningún otro lugar.

Siguiendo con esos pequeños detalles que convierten a la T4 de Madrid en una puta mierda del copón, lo mejor es ver el vídeo anterior, el cual, si no te aparece, puedes probar aquí. Como el aeropuerto lo diseñó un comemielda que no vuela, jamás pensó que todas esas puertas que le obligaron a poner de cuando en cuando se usaran y el resultado es que cuando sale un vuelo, los pasajeros bloquean el paso en la terminal mientras hacen cola. El mejor aeropuerto de Europa, que casualmente es Schiphol, tiene ese problema solucionado de una manera elegante desde antes del año 2000. Todos loa aeropuertos asiáticos de referencia han también logrado evitar el problema pero el fastuoso arquitecto de ese mamotreto como jamás ha viajado no se enteró. En fin, que seguiré odiando por siempre y para siempre el aeropuerto de Madrid, sea cual sea la terminal por la que pase.

El embarque del segundo vuelo fue aún más terrible que el primero y tomó más tiempo. El avión a Gran Canaria iba lleno de familias con bebés y como les permiten embarcar primero, bloquearon el acceso al avión y tuvimos que esperar diez minutos. En la fila detrás de la mía bajaba Rosemary con la puta que la parió y la alimaña reposeida se pasó las dos horas y veinte golpeando los asientos, gritando y llorando mientras la madre la ignoraba completamente. Por suerte yo me compro auriculares como tampones que me bloquean el oído y para asegurarme de que funcionan bien, desde dos semanas antes me los dejo de limpiar para tener una buena dosis de cera que me los selle bien.

Ya con las maniobras de aterrizaje en marcha, hice la foto con las cumbres de Gran Canaria, uno de los roques a la vista y la calima que hacía que parezca que está nublado. El aterrizaje fue de esos en los que el avión parece que no está alineado con la pista y piensas que te la vas a pegar. Después y aprovechando que estaba en la parte delantera, salí de los primeros. Me flipó las miradas de odio absolutas a la madre de Rosemary por parte de los pasajeros de las cinco o seis filas anteriores y posteriores, la cual seguía igual de indiferente a la posesión de su hija. Tuve que esperar casi media hora por mi maleta y por primera vez en quince años me la controlaron. Para mayor disgusto de la chama, lo único que encontró fueron los dos kilos de castaña que le traje a mi madre.

Al llegar, como quería dormir un rato, me puse el bañador y me fui a la playa de la Garita y esperaba encontrarme un montón de gente pero resultó que estaba yo solo, con el mar, la arena y el sol todo para mi. Hice la siguiente foto que fue la que envié a los colegas:

Feliz Navidad desde la Garita

Feliz Navidad desde la Garita, originally uploaded by sulaco_rm.

La magia de la tecnología te permite hacer la foto con el iPhone, editarla con el Aviary en el iPad, recuperarla en el iPhone para enviarla con los programas de mensajería y aún más increíble, editar todas las otras fotos y escribir esta anotación, la cual ha sido creada completamente en el iPad, con lo que imagino que habrán errores de bulto que ya me restregaréis.

Bueno, así acaba el relato del regreso a Gran Canaria por Navidad.

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6 respuestas a “Viajando a Gran Canaria por Navidad”

  1. Felicidades a todos. Espero que puedas volver porque según el telediario de esta mañana en Europa está cayendo «lo más grande», que diría la pobre Rocío Jurado.

  2. ATENCIÓN: Cuando publiqué esta anotación algo se descarajó y solo salieron las fotos. Aquí está la versión completa!!!!!!!