Antes de empezar, voy a aprovechar para dejar caer por aquí que a partir de la semana que viene comentaré tres pelis cada fin de semana para comenzar a acaparar pelis para los tres fines de semana que estaré ausente. Una vez llegue a las 9 pelis que necesito, igual regresamos al ritmo habitual o igual no, que un mes después estoy en Gran Canaria y también necesito pelis para esos fines de semana. La peli de hoy fue el preestreno sorpresa de esta semana, se titula Weekend in Taipei y al parecer no está previsto su estreno en España, aunque de hacerlo, la traducción correcta del título sería truscoluña no es nación.
Un julay se va a Taiwan de fin de semana y descubre que la pava a la que le comía el potorro ahora se lo ofrece a su archienemigo.
Resulta que un picoleto acarajotao gringo acaba de terminar una misión super-hiper-mega peligrosa como infiltrado y ahora quiere ir a Taiwan a buscar a un malo-malísimo pero su jefe no le da permiso así que se va por su cuenta. Allí descubre que la que fue su novia hace una purriada de años ahora se chinga al pavo que él quiere detener y tiene un hijo gilipollas que ella dice que es del gringo y claro, se monta un pitote porque la chama larga al criminal por el picoleto, arrastra con ella al tonto’l culo del hijo y el malo se lo toma pero que fatal.
Esto es una peli de acción sin un guion muy bien escrito y en la que todos, todos, todos, salvo el gringo, son chinos de Taiwan o algo así y el gringo, que es Luke Evans, no sé que se está tomando o a qué cirujano plástico está acudiendo desde que se hizo julandrón, pero el chamo parece una versión dopada con hormonas de vacas locas de Antonio Banderas, solo que éste sabía actuar muy bien y el otro es que no da palo al agua, que es el principal problema de la peli, que su protagonista no da la talla y los chinos que tiene a su alrededor tampoco. El chino malo es tristemente patético y la china pendeja y arretranco demuestra tener cero por ciento de química con los dos machos. Al que pusieron de hijo le dijeron que esto era una comedia y se dedica a decir tonterías para hacerse el payaso. La película nunca termina de despegar y se mantiene porque básicamente hay escena tras escena de acción, con coches, con tiros, con peleas y demás y eso es lo que mantiene nuestro interés, aunque tampoco te creas que acabarás emocionado hasta las lágrimas porque es un peliculón. La resolución final es un pelín patética y el epílogo me provocó arcadas. Vamos, que estos se juntaron cuatro horas en una keli y se convirtieron en una familia de anuncio navideño. Esto apesta a telelefilm.
Por la cantidad de acción, uno podría pensar que le molará a los miembros del Clan de los Orcos, pero yo lo dudo porque no hay tetas grandes y con unas ubres como huevos fritos ni lorzas de que te cagas y que se agitan junto a coches deportivos. Los sub-intelectuales con GafaPasta harán bien en despreciar esta película. Mediocre.
Una respuesta a “Weekend in Taipei”
Pasando rapidito…
Salud