Esta semana el prestreno sorpresa era una película que no se sabía muy bien si navegaba en las aguas del terror, de la fantasía o del biopic. Como a menos que haya un temporal del quince o se me escoña la bicicleta yo voy a verlas, me planté en el cine con grandes esperanzas para ver Winchester, película que al parecer llega a España dentro de un mes y han estirado la palabra como un chicle para que el título español quede así: Winchester: La casa que construyeron los espíritus.

Un julay visita la keli de una vieja con grandes contactos en raticulín

Un tipo, jacoso o drogata de otras cosas y amargado de la vida, es invitado a hacer un estudio psiquiátrico de la vieja que preside la compañía de armas Winchester y que ha hecho de su keli un casoplón más fastuoso que el de la Preysler y construye día y noche sin parar nuevos cuartos. El chamo llega allí y se encuentra que la vieja es más rara que un truscolán y que en la casa pasan cosas chunguísimas, sobre todo con un espíritu de un gran rey truscolán que existió en algún pasado del multiverso que no fue este y que quiere vengarse de los que le robaron su país de pacotilla y mentirijillas o algo así.

Creo que en total la película tiene seis sustos, dosificados en el tiempo en el que el chamo está en la casa pero lo que se dice de terror, terror, no es. Tampoco creo que eso de que está basado en hechos reales sea cierto. Es verdad que la casa existe y que en ella vivía una vieja rara pero lo de que por allí pasaban todos los días un montón de espíritus que veían el lugar poco menos como un centro de vacaciones desde el más allá, eso es una volatada. Supongo que Helen Mirren pilló el trabajo por la bolsa de guita que le dieron porque esto no aporta nada a su carrera, a menos que lo que quería era un borrón. El resto del elenco básicamente no existen, son meras comparsas para que esta mujer se pasee vestida de negro, incluyendo a los fantasmas, que en muchos momentos aburren porque como que les falta un hervor. La película, si no la vemos en el género de terror, entretiene y cuenta la historia de esta vieja chiflada, de los que se aprovechaban de ella y de los familiares que la sufrían, poco más.

No creo que plazca a los miembros del Clan de los Orcos porque ni tiene la cantidad suficiente de muertos ni de sustos. Tampoco es algo para los sub-intelectuales con GafaPasta. Se queda en tierra de nadie.