Zwanger & Co


Llega el verano y como siempre, aparece en cartelera una de esas pelis de una de las factorías de cine neerlandesas, que las hacen a piñón y que básicamente siempre son lo mismo. En este caso optaron por un elenco muy coral en el que flipé cuando vi a Waldemar Torenstra, un actor que hace quince años era básicamente el más conocido en los Países Bajos y que no veas como se ha estropeado, es que está que podría perfectamente hacer el papel de bisabuelo de Tom Cruise en la próxima de Top Gun y ni siquiera le tendrían que poner maquillaje. De siempre se dijo que la gente rubia se estropea mucho, pero lo de este tío y su transformación en lagarto Guancho es flipante. La película se titula Zwanger & co y jamás se estrenará fuera de los Países Bajos. De hacerlo, el título tendría que ser truscoluña no es nación, aunque también valdría empreñada y compañía.

A un montón de julays se la han empetado y les han hecho un bombo, alguna hasta sin chimpún.

Resulta que tenemos una familia de esas disfuncionales actuales en las que el padre se divorció y se casó de nuevo con una pava y tiene un hijo con ella, hijo al que la pava no cuida porque está más concentrada en su carrera. Tenemos que una de las hijas quiere tener un chiquillo pero sin empreñamiento, así que busca donante en un banco de lefa para jincarse una inyección de lefa por el coño pa’rriba y empreñarse. Tenemos que otra hija medio gilipollas y acarajotada con novio vividor que la folla mucho se queda preñada después de una chingada en una furgoneta y bueno, tenemos a un conductor de ambulancia con los güevos azules que se quiere chingar a la que quiere quedarse preñada por inyección de lefa y hasta lo consigue. O algo así.

Si te coges las quince comedias románticas más famosas de todos los tiempos que tengan algo relativo a un embarazo y les copias las escenas más famosas, tenemos esta peli, que no es más que un copiar y pegar de cosas que funcionaron en su día y que ahora hacen con neerlandeses. El problema es que cuando todos están o quieren estar empreñados, esto aburre, que hasta la ABUELA, que se ve viejísima, está haciendo un tratamiento de fertilidad porque quiere tener más hijos, que los que tuvo ya están en la treintena y fácilmente hasta más viejos. Esto acaba cansando con tanto empreñamiento y lo peor es que una de las pavas, la que se jinca la inyección de lefa, trabaja de partera, que en los Países Bajos todavía es relativamente popular el parir en tu keli y nos mamamos al menos tres partos pero con la cámara en el lugar en el que nunca la deberían haber puesto, que aquello daba arcadas. Definitivamente, sobraron los tres en la película, que esto es una comedia, no un documental del canal de las bestias y bestezuelas. Creo recordar que al final todas tienen chiquillos o algo así y todas están felices y con unas ubres petadas de leche que se maman los chiquillos y que por suerte no les dio tiempo a poner.

Si eres un miembro del Clan de los Orcos o un sub-intelectual con GafaPasta, en cualquier caso harás bien huyendo del lugar en el que veas esta peli porque es un masque del copón.


Una respuesta a “Zwanger & Co”