Ayer comenzó el relato del drama de la obra de la semana pasada, o no, que tampoco fue tan traumático y en un par de días mi casa cambió totalmente. Después de que se fueron los de la empresa instaladora, todos los marroquíes de la ciudad pasaron por mi puerta rebuscando en el contenedor en busca de cobre o algún otro metal y todos y cada uno de ellos se marchó con una gran decepción porque las ventanas eran de madera. El segundo día quitaron las ventanas de la planta baja y las sustituyeron. La temperatura en mi casa volvió a los diez grados y aunque parezca increíble, trabajé más que en la oficina, sobre todo porque no me moví del lado del radiador ni para tomar café. Por no bajar, no fui ni a hacer la foto cuando quitaron las ventanas y las que tengo son cuando ya habían puesto las nuevas. En primer lugar tenemos el pedazo de ventanal que da al jardín:

Y a continuación la gemela que da hacia la calle

Una vez la casa volvió a quedar protegida comenzaron a trabajar en el acabado de todas las ventanas y poco a poco las cosas fueron quedando completadas. Resulta fascinante ver trabajar a esta gente, no hacen nada mágico ni misterioso que no pueda hacer uno pero conocen los truquillos necesarios y prácticamente no hablan entre ellos y cada uno parece saber siempre en donde tiene que estar o lo que hay que hacer.

El repaso de las ventanas terminadas lo comenzamos en el dormitorio:

La tela mosquitera se ha quedado puesta, igual que en la ventana del baño. Ambas se pueden lavar en la ducha cuando se ensucian y se pueden poner y quitar fácilmente. La siguiente ventana que tenemos es la del baño:

Y moviéndonos a la planta baja tenemos en primer lugar la ventana que da al jardín y cuya foto no hice el mismo día porque en la planta baja de mi casa hacía tanto frío que me quedé exiliado en la planta alta:

Y lo mismo se puede decir de la ventana que da a la calle:

Y para terminar este repaso visual, detalle de una de las ventanas vista desde la calle:

Y aquí se puede ver Los azulejos bajo la ventana que sustituyen a la atroz barra de hormigón que había antes y que me ponía de los nervios y sobre la ventana el toldo controlado eléctricamente desde el interior por sistemas mágicos y eléctricos.

Por último, mi casa con su nuevo aspecto:

Y ahora que hemos acabado la primera fase de las obras, las siguientes ya están siendo planificadas. Mi vecino va a quitar la moqueta de la escalera y la preparará y pintará, yo y los amigotes nos encargaremos de quitar la moqueta de la planta alta y poner otra cosa, alguien pintará las paredes después de quitar el papel de empapelar que hay en varias de ellas, quiero cambiar el excusado de la planta de abajo y poner un retrete con el agujero en el lado adecuado y deshacerme del que hay con esa plataforma en la que te quedas mirando tu jiñada cuando terminas y te puedes despedir de ella antes de bajar la cisterna y con eso y un bizcocho, la casa estará más que preparada para esta década.