Caminando por Berlín


El relato comenzó en El comienzo del fin de semana en Berlín

Nuestro segundo día en Berlín comenzó con el desayuno en el hotel. Al ser un hotel de esos de diseño pachanguero, el desayuno era más bien zafio y si no es porque estaba incluido en el precio de la habitación, no valdría la pena. Tras comer, salimos a la calle y fuimos andando hasta Potsdamer Platz, que estaba a unos cientos de metro del hotel. Esta plaza está en la zona que acumula un mayor número de proyectos de construcción tras la reunificación alemana y todo es como muy moderno y de diseño. Vimos los edificios, la plaza cubierta, usamos el Wifi gratuito y continuamos caminando por el parque Tiergarten, el segundo más grande de Alemania en una ciudad y puesto que el otro está en Munich y ya he caminado por el mismo, puedo decir y digo que he andado por los dos parques de ciudad más grandes de los germanos y me quedo tan ancho. Al final de este parque está el zoológico, de tamaño considerable y tras este tenemos la Kaiser-Wilhelm-Gedächtniskirche o Iglesia Memorial Kaiser Wilhelm que era nuestro destino.

Junto a la Kaiser-Wilhelm-Gedächtniskirche

Nos encontramos que la zona estaba llena de plebeyos vestidos con ropa amarilla que resultaron ser los seguidores de uno de los dos equipos que jugaban esa noche la final de la Copa alemana. El vídeo anterior, si no lo puedes ver, está aquí. Por la zona en la que está esta iglesia es donde me quedé en mi visita anterior a la ciudad, hace la tira de años. Cuando acabamos la visita a lo que queda de la iglesia, que está muy dañada por bombardeos en la Segunda Guerra Mundial y que decidieron dejarla tal cual para hacer un memorial, nos fuimos en el metro de superficie (el S) hacia la estación central de trenes de la ciudad. La estación es un edificio espectacular con varios niveles y que vale la pena ver. En su momento, cuando se construyó, fue la estación de tren más cara hecha en Europa y seguramente en el universo conocido. A la puerta de la misma había otra marea de plebeyos, en este caso vestidos de verde, que eran los del otro equipo que jugaba la final. Como cerca de la estación pasa el río Spree, nos sentamos en una terraza a la vera del mismo a tomarnos una cerveza.

A la vera del Spree en Berlín

En el vídeo se puede ver un poco de la estación, el río y un barco de los que pasan continuamente. El vídeo está aquí. Disfrutábamos de un día de rescándalo. Después de la pausa, fuimos por jardines y caminos al Reichstagsgebäude o el Edificio del Reichstag, el parlamento alemán. Hoy en día, para entrar hay que registrarse previamente y para cuando me enteré, solo conseguí hora para el domingo a las ocho y media de la mañana, algo que sabíamos a ciencia cierta que no sucedería. Hicimos cola durante una hora y conseguimos hora para el domingo pero a las once y media de la mañana. El sistema de asignar horarios es tercermundista e impropio de los alemanes, parece diseñado por un griego. Controlando la cola y explicando las cosas había dos empleados, uno super-amable y que se disculpaba por el tinglado tan mal montado y una maricona vieja que parecía más bien preocupada por encontrar un rabo que le tapone ese agujero tan grande que le ha salido por detrás. Una vez solucionado lo de la visita, fuimos a la Brandenburger Tor, la Puerta de Brandeburgo, la cual está cerquita y junto a la que estaban preparando algun tipo de podio y escenario para la final de la copa de Europa que se jugaría una semana más tarde. Después caminamos por la señorial avenida Unter den Linden hasta llegar al Berliner Dom, la catedral de la ciudad.

Berliner Dom

El vídeo está aquí. Esta iglesia protestante es relativamente reciente, ya que se acabó hace poco más de un siglo. Es muy imponente y puedes subir a la cúpula para ver la vista desde allí de la ciudad. Te cobran por entrar pero resultó que con los billetes de transporte que teníamos nos hacían descuento. Aunque a esta iglesia la llaman catedral, no tiene obispo, con lo que técnicamente no debería serlo. En la misma zona entramos a ver el Neue Wache o Edificio de la Nueva Guardia de Berlín, de estilo neoclásico alemán. En su interior, en una sala enorme, hay un monumento que recuerda a las víctimas de guerra y dictacura y en un futuro cercano a las víctimas de la opresión y fascismo truscolanos.

Callejeamos sin rumbo fijo y fuimos más o menos a propósito hacia la zona de Potsdamer Platz, pasando por el hotel para dejar la cámara. Nos apalancamos en el Josty, el cual tenía una sala enorme para ver el partido con el populacho y en donde aprovechamos y cenamos. Tras el partido entramos en otro de los bares de la zona y seguimos bebiendo allí hasta bien entrada la noche. Creo que el partido lo ganaron los amarillos. Y así más o menos acabó el segundo día en Berlín, en el que caminamos un montón, comimos salchichas con curry y nos hartamos a beber cerveza de trigo.

El relato acaba en Subiendo al Reichstag y volviendo a casa

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