El día que buceamos junto a los peces loro cototo verde


El relato comenzó en Desde Utrecht a Kuala Lumpur

Hoy era otro día más aquí en las Perhentian, con otra ración de más de lo mismo y sin embargo al final acabó como un día especial. A la primera inmersión, la de las ocho de la mañana, no se apunta nadie porque la gente es muy de la hora Virtuditas y no les mola madrugar así que me fui con mi equipo de Bik y Alex. La primera parada era en Baru Tahir, al norte de la isla Pulau Kecil en la que estamos. El agua estaba cristalina, con una visibilidad brutal y al entrar comenzamos viendo dos peces loro cototo verde pero de lejos y un mero enorme. Después vimos unos peces ballesta y tratamos de evitarlos pero nos atacaron. Esas putas bestias son asesinas. Éramos tres y el puto animal le da igual, te embiste con la cabeza y a morderte y ni siquiera estábamos cerca de su nido. Fue salir del drama y nos topamos con otra pareja aún más agresiva. Yo a esas alturas llevaba una mano con mi linterna para golpear al animal hasta matarlo y en la otra la toma de aire de reserva que en Indonesia me dijeron que si les echas aire se asustan. El bicho persiguió a Bik hasta la superficie. Dimos un rodeo y a partir de ahí, cada vez que nos encontrábamos con un pez ballesta, manteníamos una gran distancia de seguridad. Ya bien entrada la inmersión de repente vemos cuatro o cinco peces loro cototo verde que vienen hacia nosotros comiendo, después siguieron unos cuantos más y al final era un grupo de veintidós, espectaculares, como un rebaño de ovejas y muchos de ellos de ochenta o noventa centímetros, grandísimos. Fue precioso y se quedaron con nosotros unos minutos. Después de eso, todo lo demás te la trae al fresco.

Volvimos a tierra y aproveché para desayunar y cambiar de habitación, o no, que he cambiado tres veces y sigo en la misma. Las dos primeras noches solo tenían una de las habitaciones más caras en el Ombak y como no había nada disponible por ser fin de semana la pillé. Después me cambié a una con ventilador, mucho más barata y al final me dejaron en la mía por ese precio, con lo que empaqueté para nada. Había comprado dos noches más y se me ocurrió mirar en Agoda y para las tres últimas noches en este mismo sitio tenían un descuento del sesenta por ciento en habitaciones con ventilador. Supuestamente me cambiaban por la mañana pero al final simplemente me dijeron que me quedara en la habitación con aire acondicionado, con lo que estoy pagando mucho menos por ella. Hoy aproveché también para hacer lavandería y llevé la ropa por la mañana, así que tendré ropa limpia hasta que regrese a Holanda y en el avión no seré yo el que apeste.

La segunda inmersión era en Panglima Abu, básicamente era la continuación de la primera, en la misma zona, con la misma visibilidad. Vimos un mero gigantesco, una raya de arrecife sin cola y otra bastante grande con cola y multitud de formaciones preciosas de corales. Aquello parecía el escenario de un documental submarino y al no ser tan profunda, la luz era espléndida.

Después de salir cambiamos de tercio y para la tercera estuvimos en otra zona de Sea Bell Rock, lugar en el que buceé el día anterior o hace dos días. En este caso nos quedamos alrededor de la baliza luminosa y vimos una serpiente, unas caracolas enormes y preciosas, un par de morenas de ojos blanco. El silver sweetlips, un pez con unos labios enormes. También nos cruzamos con un par de preciosos longfinned batfish. Estuvimos más de una hora, con una visibilidad decente y sin corriente alguna.

Al volver, me piré a la playa para pasar el resto de la tarde antes de ir al Café Amelia a cenar un plato con calamar a la barbacoa. Mañana será mi último día de buceo por el día completo aquí en las islas Perhentian ya que el viernes solo puedo bucear hasta las dos de la tarde para respetar las veinticuatro horas antes de volar en avión.

El relato continúa en Más peces loro cototo verde, tiburones, rayas y tres pecios

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6 respuestas a “El día que buceamos junto a los peces loro cototo verde”

  1. Pues por lo que cuentas, los profesores de buceo, no seria mala idea que llevaran un fusil submarino para protección en caso de emergencia ¿No?
    Tambien se podrían trincar un mero de los qe os encontráis, que son tan ricos… 🙂
    Salud

  2. Y hacerlo a la brasita en la playa! (ese tipo de pescado se come? matar para nada no, eh?)

  3. El mero se come mucho en las Canarias.
    Genín, no se pueden llevar fusiles submarinos en las inmersiones nuestras. Eso sí, un buen machete sí se puede.

  4. Virtu, seguramente conoces el refrán ese que dice «De la mar el mero, y de la tierra el cordero» por algo será… 🙂
    Salud

  5. Coñe, que soy de puerto de mar….. pero me refería al «pez ballesta», que no conozco, no al mero!