La noche más oscura – Zero Dark Thirty


Estamos casi con los Oscars encima y de sopetón nos llegan todas las películas nominadas. Este año parece que si no duraban más de hora y media no podían recibir nominaciones y llevo tres semanas pegándome unas sentadas en el cine de escándalo con películas que duran lo que no está escrito. Por lo único que me molesta lo del metraje es porque habitualmente planeo sesiones dobles y en alguna ocasión triple y si una de las películas se coloca cerca de las tres horas, ya se me van quitando las ganas de ver otra. Bueno, esto forma parte del drama de mi vida y no viene al caso. Hace algo más de una semana que fui a la filmoteca a ver Zero Dark Thirty, película que se estrenó en España a comienzos de enero con el título de La noche más oscura que vuelve a probar que los traductores se pasan la carrera mamando trancas y no prestan atención ya que el título en español y el original no tienen absolutamente nada que ver.

Una julay de regla agria se pasa todo el puto día dale que te pego intentando capturar soberano hijo-de-la-gran-puta maometana del Bin Laden, mayormente conocido por ser un terrorista musulmán de mierda

Para ponernos en situación comenzamos escuchando algunas grabaciones de las llamadas de la gente que estaba atrapada en las torres gemelas el once de septiembre del 2001 cuando dos aviones se estrellaron contra las mismas pilotados por terroristas musulmanes. A partir de ahí nos centramos en una mujer que seguirá y perseguirá durante una década el rastro de Bin Laden para capturarlo, matarlo, aniquilarlo y finiquitarlo. Después de un montón de fracasos y cuando hasta sus jefes están por perder la fe en ella, logra dar con la guarida de esa rata asquerosa y organiza la operación que lo mandó a tomar por culo al otro mundo.

Yo nunca he sido un gran fan del cine de Kathryn Bigelow. No sé por qué pero el cine que hace esta mujer me pone de los nervios y aunque no se prodiga demasiado, creo que he evitado casi todas las películas que ha dirigido en los últimos diez años. En esta ocasión y como el tema histórico despertaba mi curiosidad, decidí ir al cine a ver su película. Me sorprendió gratamente porque la historia está muy bien trazada, la narrativa la lleva perfectamente y aunque al final tenemos la esperada sobredosis de patriotismo norteamericano, consigue mantenerse dentro de unos límites aceptables. Seguramente parte de la culpa (si no toda) la tenga la asombrosa actuación de Jessica Chastain, la cual se merienda al resto del elenco y los eclipsa con esa mujer fuerte como la que todos llevamos dentro.

La película no tiene demasiadas escenas de acción y eso seguro que fue un palo de cuidado para los básicos que iban al cine a ver una película de guerra, ya que esta es una historia narrada en un campamento y en despachos, contada desde el punto de vista de los estrategas y no desde el de los millones en efectos especiales para que podamos flipar con ellos. Ese punto de vista cercano a los espectadores y la falta de historias secundarias para ayudarnos a formarnos una opinión sobre cada uno de los protagonistas puede que desespere a los que siempre quieren saberlo todo. Aquí solo seguimos a una mujer con una obsesión compulsiva por acabar con Bin Laden y la vemos cruzar su particular desierto hasta que da con él y puede coordinar su asesinato. No hay más.

Supongo que algunos miembros del Clan de los Orcos se habrán metido en el cine a verla y se habrán llevado una palo de cuidado. No creo que sean capaces de tolerar tanta escena con diálogo. Los intelectuales de GafaPasta seguro que sí sabrán disfrutarla. Si quieres tener una vaga idea de lo que sucedió detrás del escenario en todos estos años en los que los americanos daban la impresión de ser incapaces de encontrar una rata asquerosa en el desierto, esta es una buena película.


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